Fisiología respiratoria. El pulmón al momento de nacer

Resumen

La adaptación fisiológica de los recién nacidos de la vida intrauterina a la extrauterina incluye cambios fisiológicos complejos. Para que se complete con éxito la transición fetal a neonatal, los recién nacidos deben lograr el aclaramiento de líquido pulmonar, la generación de CRF e inicio de la respiración, para permitir el intercambio de gases y la oxigenación de los tejidos. En este artículo se describen estos mecanismos, algunas bases del desarrollo pulmonar y de la circulación fetal; y las medidas que se requieren para asistir al recién nacido cuando no logran completar esta transición espontáneamente, lo que ocurre en el 5 al 10 % de los casos.

INTRODUCCIÓN

La   adaptación   fisiológica   de   los   recién   nacidos  de  la  vida  intrauterina  a  la  extrauterina  incluye  cambios  fisiológicos  complejos.  Los  procesos    bioquímicos,    físicos,    cardiocirculatorios   y   respiratorios   interactúan   entre   sí.   La   mayoría  de  los  recién  nacidos  pasan  por  esta  transición sin necesidad de asistencia, pero entre el 5 al 10 % pueden requerir diversos grados de  intervenciones  de  reanimación  al  nacer.  En  las  últimas  décadas,  se  han  realizado  avances  significativos en la comprensión de la transición cardiorrespiratoria  al  nacer  de  un  feto  a  un  recién nacido y la reanimación posterior. Conocer estos  cambios  permiten  realizar  las  intervenciones   terapéuticas   adecuadas.   Este   artículo   revisa  la  fisiología  detrás  de  la  transición  neonatal al nacer. Desarrollo pulmonar fetal (Figura 1)El   tejido   pulmonar   aparece   por   primera  vez  durante  la  cuarta  semana  de  gestación  como un surco en la base del intestino anterior. Una  sola  vía  aérea,  que  formará  la  tráquea,  se  divide  dentro  y  hacia  el  mesénquima  circundante, formando los dos bronquios principales. A  las  6  semanas  de  gestación  se  pueden  distinguir  los  dos  pulmones  como  órganos  separados. A las 17 semanas, se han formado todas las  vías  respiratorias  preacinares  y  se  produce  la  diferenciación  de  la  estructura  de  la  pared  de  las  vías  respiratorias  y  el  epitelio.  La  forma  adulta  del  pulmón  está  presente  a  las  24  semanas de gestación. El músculo liso de las vías respiratorias  aparece  a  las  6  semanas  de  gestación  y  está  inervado  desde  las  8  semanas,  siendo  relevante  para  el  movimiento  de  líquidos  en  los  pulmones.  Sobre  el  tejido  pulmonar  en   desarrollo,   se   ejercen   fuerzas   mecánicas   debido  a  los  movimientos  respiratorios  fetales  que  son  detectables  a  partir  de  las  10  semanas   de   gestación,   y   la   actividad   espontánea   del  músculo  liso  bronquial,  los  cuales,  mueven  el  líquido  pulmonar  a  través  de  las  vías  respiratorias.   Tales   fuerzas,   son   un   determinante   principal del desarrollo pulmonar fetal y tienen un efecto potente sobre la tasa de proliferación celular, la diferenciación de las células epiteliales alveolares y la estructura tridimensional del tejido pulmonar (1). Desde  la  semana  16  hasta  la  27  de  gestación,  las  vías  respiratorias  periféricas  crecen  y maduran para formar las futuras vías respiratorias; las células epiteliales se diferencian para formar  células  alveolares  tipo  1  y  tipo  2  (esenciales para la producción de surfactante) y la red capilar se desarrolla aún más. En esta etapa, la barrera  sangre-gas  es  tan  delgada  como  en  el  pulmón adulto y tiene un área de superficie suficiente para mantener un intercambio gaseoso adecuado  para  la  sobrevivencia.  Los  alvéolos  aparecen a partir de la semana 29 de gestación a  través  del  proceso  de  alveologénesis.  En  el  recién  nacido  a  término  (40  semanas)  se  han  formado entre 100 y 150 millones de alvéolos. La  ramificación  de  las  vías  respiratorias  está   controlada   por   la   interacción   entre   los   factores  de  crecimiento,  sus  receptores  y  las  proteínas de la matriz en el epitelio y el mesénquima (1,2).

Marcela Moreno

Pediatra Broncopulmonar Hospital Roberto del Río, Clínica Alemana. Santiago, Chile.
Marcela Linares

Pediatra Broncopulmonar Clínica INDISA. Santiago, Chile.

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