La Universitat de València patenta un implante para prótesis y reconstrucción de fracturas
- netmd
- 7 de octubre de 2017
- Traumatología y Cirugía Ortopédica
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Antonio Silvestre, profesor asociado de la Universitat de València y jefe de Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital Clínico de Valencia-INCLIVA-UV, y la Universitat Politècnica de València (España) han patentado un implante protésico que mejora la seguridad y facilita la intervención quirúrgica. El diseño se está utilizando para prótesis de cadera, rodilla, codo y hombro, y también es utilizable en clavos para reconstrucción de fracturas o en vástagos para prótesis externa tras amputación.
El implante destaca por su novedoso diseño, compuesto por varios módulos expansibles, fabricados con polímeros que se insertan con holgura en el hueso, lo que facilita tanto su implantación como la extracción. Además, por su geometría, puede personalizarse o adaptarse a las necesidades de cada paciente.
“Con la técnica desarrollada, estos procesos son menos traumáticos, aportan al cirujano mayor control sobre la operación, con lo que esperamos influir de forma positiva en la recuperación del paciente”, destaca Antonio Silvestre, también investigador de INCLIVA-UV.
La mayoría de implantes actuales se componen de una única pieza que se inserta en el canal medular por percusión (press-fit o encaje a presión) a martillazos. Se trata de un proceso traumático que, en algunas ocasiones, produce el estallido del hueso. Además, la rigidez de estos implantes provoca la pérdida de tejido óseo (osteoporosis por desuso) y cuando es necesario retirar un implante osteointegrado, en más del 50% de los casos hay que recurrir a una fractura controlada (osteotomía ampliada).
“El sistema que hemos ideado reduce los principales inconvenientes de los implantes actuales: se inserta con holgura en el hueso, se pretensa expandiéndose y queda fijado por rozamiento, lo que permite controlar las tensiones en el hueso, lo que es especialmente importante cuando el hueso es de baja calidad”, destaca José Albelda, del Centro de Investigación en Ingeniería Mecánica (CIMM) de la Universitat Politècnica de València. Posteriormente, se produce la osteointegración del implante al hueso, quedando fijado a largo plazo. Además, al estar fabricado con polímeros “se facilita la retirada del implante reduciendo los riesgos de fractura ósea”, ha indicado el investigador.
Otro de los aspectos fundamentales del implante es su rigidez, similar a la del hueso cortical. De esta forma “se obtienen distribuciones y niveles de tensiones en el hueso implantado más parecidas a las del hueso sin implante, con lo que cabe esperar que mejore el proceso de remodelación ósea”, explica José Expósito, doctorando en Tecnologías para la Salud y el Bienestar de la Universitat Politècnica de València.
En el caso de utilizar el implante diseñado por el equipo valenciano como un clavo para fracturas, la ventaja característica es que se evita la dificultad de mecanizar en el hueso agujeros para el uso de tornillos transversales de fijación. También mejora la estabilidad de la zona de fractura comprimiendo los diferentes fragmentos entre sí.
Por último, cuando se utiliza en amputaciones de fémur y húmero se puede combinar con un collar percutáneo –también diseñado por los mismos investigadores de INCLIVA-UV y la UPV–, destinado a mejorar el anclaje de los tejidos adyacentes, lo que favorece la creación de una barrera protectora frente a infecciones.