Investigadores del Clínic y del IDIBAPS identifican una nueva estrategia para combatir uno de los linfomas más agresivos
- netmd
- 20 de septiembre de 2018
- Oncología Médica
- 0 Comments
27 de agosto de 2018
El estudio está realizado por el Dr. Robert Albero y dirigido por el Dr. Pedro Jares en el grupo de Investigación de neoplasias linfoides del IDIBAPS que encabeza el Dr. Elías Campo.
Un equipo de investigadores del IDIBAPS y del Hospital Clínic de Barcelona ha identificado un talón de Aquiles del linfoma del manto (LCM), uno de los linfomas más agresivos. Este punto de vulnerabilidad se podría utilizar para desarrollar nuevos tratamientos contra la enfermedad. El estudio, que publica esta semana la revista Journal of Clinical Investigation, está realizado por el Dr. Robert Albero y dirigido por el Dr. Pedro Jares en el grupo de Investigación de neoplasias linfoides del IDIBAPS que encabeza el Dr. Elías Campo.
El linfoma de células del manto es un cáncer del sistema linfático consecuencia de la proliferación desordenada de linfocitos, unos linfocitos que se han transformado en células malignas. Es un tipo de linfoma agresivo y poco frecuente, que representa entre el 2 y 5% de todos los linfomas y los tratamientos que existen hoy en día ofrecen resultados muy limitados.
El origen de la enfermedad se encuentra en el gen de la ciclina D1. Este gen es conocido porque regula la división celular. Si está alterado, sin embargo, provoca una producción anormalmente elevada de la proteína ciclina D1, lo que estimula la división celular y el crecimiento de las células, que se multiplican y acumulan dando lugar al linfoma. El estudio que publica Journal of Clinical Investigation ha identificado una nueva función del gen de la ciclina D1, que puede aprovecharse para nuevos tratamientos; principalmente para el linfoma de células del manto, pero también para otros tipos de tumores con niveles muy altos de ciclina D1.
Los investigadores han descubierto que la ciclina D1 está implicada en otro proceso básico para que la maquinaria celular funcione correctamente, y es el mecanismo que copia la información de ADN al ARN. En las células de este linfoma, sin embargo, la ciclina D1 hace que los niveles de ARN estén por debajo de los normales.
Que células con niveles elevados de ciclina D1 presenten una capacidad de copia del ADN a ARN disminuida pone en evidencia un potencial talón de Aquiles de estas células tumorales que puede aprovecharse para el diseño de nuevos tratamientos. Todas las células necesitan que el proceso de copiar el ADN a ARN funcione adecuadamente, aunque pueden tolerar niveles bajos de ARN. Si estos niveles se reducen en exceso, sin embargo, la célula puede morir. Las células del linfoma del manto y del mieloma que expresan ciclina D1 tienen niveles bajos de ARN pero suficientes para funcionar y dividirse a pesar de estar cerca del límite tolerado.
Al ver esta situación los investigadores pensaron que un inhibidor de la copia del ADN a ARN a dosis bajas podría ser letal para las células cancerosas del linfoma y mieloma sin afectar a las células normales del organismo. Con esta idea trataron células neoplásicas con los inhibidores de la copia de ADN a ARN y confirmaron que este tratamiento induce la muerte de las células, principalmente de las que tienen niveles elevados de ciclina D1.
El Dr. Jares indica que “nuestros resultados sugieren que la letalidad provocada por estos inhibidores se podría explotar el desarrollo de futuras estrategias terapéuticas dirigidas contra la maquinaria de copia del ADN a ARN, particularmente en los linfomas con niveles más elevados de ciclina D1 , que por otro lado son los más agresivos”. También, otros tipos de tumores con niveles muy altos de ciclina D1 se podrían beneficiar de estas aproximaciones terapéuticas.