¿Las estatinas aumentan las probabilidades de diabetes tipo 2?

 

MARTES, 24 de octubre de 2017 (HealthDay News) — Unos medicamentos para reducir el colesterol conocidos como estatinas podrían reducir el riesgo de enfermedad cardiaca, pero también podrían aumentar las probabilidades de desarrollar diabetes tipo 2, sugiere una nueva investigación.

“En un grupo de personas con un riesgo alto de diabetes tipo 2, las estatinas sí parecen aumentar el riesgo de desarrollar diabetes en más o menos un 30 por ciento”, comentó la autora líder del estudio, la Dra. Jill Crandall, profesora de medicina y directora de la unidad de ensayos clínicos sobre la diabetes del Colegio de Medicina Albert Einstein, en la ciudad de Nueva York.

Pero, añadió, eso no significa que nadie deba renunciar a las estatinas.

“Los beneficios de las estatinas en términos del riesgo cardiovascular son tan potentes y están tan bien establecidos que nuestra recomendación no es que las personas deban dejar de tomar estatinas, sino que deben ser monitorizadas respecto al desarrollo de la diabetes mientras tomen una estatina”, explicó.

Al menos otro experto en la diabetes se mostró de acuerdo en que las estatinas siguen siendo beneficiosas para los que tienen un riesgo de problemas del corazón.

El Dr. Daniel Donovan Jr. es profesor de medicina y director de investigación clínica en la Escuela de Medicina Icahn en el Instituto Mount Sinai de Diabetes, Obesidad y Metabolismo, en la ciudad de Nueva York.

“Todavía debemos administrar estatinas cuando el colesterol LDL (el malo) no está controlado. Una intervención con una estatina puede reducir el riesgo de un evento cardiovascular en un 40 por ciento, y es posible que la diabetes estuviera destinada a aparecer”, apuntó.

El nuevo estudio es un análisis de datos recolectados de otro estudio en curso. Para el estudio, se reclutó a más de 3,200 adultos de 27 centros de diabetes a lo largo de Estados Unidos.

La meta de la investigación era prevenir la progresión a la diabetes tipo 2 en las personas con un riesgo alto de la enfermedad, señaló Crandall. Todos los participantes del estudio tenían sobrepeso o eran obesos. Todos también mostraban señales de que no metabolizaban el azúcar de forma adecuada al inicio del estudio, pero no lo suficientemente mal como para ser diagnosticados con diabetes tipo 2.

Los voluntarios del estudio se eligieron al azar para recibir un tratamiento con cambios en el estilo de vida que conducirían a una pérdida modesta de peso, al fármaco metformina o a una pastilla de placebo.

Al final de la intervención, se les pidió que participaran en un programa de seguimiento de 10 años. Se midió sus niveles de azúcar en la sangre dos veces al año, y también se controló su uso de estatinas.

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