Investigadores de Brasil identifican potenciales blancos para el tratamiento de la leishmaniasis

 

El grupo enfocó su análisis en un conjunto de 84 microARNs sabidamente implicados en la respuesta inmunitaria de los macrófagos, con el objetivo de ver cuáles tendrían su expresión aumentada con el ingreso del parásito en la célula. Se evaluó la expresión en cuatro momentos distintos: 4, 24, 48 y 72 horas después de la infección.

Los resultados muestran que el parásito silvestre aumentó la expresión del 78% de los 84 microARNs analizados en el macrófago. En tanto, el linaje sin arginasa incrementó la expresión de tan sólo el 32% de esas moléculas.

“Esto evidencia que el hecho de que el parásito no produzca arginasa hace que el macrófago responda de manera distinta a la infección”, sostuvo Floeter-Winter.

Entre los microARNs que estaban más expresados en los macrófagos infectados por el parásito silvestre en comparación con el grupo al que se le inoculó la Leishmania KO de arginasa, dos moléculas llamaron la atención de los investigadores: el miR-294 y el miR-721.

Con la ayuda de programas de bioinformática, el grupo buscó los posibles blancos de esos dos microARNs. Ese análisis sugirió que ambos serían responsables de la inhibición en el macrófago de la producción de una enzima llamada óxido nítrico sintasa, esencial para que la célula de defensa logre secretar óxido nítrico y matar al patógeno.

“La entrada de la Leishmania KO de arginasa en el macrófago también incrementa la expresión de miR-294 y miR-721, pero, aparentemente, no lo suficiente como para inhibir completamente a la óxido nítrico sintasa y facilitar la supervivencia del parásito”, comentó la investigadora.

Se realizaron otros tres experimentos para confirmar que miR-294 y miR-721 tienen como blanco una región del ARN mensajero de la óxido nítrico sintasa. La descripción metodológica redundó en un segundo artículo, publicado en Protocol Exchange , revista también perteneciente al grupo Springer Nature.

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