La exposición solar provoca numerosas enfermedades cutáneas más allá de las quemaduras, el cáncer o el fotoenvejecimiento

08/08/2023  

La doctora Raquel Sánchez Castaño, dermatóloga del Hospital Vithas Valencia Consuelo, advierte que cosméticos o productos industriales ?pueden inducir fotoalergias? y que hay afecciones de la piel que pueden verse agravadas por la exposición al sol

La doctora Raquel Sánchez Castaño, dermatóloga del Hospital Vithas Valencia Consuelo, ha recordado que, además de los efectos negativos debido a un exceso de exposición solar a corto y largo plazo “como las quemaduras, el cáncer o el fotoenvejecimiento”, existe “una amplia variedad de enfermedades cutáneas” que pueden causar “lesiones de diferentes tipos y prurito tras la exposición solar”.

La profesional destaca que los síndromes de fotosensibilidad forman un grupo muy amplio de enfermedades “que incluyen las formas idiopáticas (primarias) como la erupción polimorfa lumínica (EPL) y sus variantes (erupción primaveral juvenil, erupción polimorfa sin rash), la dermatitis actínica crónica (CAD), el prurigo actínico, el hidroa vacciniforme, la urticaria solar, además de la fotosensibilidad inducida por fármacos y agentes químicos, y la amplia variedad de dermatosis agravadas de forma secundaria por la exposición solar”.

Tal y como explica, una de las fotodermatosis más frecuentes es la EPL (erupción polimorfa lumínica). Se caracteriza “por la aparición de brotes recurrentes de una erupción papulovesicular pruriginosa en áreas expuestas minutos u horas después de la exposición solar”. Para su tratamiento, se utilizan corticoides tópicos u orales de forma sintomática y se recomienda la restricción en la exposición a radiación UV y el uso de fotoprotectores con factor alto. “Si estas medidas son insuficientes se puede realizar profilácticamente tratamiento mediante PUVA o UVB de banda estrecha durante la primavera”, indica la doctora Sánchez Castaño.

Por otra parte, también destaca la dermatitis actínica crónica (CAD), que se manifiesta como una dermatitis crónica en las zonas expuestas. En el prurigo actínico “aparecen nódulos y pápulas muy pruriginosos, excoriados predominantemente en cara y en zona distal de las extremidades”; el hidroa vacciniforme, que “se caracteriza por la aparición de máculas y ampollas”; o la urticaria solar “aparece como eritema y habones urticariales poco tiempo después de la exposición sin respetar áreas cubiertas”. 

Cosméticos y productos industriales

La doctora Raquel Sánchez Castaño advierte de que cosméticos, productos industriales y algunos agentes terapéuticos como los AINES tópicos a los que se une la fotoexposición “pueden inducir fotoalergias o fototoxias con un patrón clínico extremadamente variable”. 

Además de todo esto, existe un amplio grupo de enfermedades cutáneas cuyo origen no es de forma directa la foto exposición “pero que pueden ser agravadas o precipitadas por ella como son el lupus eritematoso, la enfermedad de Darier, las porfirias…”.

En todos estos casos “es obvio que se debe recomendar el uso de fotoprotectores de factor alto, ropa, sombreros y todas aquellas conductas que nos ayuden a evitar el sol”, concluye la dermatóloga.

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