La SEQC ML destaca la importancia del test de sangre oculta en heces para favorecer la detección precoz del cáncer colorrectal

20/03/2018

La Sociedad Española de Medicina de Laboratorio defiende la extensión del cribado

“La utilización del test de sangre oculta en heces puede reducir hasta en un 40% la mortalidad del cáncer de colon, gracias a la detección en fase precoz de la enfermedad, según han demostrado distintos estudios tanto en Europa como en Estados Unidos”. Así se expresa el Dr. Antonio Buño, jefe del Servicio de Análisis Clínicos del Hospital La Paz de Madrid y miembro de la Sociedad Española de Medicina de Laboratorio (SEQCML). El Dr. Buño participa este 22 de marzo en la Jornada Anual de la Alianza para la Prevención del Cáncer Colorrectal, de la que la SEQCML es miembro y defiende la implantación de este test como primer paso para la prevención frente a esta enfermedad.

“La detección de sangre en heces, comúnmente llamada test de sangre oculta en heces, es la prueba que incorporan todos los programas de cribado de población de cáncer colorrectal como primer paso”, explica el Dr. Buño, que precisa que, en función del resultado, se puede indicar un estudio de colonoscopia para determinar la causa del sangrado y poder establecer un diagnóstico definitivo. Este test posibilita además la detección y extirpación de pólipos precancerosos para prevenir el desarrollo de tumores malignos o su detección en estadios precoces. “El test de sangre oculta es una prueba incruenta y sencilla de realizar, incluso pudiendo el mismo paciente realizar la toma de muestra en su propio domicilio”, detalla el Dr. Buño.

El cáncer colorrectal (CCR) es uno de los principales problemas sanitarios en nuestra sociedad, con una gran incidencia. Es el tumor maligno más frecuente si consideramos ambos sexos y tiene una mortalidad elevada, debido a que la mayoría de los casos se presentan en fase avanzada. Sin embargo, cuando es detectado a tiempo presenta una tasa de curación muy alta, cercana al 90%. Por ello, el Dr. Buño considera tan importante detectarlo en etapas tempranas. “El test de sangre oculta en heces detecta la presencia de sangre en el tubo digestivo, especialmente en los tramos finales. Por tanto, cualquier enfermedad que implique un sangrado del tubo digestivo podría beneficiarse de esta prueba más allá del cáncer colorrectal”, añade, señalando su utilidad para la detección de divertículos, pólipos o adenomas benignos, enfermedad inflamatoria intestinal o hemorroides, entre otras.

Implantación desigual

Los programas de cribado de cáncer colorrectal en España comenzaron a implantarse en el año 2000, siendo Cataluña la primera comunidad autónoma que comenzó. Sin embargo, el grado de implantación varía en función de cada administración regional. “Hoy podemos decir que todas las comunidades tienen su propio programa, aunque con algunas diferencias entre ellos, pero el grado de implantación sigue siendo muy desigual y claramente insuficiente cuando vemos el porcentaje de población diana que ha participado en el programa”, valora el Dr. Buño en este sentido. La población a la que va dirigida son ciudadanos entre 50 y 69 años, aunque en algunos casos se eleva el intervalo de edad hasta los 74 años y la participación ha rondado el 50 por ciento en las últimas campañas. En estas, el número de tests realizados que fueron positivos se ha acercado al 7%, según precisa el doctor.

Pese a que no se ha implantado con toda la amplitud que resultaría deseable, el especialista recuerda que el método de detección precoz del cáncer colorrectal mediante esta prueba “es coste-eficaz”. “Cubrir a toda la población con los programas de cribado supondría un coste total de 65 millones de euros, lo que representa el 6% del coste del tratamiento”, destaca. El coste del test es de tan solo 2-3 euros, aunque el Dr. Buño recalca que en estos casos no hay que ver el coste aislado de la prueba, sino el del programa completo. “Es muy importante que esté adecuadamente organizado, bien diseñado, con una buena estrategia de comunicación, difusión y concienciación ciudadana”, señala el experto, que reitera que “hay numerosos trabajos que indican que este tipo de estrategias son siempre coste-efectivas”.

Mejoras en el test

Durante mucho tiempo, el método mayoritario para realizar este tipo de análisis era el conocido como método del guayaco. Tenía numerosas interferencias y además el paciente tenía que seguir una dieta de preparación en los días previos a la recogida de muestra. Sin embargo, desde hace años es posible medir la presencia de hemoglobina humana mediante los llamados métodos inmunoquímicos que son mucho más sensibles y específicos y no necesitan ninguna preparación previa por parte del paciente. Tras las mejoras técnicas, el Dr. Buño señala que el siguiente reto es “que programas de cribado poblacional se extiendan al 100% de los ciudadanos, tanto para éste como para otros tipos de cáncer”. Ello permitirá adelantar los diagnósticos y, por tanto, los tratamientos, mejorando la supervivencia global de la enfermedad de manera notable.

En ese contexto, el Dr. Buño pone en valor el papel de los profesionales de Medicina de Laboratorio en la extensión del uso de estos tests. “Los profesionales que trabajamos en los laboratorios clínicos debemos asegurarnos de que las prestaciones del método de medida sean útiles para el paciente”, señala. “Somos los responsables de validar el método de medida y asegurar la calidad analítica de los resultados, entre otras cuestiones. Además, debemos participar, junto con el resto de los profesionales implicados, en el desarrollo, seguimiento y evaluación de los programas.

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