Hipo en los recién nacidos podría ser la clave para el desarrollo cerebral
- netmd
- 21 de noviembre de 2019
- Neurología
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12 de noviembre de 2019
Un nuevo estudio publicado recientemente en la revista Clinical Neurophysiology señala que, cada vez que un bebé recién nacido tiene hipo, se desencadena una enorme ola de señales cerebrales que podrían estar ayudándolo a aprender a regular su respiración. El trabajo es autoría de expertos del Colegio Universitario de Londres (UCL), y se basó en escáneres cerebrales de recién nacidos.
“Las razones por las cuales tenemos hipo no están del todo claras, pero quizás haya una razón que involucra al desarrollo, dado que los fetos y los recién nacidos tienen hipo con mucha frecuencia“, indicó Kimberley Whitehead, autora principal del estudio e investigadora asociada en el Departamento de Neurociencia, Fisiología y Farmacología del UCL.
Los bebés prematuros son particularmente propensos al hipo, ya que pasan alrededor del 1% de su tiempo con hipo, esto es, 15 minutos al día. El hipo comienza en el útero a las nueve semanas de edad gestacional, lo que lo convierte en uno de los primeros patrones de actividad establecidos.
La nueva investigación evaluó a 13 recién nacidos en una sala de neonatología, quienes tuvieron ataques de hipo. Los bebés eran tanto prematuros como de término completo, con un rango de edad gestacional entre las 30 y 42 semanas, por lo que su desarrollo podría haber reflejado las características típicas presentes durante el último trimestre del embarazo.
La actividad cerebral se registró mediante electrodos de EEG (electroencefalografía) colocados en el cuero cabelludo. Asimismo, se colocaron sensores de movimiento en los torsos de los bebés para realizar un registro respecto a cuándo tuvieron hipo.
Los científicos ya habían sugerido previamente que los bebés que patean el útero podrían estar creando mapas mentales de sus propios cuerpos, y resaltaron que sus nuevos hallazgos podrían ser un reflejo del mismo proceso pero para el cuerpo interno.
Con base en lo anterior, los autores descubrieron que las contracciones del músculo del diafragma debidas al hipo provocan una respuesta pronunciada en la corteza cerebral: dos ondas cerebrales grandes seguidas de una tercera. Como la tercera onda cerebral es similar a la provocada por un ruido, el cerebro de un bebé recién nacido puede vincular el sonido del hipo con la sensación de contracción muscular del diafragma. Los investigadores afirman que el procesamiento posnatal de entradas multisensoriales es importante para desarrollar conexiones cerebrales.
“La actividad resultante del hipo podría estar contribuyendo a que el cerebro del bebé aprenda a controlar los músculos de la respiración, para que eventualmente esta pueda controlarse voluntariamente moviendo el diafragma hacia arriba y hacia abajo“, subrayó el doctor Lorenzo Fabrizi, autor principal del estudio y también investigador en el Departamento de Neurociencia, Fisiología y Farmacología del UCL.
“Cuando nacemos, los circuitos que procesan las sensaciones corporales no están completamente desarrollados, por lo que el establecimiento de tales redes es un hito crucial para el desarrollo de los recién nacidos“, agregó.
“Nuestros hallazgos nos han llevado a preguntarnos si el hipo en los adultos, que parece ser principalmente una molestia, puede de hecho deberse a un reflejo vestigial o sobrante de la infancia, cuando tenía una función importante“, concluyó Whitehead.