Guía de práctica clínica para el diagnóstico y tratamiento de la histoplasmosis en personas adultas que viven con el VIH – versión corta
- ComiteNetMD
- 19 de agosto de 2024
- Enfermedades Infecciosas
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Resumen
La histoplasmosis es la infección fúngica ocasionada, en humanos, por el hongo dimórfico Histoplasma spp. que afecta con mayor frecuencia a personas con compromiso del sistema inmune. En las personas que viven con el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) y se encuentran en un estadio avanzado de la enfermedad, la histoplasmosis es una infección oportunista de gran importancia, debido a su frecuencia de presentación, y consecuente impacto en morbilidad, mortalidad y altos costos. La problemática global de resistencia a los antimicrobianos, a la que contribuye el uso inapropiado o indiscriminado de antifúngicos, ha puesto en la mira a Histoplasma spp., por lo que resulta de importancia generar directrices que permitan orientar el uso adecuado de antifúngicos en el manejo de la histoplasmosis, con el objetivo de obtener mejores desenlaces clínicos y propender por un uso racional de antifúngicos. La presente guía contiene recomendaciones para el diagnóstico y tratamiento de la histoplasmosis en personas adultas que viven con el VIH, basadas en la evidencia, realizadas mediante el proceso de adaptación de guías de práctica clínica internacionales para el contexto colombiano.
Introducción
La histoplasmosis es la infección fúngica, ocasionada por el hongo dimórfico Histoplasma spp., en humanos principalmente, por especies del género Histoplasma1,2. Infección que se adquiere por la inhalación de propágulos infectantes que se encuentran en el ambiente, especialmente en entornos contaminados con guano de murciélago o excretas de aves, los cuales se depositan en los alvéolos pulmonares, donde se transforman en levaduras, se multiplican y pueden establecer una enfermedad granulomatosa1,3. En general, la infección es autolimitada por el sistema inmunológico del hospedero, mediante las cascadas de señalización intracelular que son originadas por los macrófagos alveolares, las células dendríticas y los neutrófilos, con un rol fundamental de los linfocitos T CD4+, específicamente por la subpoblación de linfocitos T colaboradores tipo 1 (Th1)1,4. Cuando esta respuesta no es efectiva y la levadura logra evadir la inmunidad del hospedero, Histoplasma spp. puede generar diversas manifestaciones clínicas, que de acuerdo con su presentación permite clasificar la infección fúngica en histoplasmosis pulmonar aguda, histoplasmosis pulmonar crónica, e histoplasmosis progresiva diseminada, observándose esta última forma de presentación con mayor frecuencia en pacientes con importante compromiso del sistema inmunológico1,5. Debido a la caída significativa en el número de linfocitos T CD4 y el compromiso de la función de los macrófagos infectados que produce la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH)6, en las personas que viven con el VIH, la histoplasmosis se ha convertido en una infección oportunista de gran importancia a nivel mundial7. Estudios realizados en diferentes países de América Latina han permitido estimar la incidencia anual de histoplasmosis en personas que viven con el VIH, en 1.48 casos por 100 personas8. El costo total de la hospitalización en personas con el VIH con diagnóstico de histoplasmosis en América Latina y el Caribe se ha estimado en $1.921 dólares estadounidenses para el año 2022, suponiendo una estancia hospitalaria de 21 días, tratamiento con anfotericina B durante 14 días, e incluyendo las pruebas de laboratorio necesarias para el monitoreo durante la administración de anfotericina B y los suministros hospitalarios (i.e., líquidos intravenosos, suplementos de potasio y magnesio, una radiografía de tórax y personal de salud)9. Tasas de mortalidad de 30.2%, 37%, 41%, y hasta 43.6% han sido reportadas en estudios realizados en personas que viven con el VIH con diagnóstico de histoplasmosis en Brasil, Estados Unidos, Guayana Francesa y Guatemala, respectivamente10-13.En Colombia, de acuerdo con los datos presentados en el último informe sobre la situación del VIH en Colombia publicado por la Cuenta de Alto Costo (CAC), entre el primero de febrero de 2021 y el 31 de enero de 2022 se diagnosticaron 12.919 nuevos casos de VIH en el país, con una prevalencia de 141.787 personas infectadas, con el 53.75% de estos casos prevalentes en estadio de SIDA14. Hoyos Pulgarín y colaboradores, en el estudio transversal retrospectivo realizado en dos instituciones prestadoras de servicios de salud en Pereira, Colombia con datos de los años 2014 a 2019, reportaron 29% de prevalencia de histoplasmosis en personas adultas que viven con el VIH y que estaban hospitalizadas15.Dado el uso de agentes antifúngicos como parte del tratamiento de la histoplasmosis, su adecuado diagnóstico y tratamiento también tiene un impacto en el desarrollo de resistencia a los antifúngicos, situación que se reporta cada vez con mayor frecuencia a nivel mundial16. Reflejo de esta problemática, es que en 2022 la Organización Mundial de la Salud (OMS) incluyó a Histoplasma spp. en el grupo de patógenos fúngicos de alta prioridad para guiar la investigación, el desarrollo y las acciones de salud pública17.Por lo anterior resulta necesario generar recomendaciones que permitan orientar el diagnóstico y tratamiento de este grupo de pacientes en la práctica clínica diaria, con el objetivo de brindar una atención en salud de calidad, obtener mejores desenlaces clínicos y propender por un uso pruden-te de antifúngicos
Jorge Alberto Cortés1, Martha Carolina Valderrama-Rios2, Angela María Tobón3, Beatriz L. Gómez4, Diego Caceres5, Laura Cristina Nocua-Báez6, Diego Andrés Arévalo-Barreto7, Cándida Diaz-Brochero8, Indira Berrio9, Andrés Felipe Arias10, María Paulina Posada-Vergara11, Jairo Enrique Pérez12, Ángel González13, Karen Melissa Ordóñez14, Edgar Sánchez15, Carlos Arturo Álvarez-Moreno1
1 Departamento de Medicina Interna, Facultad de Medicina, Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, Colombia.Unidad de Infectología, Hospi-tal Universitario Nacional de Colombia, Bogotá, Colombia.
2 Departamento de Medicina Interna, Facultad de Medicina, Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, Colombia.Unidad de Infectología, Hospi-tal Universitario Nacional de Colombia, Bogotá, Colombia.
3 Instituto Colombiano de Medicina Tropical, Universidad CES, Medellín, Co-lombia.
4 Grupo de Estudios en Microbiología Translacional y Enfermedades Emer-gentes (MICROS), Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud, Universidad del Rosario, Bogotá, Colombia.
5 Grupo de Estudios en Microbiología Translacional y Enfermedades Emer-gentes (MICROS), Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud, Universidad del Rosario, Bogotá, Colombia. Center of Expertise in Mycology Radbou-dumc/CWZ, Nijmegen, The Netherlands. IMMY. Norman, OK, United States of America.
6 Departamento de Medicina Interna, Facultad de Medicina, Universidad Na-cional de Colombia, Bogotá, Colombia.
7 Departamento de Medicina Interna, Facultad de Medicina, Universidad Na-cional de Colombia, Bogotá, Colombia.
8 Departamento de Medicina Interna, Pontificia Universidad Javeriana, Hos-pital Universitario San Ignacio, Bogotá, Colombia.
9 Servicio de infectología, Hospital General de Medellín Luz Castro de Gu-tiérrez E.S.E., Medellín, Colombia. Asociación Colombiana de Infectología, Comité Micosis.
10 Asociación Colombiana de Infectología, Comité Micosis. Departamento de Infectología, Hospital Universitario Erasmo Meoz, Cúcuta, Colombia.
11 Servicio de infectología, Programa Especial VIH, Hospital La María E.S.E., Medellín, Colombia. Asociación Colombiana de Infectología, Comité VIH
12 Servicio de infectología, Fundación Cardioinfantil, Bogotá, Colombia. Asociación Colombiana de Infectología, Comité Micobacterias.
13 Grupo de Investigación en Microbiología Básica y Aplicada (MICROBA), Escuela de Microbiología, Universidad de Antioquia, Medellín, Colombia
Para descargar la investigación completa haga clik a continuación:
https://www.revistainfectio.org/P_OJS/index.php/infectio/article/view/1178/1318