Factores que impactan la función renal durante la reconstrucción abierta y endovascular de aneurismas aórticos

Resumen

Objetivo: 

Analizar qué factores influyen en el deterioro de la función renal en pacientes sometidos a reconstrucción aórtica abierta o endovascular, y su impacto en la supervivencia.

Método: 

Estudio retrospectivo. Se analizaron variables demográficas, de laboratorio, transoperatorias y posoperatorias. Se determinó la función renal y se utilizó la prueba exacta de Fisher en la búsqueda de asociaciones, y el análisis de Kaplan-Meier para estimar la supervivencia.

Resultados: 

De 2007 a 2017, 80 pacientes (media de edad: 70 años) fueron sometidos a procedimientos de reconstrucción aórtica. Cincuenta y ocho (73%) eran de sexo masculino. Doce (15%) tuvieron elevación de creatinina en el posoperatorio y sangrado mayor de 1500 ml con necesidad de transfusión que se asoció a insuficiencia renal aguda (p = 0.005). Durante el periodo de seguimiento de 60 meses, 8 (10%) pacientes desarrollaron insuficiencia renal crónica, 2 (2.5%) requirieron hemodiálisis y 18 (22%) fallecieron. La edad, el sexo, la comorbilidad y las características anatómicas del aneurisma, así como el tipo de intervención o el nivel de pinzamiento aórtico, no impactaron la función renal posoperatoria.

Conclusiones: 

La reparación de los aneurismas aórticos complejos continúa siendo un reto. Un sangrado superior a 1500 ml, con necesidad de transfusión, se asoció a deterioro de la función renal posoperatoria e impactó en la supervivencia a 5 años.

Introducción

Un aneurisma es un aumento del diámetro normal de un vaso sanguíneo superior al 50% como resultado del debilitamiento progresivo de su pared, y la aorta es una de las arterias que con mayor frecuencia se ve afectada por esta patología1. La prevalencia de los aneurismas aórticos varía según su localización, y su diagnóstico ha aumentado de manera importante con la mejora de los métodos de tamizaje y los avances tecnológicos en materia de imagen. Con respecto a los aneurismas de la aorta torácica, se reporta una incidencia de 6 a 10 casos por cada 100,000 individuos al año, principalmente durante la sexta y la séptima décadas de la vida, siendo el sexo masculino el más afectado, hasta cuatro veces más que el femenino2,3. De todos los aneurismas torácicos, los que involucran la aorta ascendente son los más frecuentes, comprendiendo el 50% de estos, seguidos por los de la aorta torácica descendente en el 40% y los del cayado aórtico en un 10%. En la mayoría de los casos, los que afectan la aorta ascendente son el resultado de necrosis quística de la media, que histológicamente corresponde a una pérdida de células musculares lisas y una degeneración de las fibras elásticas, que genera debilidad de la pared arterial2,3. La patogénesis de los aneurismas torácicos y toracoabdominales se asocia con frecuencia con enfermedades del tejido conectivo, como el síndrome de Marfan, el síndrome de Loeys-Dietz y el síndrome familiar de aneurismas de la aorta torácica (Fig. 1). Por otro lado, los aneurismas localizados en la porción abdominal se relacionan principalmente con el envejecimiento y con factores de riesgo como hipertensión, dislipidemias y tabaquismo; se estima que afectan aproximadamente al 6% de los hombres mayores de 65 años46 (Fig. 2).

Los aneurismas aórticos generalmente son asintomáticos y su diagnóstico se realiza, en la mayoría de los casos, de manera incidental. De manifestarse clínicamente, la complicación más temida es la rotura, la cual se asocia a una elevada mortalidad, por lo que el tratamiento invasivo está justificado e indicado.

Actualmente existen técnicas abiertas y endovasculares cuyo objetivo es aislar de la circulación el aneurisma, eliminando el riesgo de rotura4. Se reconocen factores que determinan la evolución posoperatoria y la supervivencia posterior a la realización de reconstrucciones aórticas, incluyendo entre ellos la comorbilidad del paciente y las características anatómicas del aneurisma; también se ha estudiado que la función renal posoperatoria es uno de los predictores de mortalidad de mayor relevancia59. Las complicaciones renales pueden ocurrir durante el posoperatorio y pueden manifestarse con elevación de la creatinina sin oliguria, la cual lleva en los primeros días a una insuficiencia renal aguda que requiere terapia sustitutiva con hemodiálisis. Se sabe que esta complicación puede contribuir de manera significativa en la morbilidad posoperatoria e incrementar la mortalidad. Los predictores de mortalidad de mayor importancia son el antecedente de insuficiencia renal crónica y los aspectos técnicos asociados a la complejidad de los procedimientos o complicaciones transoperatorias1014.

El diagnóstico y el tratamiento de los aneurismas aórticos va en aumento en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán. El objetivo de este estudio fue analizar los factores que deterioran la función renal posoperatoria en pacientes sometidos a reconstrucción aórtica abierta o endovascular en nuestra institución, así como el impacto en la sobrevida.

Carlos A. Hinojosa*, Javier E. Anaya-Ayala, Myriam Carrera-Ramirez, Paula Leal-Anaya, Ramón García-Alva, Rodrigo Lozano-Corona

Dirección de Cirugía, Sección de Angiología, Cirugía Vascular y Terapia Endovascular, Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, México

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