Ingesta de antidepresivos durante el embarazo y autismo
- netmd
- 12 de octubre de 2017
- Ginecología y Obstetricia
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La depresión es común en las mujeres en edad fértil, y en Europa a un 3,8% de las embarazadas se les prescribe antidepresivos. La seguridad fetal de la exposición a estos medicamentos ha generado un amplio debate debido a las preocupaciones de una posible asociación con el autismo en la descendencia expuesta. En los últimos cinco años, varios estudios epidemiológicos han evaluado esta relación, pero ha sido difícil obtener conclusiones robustas al respecto.
Dheeraj Rai y colegas de la Universidad de Bristol (Reino Unido), estudiaron la asociación entre el uso de antidepresivos durante el embarazo y la aparición de trastorno del espectro autista (TEA) en la descendencia. Para ello efectuaron un análisis observacional prospectivo de cohortes con métodos de regresión, propensión puntuación de coincidencia, controles de hermanos, y comparación de control negativo. Los participantes fueron 254.610 individuos de edades 4 a 17 años, incluidos 5.378 con autismo, residentes del Condado de Estocolmo entre 2001 – 2011 que nacieron de madres que no tomaron antidepresivos y sin desórdenes psiquiátricos, madres que tomaban antidepresivos durante el embarazo, o madres con problemas mentales que no consumían psicofármacos durante su gestación. El uso de medicamentos se registró durante la primera entrevista prenatal o se determinó a partir de registros de prescripción. La principal medida de resultado fue el diagnóstico de TEA con y sin discapacidad intelectual en la descendencia.
De los 3.342 niños expuestos a antidepresivos durante el embarazo, el 4,1% (n = 136) tuvo un diagnóstico de autismo, en comparación con una prevalencia del 2,9% (n = 353) de 12.325 niños no expuestos, cuyas madres tenían un historial de trastornos psiquiátricos. Los índices de propensión condujeron a resultados similares al igual que el análisis de control de hermanos, aunque con intervalos de confianza más amplios. En una comparación de control negativo, no se encontró evidencia de ningún aumento del riesgo de TEA en niños cuyos padres consumían los medicamentos durante el embarazo de la madre. En todos los análisis, el aumento del riesgo correspondió solamente al autismo sin discapacidad intelectual.
En resumen, la asociación entre el uso de antidepresivos durante la gestación y el autismo, particularmente el sin discapacidad intelectual, puede que no sea únicamente un subproducto de factores de confusión. El estudio de los posibles mecanismos biológicos subyacentes podría ayudar a la comprensión de los factores modificables en la etiología del TEA. Es importante destacar que el riesgo absoluto fue pequeño, e hipotéticamente, si las embarazadas no toman antidepresivos, el número de casos que potencialmente podrían ser prevenidos sería pequeño.