Factores relacionados al sentimiento de soledad durante la vejez

RESUMEN

La soledad puede ser vista desde varias aristas: mientras que en el contexto europeo se asocia mayormente con independencia, en el entorno latinoamericano se considera como un factor de riesgo. Es importante definir soledad desde varias posturas para, posteriormente, dar respuesta a la pregunta ¿Qué lleva a las personas adultas mayores a sentirse solas? Para esto, se integran los temas de salud percibida durante la adultez mayor y las diferencias que el género establece con respecto a la percepción de soledad. También, se brindan estrategias para afrontar la soledad durante la vejez. Se concluye que la cultura, el momento sociohistórico, el nivel socioeconómico, la salud y el género influyen en la percepción de soledad en las personas mayores.

Introducción

La vivencia del sentimiento de soledad es distinta tanto culturalmente como de persona a persona. Con el fin de indagar en este sentimiento y en los motivos que, en alguna medida, llevan a las personas a experimentarlo, se ahondará, a continuación, en una serie de aspectos para tratar de explicar este asunto.

Desarrollo Entender el término de soledad

El tema de la soledad ha sido ampliamente trabajado, la mayoría de autores coinciden en que se trata de un fenómeno universal de carácter biológico, en el cual la cultura juega un rol importante, dado que el término ‘soledad’ puede diferir según la manera en que las culturas influyan en las expectativas de las personas con respecto a la cantidad de conexiones sociales que deben tener (McHugh Power, Hannigan, Carney, y Lawlor, 2017).

En este sentido, interiorizar la idea de la influencia de la cultura en las distintas áreas de la vida no es una tarea difícil, ya que el contexto en que cada persona se desarrolla define en gran medida sus áreas de interacción, desde los pensamientos hasta las actitudes y, en este caso específico, la forma en que la cantidad de relaciones sociales pueden definir si una persona está o no sola.

Stall, Savage y Rochon (2019)brindan una definición de la soledad menos general, al afirmar que se trata de un estado emocional de aislamiento social percibido que no está clasificado como una enfermedad ni como un trastorno mental. Esta definición coincide con la de Azeredo y Afonso (2016)al hablar de lo percibido, ya que, para estas autoras, la soledad es un sentimiento cargado de dolor y angustia en el que la persona se siente sola a pesar de estar rodeada de personas.

Asimismo, la percepción de soledad está permeada por varios factores externos, como pueden ser la cultura, la época, la historia y el estilo de vida que haya llevado la persona(Acosta, García, Vales, Echeverría y Rubio, 2017).

Otro aspecto importante de aclarar es que, en la actualidad, la soledad según indican De La Mata, Luque y Freixas (2018)—, se puede presentar en cualquier grupo o clase social y puede ser elegida; mientras que en la mitad del siglo XX, se asociaba con sujetos sin familia o en condiciones de marginalidad.

Todos estos aspectos culturales y emocionales definen, de una u otra forma, si las relaciones interpersonales que mantiene una persona son suficientes en cantidad y calidad. En la medida que lo sean, la probabilidad de sentirse solo o sola será menor.

Ivannia Fonseca Céspedes1

1 Estudiante del Posgrado en Gerontología Universidad de Costa Rica, Licenciada en Psicología de la Universidad Nacional (UNA). Especialista en Entornos Virtuales de Aprendizaje. Investigadora Independiente, Costa Rica.

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https://revistas.ucr.ac.cr/index.php/gerontologia/article/view/40037/41174