Himen imperforado con hematocolpos. A propósito de un caso
- netmd
- 5 de abril de 2024
- Ginecología y Obstetricia
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RESUMEN
El himen imperforado es una malformación congénita poco frecuente reconocida como la causa más común de hematocolpos. La mayoría de las pacientes con himen imperforado son infradiagnosticadas hasta la manifestación de síntomas obstructivos en la adolescencia. Presentamos el caso de una mujer de 13 años a quien se le diagnosticó de himen imperforado con hematocolpos.
INTRODUCCIÓN
El himen imperforado es una anomalía congénita rara relacionada a la ausencia de rasgadura de esta membrana durante el desarrollo neonatal1. La mayoría de las pacientes se mantienen asintomáticas hasta la menarquia, cuando comienzan a manifestar síntomas obstructivos, siendo los más típicos el dolor abdominal de tipo cíclico y la amenorrea1-3.
El diagnóstico se basa en la ausencia de perforación de la membrana himeneal a nivel del introito vaginal en la inspección pélvica1. La principal manifestación clínica es la formación del hematocolpos que consiste en el acúmulo de sangre en la vagina o la cavidad uterina debido a la obstrucción generada por la ausencia de perforación del himen que impide la salida de la sangre durante la menstruación. El hematocolpos se puede manifestar con abombamiento de la membrana himeneal y la presencia de una masa hipogástrica dolorosa al tacto, que se confirma mediante la ecografía1-4.
El tratamiento es quirúrgico, mediante la apertura del himen y drenaje del material acumulado. Tras la intervención, la mayoría de las pacientes se mantienen asintomáticas e inician la menarquia, siendo reducida la posibilidad de recidiva3.
COMUNICACIÓN DEL CASO
Se presenta el caso de una adolescente de 13 años, de raza árabe, que fue derivada de urgencias pediátricas por dolor abdominal de varias semanas de evolución. Se encontraba afebril sin otra sintomatología acompañante.
La paciente no presentaba alergias medicamentosas conocidas ni otros antecedentes médicos de interés. Refería intervención quirúrgica por estrabismo a los 8 años y como antecedentes ginecológicos-obstétricos, ausencia de menarquia.
Al examen físico presentaba distensión abdominal a nivel hipogástrico, dolorosa a la palpación, sin signos de irritación peritoneal. Los genitales externos eran normales, pero a nivel del introito vaginal se visualizaba una membrana azulada abombada (figura 1), sin posibilidad de exploración de vagina ni especuloscopia.
Briselda González Monzón1, Médico Interno Residente
María Guzmán Muñoz1 , Ginecólogo y Obstetra, Facultativo Especialista
- Área de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitario Infanta Cristina, Madrid, España
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