Laberintectomía quirúrgica

RESUMEN

El tratamiento quirúrgico del vértigo se puede dividir en dos grandes grupos: no ablativos y ablativos, dentro de éstos últimos se encuentra la laberintectomía quirúrgica, técnica con la cual se produce cofosis. Su principal indicación es la sintomatología vestibular periférica invalidante, unilateral, que no mejora con medidas farmacológicas ni con terapia psiquiátrica, asociado a hipoacusia sensorioneural severa a profunda. Existen dos tipos de abordajes para realizar la laberintectomía quirúrgica: transmastoidea y transcanal, siendo la primera el gold standard para eliminar la función vestibular. Se presentarán dos casos clínicos de pacientes sometidos a estos procedimientos, uno por vía transmastoidea y otro por vía transcanal.

INTRODUCCIÓN

El tratamiento médico del vértigo y desequilibrio mejora la sintomatología de la gran mayoría de los pacientes, siendo las indicaciones quirúrgicas para el tratamiento del vértigo infrecuentes. Diez a 15% de los pacientes con enfermedad de Ménière (EM) son refractarios a tratamiento médico, y constituyen la causa más frecuente para indicar un tratamiento invasivo, incluyendo inyecciones transtimpánicas de gentamicina o tratamientos quirúrgicos1. Otras indicaciones menos frecuentes de tratamiento quirúrgico del vértigo corresponden a la dehiscencia del canal semicircular superior, vértigo paroxístico postural y fístula perilinfática, entre otros.

El tratamiento quirúrgico del vértigo se puede dividir en dos grandes grupos: no ablativos y ablativos (Figura 1). Dentro de las técnicas no ablativas se encuentran el drenaje del saco endolinfático, oclusión de canales semicirculares y laberintectomía química con gentamicina. Dentro de los métodos ablativos, existen aquellos que preservan la audición (ablativo selectivo) como la neurectomía singular y neurectomía vestibular (retrosigmoídea-retrolaberíntica-fosa media) y aquellos que destruyen el oído interno y dejan al paciente sin audición (ablativo no selectivo), como la neurectomía vestibular translaberíntica y la laberintectomía quirúrgica2.

La laberintectomía quirúrgica, es un procedimiento efectivo para el manejo de la disfunción vestibular periférica no compensada unilateral, que se ofrece como una medida de rescate en un paciente con hipoacusia severa a profunda. Consiste en la apertura del vestíbulo y canales semicirculares (CSC) para eliminar por completo a los receptores y aferencias vestibulares3. La laberintectomía quirúrgica se indica en caso de síntomas vestibulares periféricos persistentes e invalidantes, que no mejoran con medidas farmacológicas ni con terapia psiquiátrica, asociado a hipoacusia sensorioneural severa a profunda y que afecta a un solo oído. De esta forma, esta cirugía está contraindicada si se trata de un paciente con oído único4. La laberintectomía provoca una desaferentación completa de los receptores vestibulares que puede ser manejada en forma satisfactoria con rehabilitación vestibular.

Desde el punto de vista de quirúrgico, existen dos tipos de abordajes para realizar la laberintectomía: transmastoidea y transcanal2. El abordaje transmastoideo es el gold standard para la remoción completa de todos los elementos neuroepiteliales del oído interno. Permite la visualización completa del vestíbulo y remoción de utrículo, sáculo y ampollas de los CSC2. Entre sus ventajas sobre la técnica transcanal, se encuentra menor desequilibrio poscirugía (22% vs 62%)5 y mayor tasa de mejoría de la calidad de vida (98%)6. Respecto a la técnica del abordaje transcanal, en este se confecciona un colgajo tímpano-meatal y se accede a la caja timpánica, removiendo el estribo de la ventana oval. Luego se realiza un fresado entre las ventanas oval y redonda, accediendo al vestíbulo y eliminando los componentes membranosos del utrículo y sáculo con un gancho en 90°3. Con la técnica transcanal se logra un tratamiento efectivo del vértigo en el 80%-100%5, pero con inestabilidad residual en 60% los pacientes (cifra 3 veces superior a la transmastoidea)3. Entre sus ventajas destaca ser un procedimiento menos invasivo con un menor tiempo operatorio y con menos morbilidad. Entre las desventajas de la técnica transcanal, se encuentra que la exposición quirúrgica es limitada, tiene mayor dificultad en la visualización de todos los elementos neuroepiteliales del sistema vestibular y una mayor tasa de laberintectomía incompleta7.

Natalia S Cabrera1  , Luis S Dentone1  , Carlos C Stott1 , Paul H. Délano R1  2 

1Departamento Otorrinolaringología, Hospital Clínico de la Universidad de Chile

2Programa de Fisiología y Biofísica, ICBM, Facultad de Medicina, Universidad de Chile

Para descargar la investigación completa haga clik a continuación:

https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718-48162017000400412&lng=es&nrm=iso&tlng=es