Factores asociados con la nutrición enteral tardía en la unidad de cuidados intensivos: estudio de casos y controles
Resumen
Introducción:
La nutrición enteral (NE) tardía está asociada con resultados adversos en los pacientes críticos. El objetivo del artículo fue determinar si la presencia de diarrea, el uso de vasopresor o ionotrópico y la ventilación mecánica (VM) dentro de las 48 horas del ingreso fueron factores asociados con la NE tardía en la unidad de cuidados intensivos (UCI).
Métodos:
Estudio de casos y controles. Se incluyeron 62 historias clínicas para cada grupo, con pacientes de 18 o más años, estancia > 72 horas y que hayan recibido NE durante su estancia. Se calculó el Odds ratio (OR) con intervalo de confianza del 95% (IC 95 %) y para la asociación de variables se empleó la prueba de chi cuadrado (χ2) y se realizó una regresión logística multivariable.
Resultados:
La edad promedio fue de 53,7 años, el 51,6 % de ellos fueron varones. El principal motivo de ingreso a la UCI fue problemas médicos (87,1 %). No se encontraron diferencias entre las características demográficas y clínicas de los grupos. La diarrea (OR: 0,74; IC 95 %: 0,16-3,44), el uso de vasopresor o inotrópico (OR: 1,21; IC 95 %: 0,60-2,46) y el uso de VM (OR: 0,67; IC 95 %: 0,33-1,38) no estuvieron asociados con la NE tardía.
Conclusiones:
La diarrea, el uso de vasopresor o inotrópico y la VM no fueron factores asociados con el inicio de la NE tardía.
INTRODUCCIÓN
La desnutrición que se puede generar por el hipercatabolismo de la enfermedad crítica aguda y el retraso en la entrega de nutrientes se asocia con un mal pronóstico en estos pacientes(1,2); el grado de déficit energético acumulado está fuertemente asociado con la duración de la estancia en la unidad de cuidados intensivos (UCI), una mayor incidencia de complicaciones infecciosas y riesgo de muerte(1).
El soporte vital (uso de fluidoterapia, vasopresores, ventilación mecánica [VM], entre otros) es necesario en las primeras horas del ingreso a la UCI, cuando los pacientes están inestables(3). Además, la nutrición enteral (NE) precoz puede ayudar a modular la respuesta metabólica al estrés de la enfermedad crítica y se ha asociado con una reducción de la gravedad de la enfermedad, las complicaciones y la duración de la estancia en la UCI(4). La Sociedad Europea de Nutrición Clínica y Metabolismo (ESPEN) y la Sociedad Americana de Nutrición Parenteral y Enteral (ASPEN) recomiendan que la terapia nutricional en los adultos críticamente enfermos se inicie precozmente, dentro de las 24-48 horas, cuando se prevea que el paciente no podrá tener ingesta oral en las primeras 48 horas del ingreso(5,6); así mismo, la Sociedad Europea de Medicina Intensiva (ESICM) define a la NE precoz como aquella que inicia dentro de las 48 horas del ingreso a la UCI, independientemente de la cantidad y tipo de nutriente administrado(7).
La NE precoz se ha relacionado con mejor tolerancia a la dieta, menor disfunción de la barrera intestinal y disminución de días de VM(8); también se ha asociado con buenos resultados funcionales del intestino que mejoran el pronóstico del paciente críticamente enfermo(9,10), asegura un suministro de energía para el tejido linfoide y las células inmunes de la mucosa intestinal, e inhibe efectivamente la respuesta inflamatoria; y la presencia de fibra dietética en la fórmula absorbe el agua intestinal y promueve el peristaltismo, lo que facilita la recuperación posoperatoria de la función intestinal(10,11). La NE precoz disminuye las complicaciones sépticas, mejora la cicatrización de heridas y también reduce los costos hospitalarios(12). Un beneficio directo adicional, a mantener la función de barrera intestinal(13) es conservar la composición y distribución de la microbiota intestinal normal con la reducción del fenómeno de translocación bacteriana(14).
La NE tardía es aquella que inicia después de las 48 horas del ingreso a la UCI y poco se ha estudiado sobre los factores asociados con su indicación(15). En pacientes críticos, no iniciar el apoyo nutricional adecuado y de forma precoz puede retrasar la rehabilitación de un posible estado de desnutrición nosocomial(16).
Los factores que pueden retrasar el inicio de la NE en los pacientes de la UCI pueden ser divididos en las características del paciente (por ejemplo, la edad, la gravedad de la enfermedad, el diagnóstico y la intolerancia gastrointestinal) y los factores asociados con el tratamiento (por ejemplo, el uso de bloqueantes neuromusculares, medicamentos vasoactivos, la sedación, los opioides, la VM y algunos procedimientos)(7,15,17-24). La disfunción del tracto intestinal ha sido un obstáculo importante para el inicio de la NE precoz; esta se puede dividir en íleo posoperatorio y trastornos de la motilidad gastrointestinal, entre los últimos se encuentran la gastroparesia y la diarrea(19).
El inicio tardío de la NE, aunado al riesgo nutricional elevado del paciente crítico, es una condición que se debe evitar y para ello se hace necesario identificar la presencia de factores que lo condicionen. A la fecha, existen pocos estudios que traten de determinar la frecuencia de esos factores.
A fin de evaluar algunos de los factores que pueden estar asociados con la NE tardía en la UCI, se realizó el presente trabajo en busca de determinar si la diarrea, el uso de vasopresor o inotrópico, y la VM estuvieron asociadas con el inicio tardío de la NE en pacientes de una UCI general.
Salomón José Valencia Anaya1, Noemí Matilde Sosa Guillén1,2, Abel Salvador Arroyo-Sánchez1,2.
1 Facultad de Medicina Humana, Universidad Privada Antenor Orrego. Trujillo, Perú.
2 Hospital Víctor Lazarte Echegaray, Seguro Social de Salud. Trujillo, Perú.
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