Hay que añadir los problemas del sueño a los efectos a largo plazo de las conmociones
- netmd
- 15 de marzo de 2021
- Neurología
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JUEVES, 4 de marzo de 2021 (HealthDay News) — Las conmociones cerebrales pueden aumentar el riesgo a largo plazo de una amplia variedad de trastornos del sueño, indica un nuevo estudio.
Los investigadores observaron a más de 98,700 veteranos de EE. UU. diagnosticados con una lesión traumática cerebral (LCT) y al mismo número de veteranos sin antecedentes de LCT. Las lesiones cerebrales abarcaban desde una LCT leve (una conmoción) hasta grave.
Ninguno de los participantes tenía trastornos del sueño al inicio del estudio, pero a lo largo de 14 años de seguimiento, un 23 por ciento de los que sufrieron LCT desarrollaron trastornos del sueño, frente a un 16 por ciento de los que no tenían antecedentes de lesiones cerebrales.
“Encontramos que las personas con LCT tenían un mayor riesgo de insomnio, apnea del sueño, trastornos del movimiento relacionados con el sueño y somnolencia diurna excesiva, es decir, todos los trastornos del sueño que observamos”, señaló la autora del estudio, la Dra. Yue Leng, epidemióloga e investigadora del sueño de la Universidad de California, en San Francisco.
Tras ajustar por otros factores de riesgo de los trastornos del sueño, como la diabetes, el uso de tabaco o el trastorno por uso de sustancias, los investigadores concluyeron que las personas con LCT tenían un 40 por ciento más de probabilidades de desarrollar un trastorno del sueño que los que no tuvieron una LCT.
La asociación fue más firme entre los veteranos que sufrieron conmociones que entre los que tuvieron LCT moderadas o graves.
El estudio encontró que un 11 por ciento de los veteranos con LCT desarrollaron una apnea del sueño y que un 12 por ciento desarrollaron insomnio, en comparación con un 8 y un 7 por ciento, respectivamente de los que no tuvieron LCT. En la apnea del sueño, la respiración se detiene y reinicia repetitivamente durante la noche, mientras que las personas con insomnio tienen problemas para quedar o permanecer dormidas.
Tener un trastorno por estrés postraumático no aumentó ni redujo el riesgo de trastornos del sueño, según el estudio. Los hallazgos se publicaron en la edición en línea del 3 de febrero de la revista Neurology.
“Dado que los trastornos del sueño afectan a la calidad de vida de las personas y a su proceso de rehabilitación, será importante desarrollar estrategias para identificar pronto a estos trastornos y además para prevenir que ocurran tras las lesiones cerebrales traumáticas, con el objetivo de mejorar la salud y la calidad de vida generales de las personas”, planteó Leng en un comunicado de prensa de la revista.
Se necesita más trabajo para comprender el vínculo entre el distinto grado de gravedad de las LCT y el desarrollo de los trastornos del sueño, anotó.
“La asociación más firme entre las personas con una LCT leve podría deberse a unos mecanismos distintos de lesión cerebral en esas lesiones”, señaló Leng.
Por ejemplo, la LCT leve con frecuencia implica lesiones por conmoción o lesiones por aceleración o desaceleración, que provocan una lesión e inflamación más difusas, explicó. Por otro lado, las LCT moderadas o graves con frecuencia se deben a un golpe directo en la cabeza, con un daño más focalizado pero más intenso.