Fulcro cardíaco de Trainini en el corazón fetal.

RESUMEN

Demostrar mediante la disección de piezas anatómicas y de imágenes ultrasonográficas prenatales del corazón fetal la presencia del fulcro cardíaco como estructura de fijación que sirve de soporte a la banda miocárdica helicoidal. Se disecaron 6 corazones de fetos entre las 20 y 24 semanas de edad gestacional productos de abortos espontáneos, logrando encontrar el fulcro cardíaco en la proximidad de la aorta y conexiones con fibras miocárdicas. En 50 embarazos simples con fetos entre las 18 y 37 semanas de gestación, mediante ultrasonografía cardíaca fetal se obtuvieron las modalidades 2D, Doppler, color y tridimensión, STIC, HD Flow y speckle tracking, imágenes, medidas del fulcro y su cinética. Con la estrategia descrita se identificó y demostró la presencia del fulcro cardíaco o palanca miocárdica, estableciendo sus características anatómicas, conexiones con fibras miocárdicas del asa cardíaca y la biometría según la edad gestacional. Se formula una hipótesis sobre la biomecánica o cinética del fulcro durante el ciclo cardíaco. Para que el corazón cumpla su función de bomba aspirante e impelente debe poseer un punto de apoyo, una palanca o fulcro, que constituye una especie de unidad músculo-tendinosa. Dicha palanca presenta desplazamientos mixtos durante la torsión y detorsión del miocardio. Sus diámetros aumentan progresivamente a medida que avanza la gestación.

INTRODUCCIÓN

En 1973, Torrent-Guasp 1,2 consideró al miocardio como una banda muscular cardíaca, demostrando mediante disecciones que está constituido por un conjunto de fibras musculares retorcidas sobre sí mismas que asemejan una cuerda, aplanada lateralmente, que al dar dos vueltas en espiral define un helicoide que delimita la arquitectura básica de los dos ventrículos. Además, que la contracción secuencial iniciada desde el límite del asa basal en la base de la arteria pulmonar hasta la porción ascendente del asa apical que alcanza la aorta garantiza la función cardiaca como bomba aspirante, impelente, descrita siglos atrás por Erasistrato de Alejandría (400 a. C.).

La arquitectura que sirve de base a la propuesta de Torrent-Guasp, independiente de la disposición tridimensional de los cardiomiocitos considerados de manera individual, divide al miocardio en dos asas que forman la base (asa basal) y el vértice del corazón (asa apical). Ambos bucles están separados por un pliegue central de 180° que determina direcciones helicoidales macroscópicamente identificables (espirales dentro de espirales), recordando el principio de autosimilitud y dimensión fractal descrito por Mandelbrot 3). Su estructura tridimensional global asemeja una superficie geométrica no orientable de triple torsión, a modo de una cinta de Moebius 1,4,5).

Los hallazgos y propuestas de Torrent-Guasp fueron confirmadas en el corazón fetal por nosotros 6), logrando desplegar la banda helicoidal en sus dos componentes, basal y apical, siguiendo la disección estandarizada también continuada por Antúnez-Montes 4). Cada uno de estos componentes tiene dos segmentos: la basal -con segmentos anterior y posterior- que nace en la raíz de la arteria pulmonar y el asa apical con segmentos descendentes y ascendentes hacia la aorta, en una disposición tridimensional 3,610).

MacIver DH y col. 11 señalan que la banda no existe como una entidad anatómica con bordes definidos, y concluyen que la discusión sobre la existencia de una banda miocárdica única de doble hélice debe llegar a su fin. Otros autores que cuestionan su existencia son Anderson y col. (12). Las técnicas de resonancia (RMN) mediante tensor de difusión de imágenes 9 han venido aportando evidencias acerca de los hallazgos de Torrent-Guasp e, independientemente de los planos de los cardiomiocitos en sistema multiplanar, estos se disponen sobre una arquitectura helicoidal de doble hélice.

Para entender cómo el miocardio pueda cumplir la misión que requiere una significativa fuerza energética, la pregunta que surge es, ¿A cuál punto de apoyo recurre para ejecutar su función contráctil? En ese sentido resulta fundamental citar a Trainini y col. 13,14): ‘La reflexión inevitable que surge es que, para efectuar la torsión, el miocardio debería realizarlo sobre un punto de apoyo, al igual que un músculo esquelético lo hace en una inserción firme’. Consideración seguida de dos preguntas: ¿Existe en el corazón humano esta estructura? Si es real este apoyo, ¿cómo se insertan las fibras del músculo cardíaco en dicha estructura?

La literatura veterinaria 1519 refiere la existencia de una formación denominada os cordis en bóvidos, ovejas y chimpancés, ubicándose dicha estructura en el mismo sitio en el que Trainini y col. 20 la han hallado tanto en bóvidos como humanos. Nunca se le asignó a su presencia ninguna función ni significado. Asimismo, se carece de descripción y función en el ser humano, a no ser la aportada por Trainini y col. 13,14,2123). Estos autores concluyen que dicha estructura, a la que denominan fulcro o palanca miocárdica, ‘constituye el punto de apoyo donde se insertan fibras del asa cardiaca miocárdica descrita por Torrent-Guasp’ y está localizado en un plano en continuidad con la aorta, debajo y por delante de ella, pero independiente a los trígonos. Su ubicación es equidistante a estos. Es una estructura de características ósea, cartilaginosa y tendinosa, y de allí que su denominación como os cordis u ossa cordis debe ser sustituida por la de fulcro o palanca miocárdica.

Alberto Sosa Olavarría1

Arturo Martí Peña2

Artemio Martínez3

Jorge Zambrana Camacho4

Jesús Ulloa Virgen5

Jesús Zurita Peralta6

Alexander Alcedo7

Gonzalo Pérez-Canto8

Esteban Vázquez9

Omar Yassef AntúnezMontes10

Roberto Moncayo11

Sergio Belgoff12

1 Médico Gineco-Obstetra, Perinatólogo, MD, Doctor en Ciencias Médica, Doctor Honoris Causa, Profesor Titular de Obstetricia y Ginecología, Universidad de Carabobo, Valencia, Venezuela.

2 Médico Cirujano, Especialista en Medicina Materno Fetal y Ultrasonografia Perinatal.

3 Médico Cirujano, Especialista en Ultrasonido, Maestría en Ultrasonido Diagnóstico.

4 Médico Gineco-Obstetra, Médico Ultrasonografista e Imagenólogo.

5 Médico Cirujano. Especialista en Obstetricia y Ginecología, Maestría en Ultrasonido Diagnóstico.

6 Médico Gineco-Obstetra, Perinatólogo, Especialista en Cardiología Fetal.

7 Médico Cirujano, Especialista en Obstetricia y Ginecología, Especialista en Medicina Materno Fetal.

8 Médico Cirujano, Especialista en Obstetricia y Ginecología, Perinatólogo, Ecografista Perinatal.

9 Médico Cirujano, Especialista en Cardiología Pediátrica y Fetal, SAEU.

10 Medicina de Urgencias y Ultrasonografía, Departamento de Urgencias Hospital General Balbuena, Secretaría de Salud-CDMX, México.

11 MD, Maestría en Ultrasonido, UNIMESO, Profesor de Ginecología y Obstetricia, Universidad de Quito, Ex-Presidente de FLAUS.

12 Médico Cirujano, Cirujano Infantil, Médico Ultrasonografista.

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