La pérdida del sentido del olfato se vincula con el riesgo de demencia

Un estudio a largo plazo sugiere que la incapacidad de identificar los olores podría ser una señal temprana de problemas

VIERNES, 29 de septiembre de 2017 (HealthDay News) — Los adultos mayores que han perdido el sentido del olfato parecen tener un riesgo más alto de demencia, sugiere un nuevo estudio.

El estudio a largo plazo incluyó a casi 3,000 participantes de 57 a 85 años de edad, en quienes se evaluó la capacidad de identificar cinco olores comunes.

El 78 por ciento de los participantes identificaron correctamente al menos cuatro de los cinco olores, encontraron los investigadores. Además, un 14 por ciento identificaron tres de los olores, un 5 por ciento identificaron solo dos de los olores, un 2 por ciento identificaron solo uno, y un 1 por ciento no identificaron ninguno de los olores.

Cinco años después de la prueba, los participantes que no pudieron identificar al menos cuatro de los cinco olores tenían más del doble de probabilidades de sufrir de demencia, en comparación con los que tenían un sentido del olfato normal, dijeron los investigadores.

Casi todos los participantes que no pudieron identificar ni un solo olor habían sido diagnosticados con demencia, junto con un 80 por ciento de los que solo identificaron uno o dos de los cinco olores, según el informe.

“Esos resultados muestran que el sentido del olfato está conectado de cerca con la función y la salud del cerebro”, apuntó en un comunicado de prensa de la Universidad de Chicago el autor líder del estudio, el Dr. Jayant Pinto, un especialista en otorrinolaringología en la universidad.

“Creemos que un declive en la capacidad de oler, en concreto, pero también en la función sensorial de forma más amplia, podría ser una importante señal temprana, y marcar a las personas que tienen un riesgo más alto de demencia”, explicó Pinto.

“Debemos comprender los mecanismos subyacentes, para poder comprender la enfermedad neurodegenerativa y, con algo de suerte, desarrollar nuevos tratamientos e intervenciones preventivas”, planteó Pinto.

Martha McClintock, coautora del estudio y experta en comunicación olfativa (del sentido del olfato) y feromónica (de la secreción química), anotó que el sistema olfativo también tiene células madre que se autorregeneran.

Entonces, explicó McClintock, “una reducción en la capacidad de oler podría señalar una reducción en la capacidad del cerebro de reconstruir componentes clave que están declinando con la edad, lo que conduce a los cambios patológicos de la gran variedad de distintas demencias que hay”. McClintock es profesora de psicología en la Universidad de Chicago.

Aunque los investigadores encontraron una asociación entre una incapacidad de identificar los olores y el desarrollo de la demencia, no pudieron probar una relación causal.

El estudio se publicó el 29 de septiembre en la revista Journal of the American Geriatrics Society.

En un editorial publicado junto con el estudio en la revista, el Dr. Stephen Thielke, del Centro Médico de Asuntos de Veteranos de Puget Sound, en Washington, añadió una advertencia.

La pérdida del sentido del olfato podría ser más fácil de medir a lo largo del tiempo que la pérdida de la función mental, lo que podría permitir una evaluación más temprana de los cambios en el cerebro, señaló. “Pero nada de esto respalda que las pruebas de olfato serían una herramienta útil para la predicción del inicio de la demencia”, dijo Thielke en el comunicado de prensa.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor

FUENTE: University of Chicago Medical Center, news release, Sept. 29, 2017

https://medlineplus.gov/spanish/news/fullstory_168804.html