Investigan sobre el papel aniquilador de bacterias depredadoras antimicrobianas
- netmd
- 12 de enero de 2024
- Enfermedades Infecciosas
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05/01/2024
Averiguar cómo las bacterias depredadoras antimicrobianas naturales son capaces de reconocer y matar otras bacterias ha sido el objetivo de una reciente investigación de la que se han obtenido resultados de interés en el terreno de la bacteriología.
Investigadores de las Universidades de Birmingham y de Nottingham (Reino Unido) han descubierto cómo las bacterias depredadoras antimicrobianas naturales, denominadas ´Bdellovibrio bacterivorou´, producen proteínas en su superficie para atrapar a sus presas. “Desde la década de los años 60 se sabe que´ Bdellovibrio bacterivorous´ caza y mata a otras bacterias penetrando en las células diana y comiéndoselas desde dentro antes de reventarlas más tarde. La pregunta sin respuesta, durante tiempo, consistía e ´¿cómo consiguen estas células adherirse firmemente cuando sabemos lo variadas que son sus dianas bacterianas?”, expuso el prof. Andrew Lovering, catedrático de Biología Estructural de la Universidad de Birmingham.
El avance, publicado en ´Nature Microbiology´ se produjo tras el hallazgo, por parte de los investigadores, de que los depredadores de ´Bdellovibrio´ depositan una resistente vesícula (una parte “recortada” de la envoltura de la célula depredadora) cuando invaden a su presa.
“La vesícula crea una especie de esclusa u ojo de cerradura que permite la entrada de ´Bdellovibrio´ en la célula presa. Pudimos aislar esta vesícula, toda una primicia en este campo”. Analizamos la vesícula para descubrir las herramientas utilizadas durante el contacto entre depredador y presa. Es como si un cerrajero dejara la ganzúa, o la llave, como prueba, en el ojo de la cerradura“, explicó la prof. Liz Sockett, de la Facultad de Ciencias de la Vida de la Universidad de Nottingham. “Al examinar el contenido de la vesícula, descubrimos que, como ´Bdellovibrio´ no sabe con qué bacteria se va a encontrar, despliega en su superficie una serie de moléculas de reconocimiento de presas similares, creando muchas ´llaves´ diferentes para abrir muchos tipos distintos de presas”, agregó.
En busca de las presas
Los investigadores realizaron un análisis individual de las moléculas, demostrando que forman largas fibras, aproximadamente diez veces más largas que las proteínas globulares comunes. Esto les permite operar a distancia y “tantear” presas en las proximidades.Se contabilizaron un total de 21 fibras diferentes. A continuación, el equipo comenzó a intentar vincular una fibra particular a una molécula particular de la superficie de la presa.
Averiguar qué fibra coincide con cada presa podría favorecer un enfoque de ingeniería que permita depredadores personalizados apuntar a diferentes tipos de bacterias. Después de varios intentos, descubrieron una firma química en el exterior de las bacterias presa que se ajustaba perfectamente a la punta de la fibra. “Es la primera vez que una característica de ´Bdellovibrio´ se empareja con la selección de la presa”, destacó el prof. Lovering.
Los científicos dedicados a la materia podrán ahora utilizar estos hallazgos para averiguar qué conjunto de fibras utilizan los distintos depredadores que estudian y atribuirlas potencialmente a presas específicas.