Las nanopartículas pueden perjudicar al embrión humano
- netmd
- 15 de julio de 2024
- Ginecología y Obstetricia
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07/06/2024
Una placenta sana es de suma importancia para el desarrollo del futuro bebé. De hay, que se considere que una evaluación correcta del riesgo de contaminación ambiental es crucial para las mujeres embarazadas. Al respecto, investigadores están analizando el perjuicio que ocasionan las nanopartículas en el desarrollo del feto humano.
Hasta ahora, hay poca evidencia científica sobre los efectos de las nanopartículas en el embarazo y, en concreto, sobre la salud del feto. Precisamente, un equipo interdisciplinario liderado por investigadores de los Laboratorios Federales Suizos de Ciencia y Tecnología de Materiales (EMPA) está analizando actualmente este tipo de riesgos.
Las nanopartículas están contenidas en una gran cantidad de productos, pero también se producen durante el desgaste y mediante procesos de combustión “Estas sustancias las absorbemos del medio ambiente a través de nuestros alimentos, cosméticos o el aire que respiramos”, explicó la investigadora Tina Bürki con cuyo equipo del laboratorio de Interacciones de Biología y Partículas de Empa en St. Gallen (Suiza) están investigando cómo hacer frente a las mismas.
Para su investigación, el equipo utilizó placentas humanas completamente funcionales que estuvieron disponibles después de una cesárea planificada. La barrera placentaria retiene muchas nanopartículas o al menos retrasa su transporte al embrión. “El tejido placentario humano es la única manera de obtener resultados significativos sobre el transporte y el efecto de las nanopartículas”, afirma la prof. Bürki . “La estructura, el metabolismo y la interacción del tejido materno y fetal son únicos y específicos de cada especie”.
Los experimentos demostraron que las nanopartículas presentes en el tejido placentario interrumpen la producción de una gran cantidad de sustancias mensajeras. Y son estos mensajeros los que pueden desencadenar cambios graves en el desarrollo embrionario, como alteraciones en la formación de vasos sanguíneos.
“Las nanopartículas aparentemente tienen un efecto indirecto sobre el niño en el útero, inhibiendo la formación de vasos sanguíneos a través de sustancias mensajeras”, afirma Tina Bürki.
Para estos investigadores está claro que la comunicación entre la placenta y el feto se ve alterada por la presencia de nanopartículas y daña la formación de vasos sanguíneos. Sin embargo, los resultados iniciales muestran que el desarrollo del sistema nervioso no parece verse afectado.
Los análisis futuros mostrarán qué otros trastornos pueden provocar indirectamente las nanopartículas. “Dado que los efectos pueden tener repercusiones en la salud de la mujer embarazada y en el desarrollo de su hijo, estos hallazgos deberían tenerse en cuenta en la evaluación de riesgos de los nanomateriales“, concluyó la investigadora.