Inhibir proteína causante de cáncer ayudaría a prevenir enfermedad autoinmune que afecta la piel
- netmd
- 21 de marzo de 2019
- Reumatología
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26 de febrero de 2019
Una proteína que se sabe desempeña un papel en el cáncer también podría aumentar la fibrosis en pacientes con esclerodermia.
La esclerodermia, una enfermedad autoinmune crónica y rara, se caracteriza por endurecer la piel y los órganos internos. Los síntomas suelen incluir dolor, rigidez, fatiga y dificultad para respirar.
“La enfermedad crea una activación excesiva de fibroblastos que, en última instancia, resulta en daño al tejido e insuficiencia orgánica“, señaló Amr Sawalha, profesor en la División de Reumatología de la Universidad de Michigan (U-M), Estados Unidos.
En un nuevo estudio, publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, Sawalha y su equipo examinaron la esclerodermia a nivel molecular para comprender mejor el proceso de fibrosis (endurecimiento de tejidos).
“Examinamos la molécula EZH2, que se sabe desempeña un papel en varios tipos de cáncer“, apuntó Sawalha. “Esta proteína regula la expresión génica, al afectar las modificaciones que ocurren en el ADN y en otras proteínas unidas al ADN, a través de un proceso llamado regulación epigenética“.
Sawalha y otros investigadores ya habían identificado previamente un papel para EZH2 en el lupus, otra enfermedad autoinmune, y sus brotes.
“EZH2 se sobreexpresa en las células T del lupus, lo que hace que estos glóbulos blancos se vuelvan activos en los pacientes con lupus“, comentó. “Luego ampliamos nuestros estudios a la esclerodermia, y analizamos específicamente el papel de EZH2 en los fibroblastos y en las células endoteliales en esta enfermedad“.
Examinando a EZH2
El equipo de investigación primero aisló células de pacientes con esclerodermia en colaboración con el “Programa de Esclerodermia” de la Escuela de Medicina de la Universidad de Michigan. El programa brinda atención a una gran cantidad de pacientes con la enfermedad en dicha institución. Posteriormente, expandieron sus estudios a modelos animales para probar más a fondo los resultados identificados en las células humanas.
“Tanto el aumento de la fibrosis como la función anormal de los vasos sanguíneos, o la angiogénesis defectuosa, son aspectos importantes de la patología en esta enfermedad autoinmune“, expresó la doctora Eliza Tsou, profesora asistente de investigación en la U-M y primera autora del estudio. “Diseccionamos las células y descubrimos que el aumento de los niveles de EZH2 contribuía a este proceso de la enfermedad en pacientes con esclerodermia“.
Después de identificar la molécula, el equipo de investigación examinó lo que sucedió en las células cuando se inhibió EZH2.
“Cuando suprimimos EZH2, encontramos que podíamos corregir el aumento de la fibrosis y la función anormal de los vasos sanguíneos en la esclerodermia“, reportó Sawalha.
Traduciendo los hallazgos
Debido a que EZH2 es una molécula conocida por desempeñar un papel en los pacientes con cáncer, Sawalha dijo que la capacidad de traducir su trabajo del laboratorio a los pacientes podría ser más fácil.
“Lo que es bueno es que los inhibidores de EZH2 ya están desarrollados y probados en ensayos clínicos en ciertos cánceres“, refirió. “Por lo tanto, nuestros hallazgos se pueden traducir más fácilmente a la clínica reutilizando los inhibidores ya existentes de EZH2 para tratar la esclerodermia“.
Como actualmente no existen opciones de tratamiento efectivas contra la esclerodermia, Sawalha subrayó que este tipo de investigación es importante para estudios y ensayos futuros.
“Continuaremos investigando esta enfermedad a nivel molecular e intentaremos identificar objetivos terapéuticos adicionales para esta población de pacientes“, concluyó.