La lactancia materna prolongada podría proteger del eczema en la adolescencia

LUNES, 13 de noviembre de 2017 (HealthDay News) — Animar a las madres que acaban de tener un hijo a persistir con la lactancia podría reducir a la mitad el riesgo, que ya es bajo, de que sus bebés desarrollen eczema al llegar a la adolescencia, sugiere una investigación reciente.

Y aunque el estudio no encontró un impacto en el riesgo adolescente de asma, al menos un pediatra de EE. UU. dijo que otros estudios han respaldado el rol de la lactancia materna en una reducción potencial del riesgo de que un niño desarrolle alergias o asma.

Los nuevos hallazgos provienen de una investigación en curso que sigue a algunos de los efectos protectores de la lactancia materna en niños criados en Bielorrusia, un país del este de Europa.

El estudio no comparó a las madres que no lactaron con las que sí, y no probó un vínculo causal entre la lactancia materna prolongada y el riesgo de eczema o asma.

En lugar de ello, los investigadores observaron cómo les iba a los adolescentes con el paso del tiempo cuando las madres participaron en un programa que fomentó una lactancia materna lo más prolongada posible, en comparación con niños por lo demás sanos criados por madres que no estaban inscritas en dicho programa.

El resultado: un 0.7 por ciento de los bebés cuyas madres no recibieron el respaldo para la lactancia al final desarrollaron eczema cuando tenían 16 años, frente a solo un 0.3 por ciento de aquellos cuyas madres habían recibido el respaldo para la lactancia.

Pero los hallazgos del nuevo estudio no respaldaron la teoría de que la lactancia materna podría reducir el riesgo de asma.

“No hay buenas evidencias de otros estudios respecto a que la lactancia materna proteja del asma, así que desde ese punto de vista no nos sorprendimos”, apuntó el autor del estudio, el Dr. Carsten Flohr.

Al preguntarle si es probable que los resultados acaben con la especulación en cuanto al asma, Flohr dijo “siempre se pueden realizar más estudios. Pero es muy poco probable que tengamos otro [estudio de gran tamaño], y tendría que ser incluso más grande para encontrar un efecto protector muy pequeño, si es que lo hay”.

Flohr es director de la unidad de investigación en dermatología basada en la población en el Instituto de Dermatología St. John, y de la división de medicina genética y molecular del Colegio del Rey de Londres.

La Organización Mundial de la Salud recomienda amamantar a los bebés entre cuatro y seis meses, para promover la resistencia a las alergias y a las enfermedades. Pero investigaciones anteriores sobre si la lactancia podría fomentar el desarrollo pulmonar y la resistencia al asma han resultado inconsistentes, dijeron los autores del estudio.

Según el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de EE. UU., el eczema es una afección crónica que no es contagiosa, caracterizada por resequedad y picor en la piel. Más o menos un 30 por ciento de los estadounidenses, la mayoría niños y adolescentes, lo desarrollan en un momento u otro.

En el estudio, los investigadores primero reclutaron a 13,500 mujeres que acababan de ser madres en Bielorrusia entre 1996 y 1997.

Todas habían comenzado a amamantar a sus bebés en el momento del nacimiento. Pero mientras la mitad recibió un ánimo constante para amamantar en los hospitales que habían adoptado un programa de 10 pasos “favorable para los bebés”, la otra mitad lo hizo en el ámbito de la atención estándar.

Los investigadores siguieron el riesgo de eczema y asma de los niños en los exámenes de seguimiento realizados a las edades de 1, 6, 11.5 y 16 años.

En el seguimiento más reciente, se examinó si los adolescentes tenían eczema alrededor de los ojos, en el cuello, en los codos, las rodillas y los tobillos, y mediante un cuestionario. La incidencia del asma se evaluó con pruebas de función pulmonar y un cuestionario.

El riesgo de eczema se redujo de forma notable entre aquellos cuyas madres habían recibido ánimos para amamantar. Pero no se observó un vínculo de ese tipo con el riesgo de asma, apuntaron los autores del estudio.

Los hallazgos aparecen en la edición en línea del 13 de noviembre de la revista JAMA Pediatrics.

El Dr. Jay Lieberman, profesor asistente de pediatría en el Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Tennessee, dijo que los hallazgos sobre el eczema no le sorprendieron, pero cuestionó la fiabilidad del estudio.

“Como señalan los autores, el problema es que no se puede asignar a los pacientes a ser amamantados o no al azar”, anotó.

“Entonces, aunque intentaron controlar ese factor, en realidad solo pueden decir que los hijos de madres a quienes se asignó al azar a un fomento de la lactancia materna tendían a tener menos eczema a los 16 años”, dijo Lieberman.

“Los autores tampoco proveyeron mucho razonamiento científico para explicarlo”, comentó, y añadió que los hallazgos “sin duda alguna” no son la última palabra respecto al asma.

“Hay muchos estudios que siguen respaldando el rol de la lactancia materna para reducir las probabilidades de que un bebé/niño desarrolle alergias o asma”, dijo. “Si veo a una madre embarazada y me pregunta qué puede hacer para reducir las probabilidades de que su hijo sufra eczema, alergias alimentarias o asma, indudablemente le diré que lo amamante”.

FUENTES: Carsten Flohr, M.D., Ph.D., head, unit for population-based dermatology research, St. John’s Institute of Dermatology, division of genetics and molecular medicine, King’s College London and Guy’s & St. Thomas’ National Health Service Foundation Trust, London; Jay Lieberman, M.D., assistant professor, pediatrics, University of Tennessee Health Science Center, Memphis; Nov. 13, 2017, JAMA Pediatrics, online

https://medlineplus.gov/spanish/news/fullstory_169701.html