Las mujeres postmenopáusicas deberían seguir evitando la TRH
- netmd
- 16 de enero de 2018
- Ginecología y Obstetricia
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No hubo un beneficio general de tomar hormonas para evitar afecciones crónicas
Una vez más, la principal autoridad del país en medicina preventiva afirma que las mujeres postmenopáusicas deberían evitar la terapia de reemplazo hormonal (TRH).
El Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de EE. UU. mantiene su recomendación original de que las mujeres que ya hayan pasado por la menopausia deberían evitar el uso de hormonas femeninas para protegerse de la osteoporosis o la diabetes, afirmó el presidente del grupo de trabajo, el Dr. David Grossman, investigador principal del Instituto de Investigación sobre la Salud de Kaiser Permanente de Washington, en Seattle.
“Básicamente, el grupo de trabajo concluyó que no había un beneficio general de tomar hormonas para evitar afecciones crónicas”, dijo Grossman. “Hay algunos beneficios, pero creemos que esos posibles beneficios son superados por los daños, lo que hace que no haya un beneficio neto en general”.
La recomendación cubre a todas las formulaciones de la terapia de reemplazo hormonal, dijo el grupo de trabajo. La terapia puede consistir en pastillas o parches que contienen estrógeno o una mezcla de estrógeno y progesterona.
Pero las mujeres que estén pasando por la menopausia pueden usar la terapia de reemplazo hormonal a corto plazo para tratar los síntomas, como los sofocos y la sequedad vaginal, dijo la Dra. Suzanne Fenske, profesora asistente de obstetricia, ginecología y ciencias reproductivas en la Escuela de Medicina Icahn de Mount Sinai, en la ciudad de Nueva York.
“La terapia de reemplazo hormonal sigue teniendo un beneficio para las mujeres con la menopausia cuyos síntomas no responden a otras opciones de tratamiento”, dijo Fenske. “Realmente se debería usar para manejar los síntomas de la menopausia, en lugar de usarse para algún tipo de medicina preventiva”.
El grupo de trabajo recomendó por primera vez que no se usara la terapia de reemplazo hormonal en las mujeres postmenopáusicas en 2012. Actualiza sus recomendaciones cada 4 años para asegurarse de que reflejan las evidencias médicas más recientes.
En la revisión de las evidencias, el grupo de trabajo consideró los resultados de 18 ensayos clínicos que incluyeron a más de 40,000 mujeres.
Todas las evidencias sugieren que la combinación de estrógeno y progesterona aumenta el riesgo de las mujeres mayores de cáncer de mama y enfermedad cardiaca, mientras que el estrógeno por sí solo aumenta el riesgo de accidente cerebrovascular, de coágulos sanguíneos y de enfermedad de la vesícula biliar, según el grupo de trabajo.
Esos riesgos superan a los beneficios de la terapia hormonal en la prevención de que los huesos se vuelvan frágiles y de la diabetes, concluyó el grupo de trabajo.
“Cuando la terapia de reemplazo hormonal llegó por primera vez al mercado en los años 60, se promocionó como un modo de mantener lo femenino para siempre”, dijo Fenske. “Luego, en los años 80, empezaron a ver que había algunos otros beneficios potenciales, como la [prevención] de la osteoporosis.
“Y luego, apareció el famoso e infame estudio de Iniciativa de salud para las mujeres (WHI, por sus siglas en inglés), que de algún modo arruinó a la terapia de reemplazo hormonal”, añadió Fenske.
Los resultados de los ensayos del WHI se publicaron a principios de los años 2000; los ensayos se detuvieron poco después de asociar a la terapia hormonal con un aumento del riesgo de cáncer de mama, enfermedad cardiaca y accidente cerebrovascular.
La actualización de la recomendación del grupo de trabajo contiene los datos de seguimiento a largo plazo más recientes de los ensayos de la WHI, dijo Grossman.
“No cambiaron nuestra conclusión, pero hay información nueva disponible que incorporamos a nuestra revisión de evidencias”, señaló Grossman.
La Dra. Stephanie Faubion, directora de la Oficina de la Salud de las Mujeres de la Clínica Mayo en Rochester, Minnesota, no estuvo de acuerdo con la recomendación del grupo de trabajo.
“Creo que este informe va a asustar a las mujeres”, dijo Faubion. “Incluso las que presentan síntomas y no están excluidas de la terapia hormonal según esta directriz van a evitarla porque le tienen miedo”.
Por ejemplo, la directriz no aplica a las mujeres que pasan por la menopausia de forma temprana o prematura, a los 45 años o antes, dijo Faubion.
“Esas mujeres en realidad sufren consecuencias adversas para su salud si no usan la terapia hormonal al menos hasta que alcancen la edad natural de la menopausia”, dijo Faubion.
Señaló que ella tampoco está de acuerdo con la recomendación generalizada para todos los grupos de edad.
“Se trata de una cuestión clave”, dijo Faubion. “Si se observa según la edad, hay más beneficios claros para las mujeres de 50 a 59 años que para las mujeres de 60 a 79 años”.
“El grupo de trabajo está intentando hacer que esto parezca más claro de lo que puede ser”, concluyó Faubion.
Fenske dijo que las mujeres en la menopausia que sufran de sofocos, sequedad vaginal y otros síntomas relacionados con ella pueden seguir usando la terapia hormonal de forma segura para aliviar su malestar.
No hay directrices claras sobre cuánto tiempo las mujeres menopáusicas pueden seguir usando la terapia de reemplazo hormonal, o sobre qué dosis es mejor para tratar los síntomas de la menopausia, dijo Fenske. En gran parte, se anima los médicos a que sean precavidos, debido a los riesgos para la salud a largo plazo.
“Se debería usar la dosis más pequeña posible durante el periodo más corto necesario”, aconsejó Fenske.
Las mujeres interesadas en usar la terapia hormonal para tratar sus síntomas de la menopausia deberían hablar con su médico, porque hay mucha información falsa y errónea ahí afuera, dijo Fenske.
La recomendación del grupo de trabajo se publicó en línea el 12 de diciembre en la revista Journal of the American Medical Association.
FUENTES: David Grossman, M.D., M.P.H., pediatrician and senior investigator, Kaiser Permanente Washington Health Research Institute, Seattle; Suzanne Fenske, M.D., assistant professor, obstetrics, gynecology and reproductive science, Icahn School of Medicine at Mount Sinai, New York City; Stephanie Faubion, M.D., director, Mayo Clinic Office of Women’s Health, Rochester, Minn.; Dec. 12, 2017, Journal of the American Medical Association
http://www.intramed.net/contenidover.asp?contenidoID=91854