Gran adenocarcinoma de uraco. Reporte de un caso y revisión de la literatura

Resumen

Introducción

Los adenocarcinomas originados en el uraco son entidades poco frecuentes; representan un reto diagnóstico ya que, por su histología, no es fácil diferenciarlos de los adenocarcinomas originados en el colon. Además, no existe un consenso sobre cuál es el mejor manejo médico o quirúrgico.

El presente es el reporte del caso de un paciente que cursa con un adenocarcinoma uracal de vejiga mal diferenciado, de tipo intestinal en un hombre de 65 años, previamente asintomático a pesar de ser un tumor de gran tamaño, así como del abordaje diagnóstico y terapéutico empleado.

Caso clínico

Se trata de un paciente de 65 años que presenta un cuadro de dolor abdominal intenso secundario a una caída desde su propia altura, por lo que se realiza una TAC de abdomen y pelvis que muestra una masa quística de gran tamaño, que desplaza el colon sigmoide y es aparentemente dependiente de la vejiga. No hay evidencia de adenopatías o compromiso de otros órganos. Se toma una TAC de tórax que descarta lesiones metastásicas en el tórax. Los marcadores tumorales muestran el ACE y el CA125 elevados.

Es llevado a laparotomía exploratoria, donde se observa una gran masa dependiente del domo de la vejiga, de bordes lisos y bien definidos, sin compromiso de estructuras vecinas. Se realiza cistectomía parcial y se reseca la masa en su totalidad. El reporte de patología evidencia un adenocarcinoma uracal de vejiga de tipo intestinal.

Discusión

El diagnóstico definitivo del adenocarcinoma de uraco es un reto, ya que por su origen embrionario, presenta positividad para marcadores colónicos; así mismo, su histología puede ser similar al adenocarcinoma de colon.

Los marcadores histopatológicos son una herramienta fundamental en el diagnóstico definitivo, ya que permiten diferenciarlo del primario en el colon.

En la actualidad no existe un consenso sobre el mejor manejo quirúrgico o médico para la enfermedad. Algunos autores proponen la cistectomía parcial como un método seguro en estados bajos de la enfermedad y reservan la cistectomía radical para estadios más avanzados.

Conclusión

Es llamativo el curso clínico benigno y asintomático en el paciente, a pesar de tener un tumor de gran tamaño. Según nuestra revisión no hay tumores reportados de este tamaño. En este caso nos basamos en los marcadores histopatológicos para determinar el origen uracal del tumor. Consideramos que no hay elementos que sugieran un mal pronóstico o una alta probabilidad de recurrencia tumoral, por lo que se decidió manejar con cistectomía parcial. La evidencia al respecto es limitada.

Debe hacerse un seguimiento clínico en el tiempo para vigilar la presencia de recaídas locales o sistémicas.

Camila Moreno Bencardinoa,, , Nicolás José Fernández Bonillab, Iván F. Peñalozac, Eugenio Meekd, Lynda Torres Castellanose, Andrés García Mayorgae

a Medico y Cirujano, Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá, Colombia

b Urólogo, PhD. Ciencias básicas, Hospital Universitario San Ignacio, Bogotá, Colombia

c Residente de Patología, Hospital Universitario San Ignacio, Bogotá, Colombia

d Patólogo, Hospital Universitario San Ignacio, Bogotá, Colombia

e Residente de Urología, Hospital Universitario San Ignacio, Bogotá, Colombia

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