Las dietas ricas en grasas podrían resultar peligrosas para los pacientes jóvenes con EM
- netmd
- 23 de octubre de 2017
- Neurología
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Esos regímenes aumentaron el riesgo de recaída de la enfermedad, encontró un estudio
MARTES, 10 de octubre de 2017 (HealthDay News) — Una dieta grasosa podría aumentar el riesgo de recaída en los niños con esclerosis múltiple (EM), según un nuevo estudio.
Pero comer una dieta rica en verduras podría reducir el riesgo de recaída a la mitad, encontraron los investigadores.
Los hallazgos podrían ofrecer evidencias iniciales de que unos cambios en la dieta podrían ayudar a algunos pacientes con EM a gestionar su afección, planteó el equipo de investigación dirigido por la Dra. Emmanuelle Waubant, neuróloga en la Universidad de California, en San Francisco.
La esclerosis múltiple es una enfermedad del sistema nervioso central que se cree que afecta a más de 2.3 millones de personas en todo el mundo. Los síntomas, que pueden provocar discapacidad, con frecuencia afectan al movimiento y a la vista.
Dado que los jóvenes con EM tienen una tasa más alta de recaída que los adultos, Waubant y sus colaboradores deseaban explorar los efectos de la dieta en los niños con la enfermedad.
219 pacientes jóvenes tratados en 11 centros de EM distintos de Estados Unidos completaron cuestionarios sobre la alimentación. Todos fueron diagnosticados con la forma de remitente-recurrente de esclerosis múltiple o con el síndrome clínicamente aislado (SCA) antes de cumplir los 18 años. El SCA es el primer episodio de síntomas neurológicos, que por lo general dura al menos 24 horas. La EM remitente-recurrente significa que los pacientes tienen ataques, y luego están libres de síntomas durante un periodo.
Los investigadores analizaron los datos de las dietas de los pacientes, y monitorizaron su salud durante casi dos años, en promedio.
En ese periodo, más o menos un 43 por ciento sufrieron una recaída de la enfermedad.
Los investigadores encontraron que cada aumento de un 10 por ciento en la ingesta de calorías provenientes de la grasa se vinculaba con un riesgo de recaída un 56 por ciento más alto.
Además, la mayor parte del aumento de ese riesgo se vinculó con el consumo de grasa saturada, que se encuentra en muchos alimentos horneados y en la carne de res, el queso y la mantequilla. Cada aumento del 10 por ciento en esas calorías se asoció con que el riesgo de recaída se triplicara, según el estudio.
Pero cada taza adicional de verduras se vinculó con una reducción del 50 por ciento en el riesgo de recaída, independientemente de la cantidad de grasa que comieran los niños, encontró el estudio. Esto fue así incluso después de que los investigadores consideraran otros posibles factores contribuyentes, como la edad, el peso y los medicamentos.
Es posible que la ingesta de grasa en exceso provoque la liberación de sustancias inflamatorias y afecte la composición de las bacterias en los intestinos, plantaron los investigadores. La grasa animal también se asocia con varias afecciones inflamatorias crónicas, mientras que una dieta rica en verduras tiene el efecto opuesto, anotó el equipo de Waubant.
Los hallazgos aparecen en la edición en línea del 9 de octubre de la revista Journal of Neurology Neurosurgery & Psychiatry.
Pero el estudio no prueba una relación causal, y se necesita más investigación sobre cómo la dieta afecta a la EM.
“En última instancia, el rol de la dieta en la EM es un área de investigación en evolución activa”, dijo la Dra. Kathryn Fitzgerald, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Johns Hopkins, en Baltimore, y autora de un comentario publicado junto con el estudio.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor
FUENTE: BMJ, news release, Oct. 9, 2017
https://medlineplus.gov/spanish/news/fullstory_169037.html