Gluten: ¿pastilla del día después o vacuna?

13/12/17, 11:14 ESTOCOLMO, diciembre 13: Diversos grupos alrededor del mundo se encuentran trabajando en ambas posibilidades. Desde MIRADA PROFESIONAL hacemos un repaso por los últimos avances publicados sobre el tema.

Una parte de la población (1 de cada 100 en Argentina) puede ser celíaco. Se trata de personas con sensibilidad o intolerancia al Gluten, conjunto de proteínas presentes en el trigo, avena, cebada y centeno (TACC) y productos derivados de estos cuatro cereales, cuya ingesta les produce molestias digestivas y lesiones intestinales.

Al día de la fecha no existe un tratamiento farmacológico disponible, situación que pareciera estar próxima a cambiar, de acuerdo a las investigaciones sobre el tema.

La ciencia internacional se encuentra estudiando por buen camino tanto la posibilidad de desarrollar una “pildora del día despúes” del Gluten como una vacuna.

Uno de los grupos que trabaja hace años en la píldora está dirigido por el profesor Hoon Sunwoo, de la Universidad de Alberta, en Canadá, que desarrolló un suplemento a partir de la yema de huevo de gallina que se une al gluten en el estómago y lo neutraliza.

Los resultados de laboratorio le vienen siendo favorables a SunWooo, quién ya cerró acuerdos con compañías comerciales para el desarrollo comercial del producto. De cumplirse los plazos, en 2018 podría estar disponible.

Lo que sí ya está en el mercado estadounidense es la enzima AN-PEP, obtenida de un hongo que impide que buena parte del gluten llegue al intestino delgado (ahí es donde se produce la reacción que provoca los síntomas de la sensibilidad a esta proteína: diarrea, hinchazón, etcétera).

Los estudios demostraron que reduce más del 80% la cantidad de proteína que llega al intestino. “No sugerimos que esta pastilla otorgue a los intolerantes y sensibles al gluten la capacidad de comer grandes cantidades de pizza o pasta, pero sí que pueden sentirse mejor si lo consumen por error”, advierte Julia Konig, doctora de la Universidad de Orebro (Suecia). Estos resultados fueron presentados en la Digestive Disease Week (DDW) 2017, la mayor reunión internacional de especialistas en gastroenterología, celebrada el pasado mes en Chicago.

Miguel Fernández Arquero, del Servicio de Inmunología del Hospital Clínico San Carlos, de Madrid, considera que el suplemento a partir de yema de huevo y la enzima del hongo pueden actuar como la píldora del día después en personas con problemas al gluten, para las que “puede ser una solución parcial” al reducir la cantidad de gluten que pasa a su intestino. Pero, recalca, “está claro que un intolerante o un celiaco no podrá comer una pizza entera, aunque sí podrá tomar unas porciones y si se excede, le pasará factura porque es un efecto de dosis respuesta (cuanta más cantidad de proteína se tome, más fuerte será la reacción)”.

Por su parte, el profesor Eduardo Arranz, de la Universidad de Valladolid y miembro de la Sociedad Española de Enfermedad Celiaca avisa de que “lo primero que hay que hacer es mantener la dieta sin gluten”, pero admite que las pastillas antigluten, “sí pueden evitar riesgos al comer fuera de casa, ya que no existe la completa seguridad de que la comida está totalmente libre de gluten”.

LA VACUNA, A PASO FIRME

A los especialistas en este tema, lo que les interesa verdaderamente es el desarrollo de una vacuna contra el gluten. La revista The Lancet publicó el pasado mes de mayo los resultados positivos de cuatro ensayos en fase 1 de la vacuna Nexvax2. Se confirmó su seguridad, tolerabilidad y bioactividad, lo que da “una sólida base para avanzar en el desarrollo clínico de una vacuna terapéutica para pacientes celiacos con una dieta libre de gluten”, asegura Leslie Williams, directora ejecutiva de Immusah T, la compañía que ha apostado por esta línea de investigación.

A pesar de que aún se encuentra en Fase I, se percibe el optimismo. “Con esta vacuna se restauraría la tolerancia a estas proteínas y por eso se dice que es terapéutica”, explica el profesor Arranz. Aunque aún quedan muchos aspectos por pulir: “En la celiaquía hay mucha variabilidad entre sujetos, tanto genética como de manifestaciones”, acota Fernández Arquero. Determinar la dosis más apropiada para cada paciente o qué proteínas tiene que incluir la vacuna —”hay diferencia en los glútenes de distintos países”, aclara Arranz— serán algunos de los próximos retos.

Con la prudencia debida, las perspectivas pintan bien. Arranz es optimista con la vacuna: “Sí pienso que puede haber una vacuna curativa para determinados tipos de celiaquía”. Entonces, ¿los celiacos podrán comer lo que quieran? “En un futuro un celiaco sí podría comer pizza y bocadillo de una forma controlada, hasta su umbral de tolerancia, aunque no podrá tomar todo lo que desee”, resume Miguel Fernández.

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