Lesiones meniscales RAMP, y lesiones del ligamento meniscotibial posteromedial

Resumen

Las lesiones meniscales son las lesiones más frecuentemente asociadas a lesiones del Ligamento Cruzado anterior (LCA), encontrándose 9,3 a 16,9% en el segmento posteromedial y comprometiendo el ligamento meniscotibial. Descritas por Strobel por su apariencia artroscópica de rampa, se ha presentado su importancia dado el subdiagnóstico y el efecto biomecánico de una lesión posteromedial del menisco sobre el LCA y que su reparación restaura la traslación nativa de la tibia en conjunto con la reconstrucción del pivote central. Se ha demostrado que la mejor forma para diagnosticar lesiones ramp, es por visiones artroscópicas accesorias, una a través del surco intercondíleo y la otra por un portal posteromedial, logrando diagnosticar y manejar aquellas lesiones que sean inestables, a través de suturas dentro tanto por el portal anterior como por el posterior. Los resultados quirúrgicos son buenos, con mayor riesgo de falla en casos que la lesión se extiende al cuerpo meniscal. Es una lesión que debe buscarse bajo lupa, ya que pasarla por alto puede llevar a progresión de la lesión y a un mayor riesgo de rerotura del ligamento cruzado reconstruido.

Introducción

Las lesiones meniscales se pueden encontrar aisladas, y en contexto de otras lesiones en la rodilla. La asociación más frecuente es encontrarlas con lesiones de Ligamento Cruzado Anterior (LCA), en un 47%–61% de los casos.[1] [2] De ellas, un 40% corresponde a lesiones del cuerno posterior del menisco medial (CPMM). A su vez, las lesiones del CPMM, están altamente asociadas a la rotura de LCA, encontrándose una relación directa en cuanto al tiempo, en la cual a mayor tiempo entre la lesión y la reconstrucción de LCA, mayor incidencia de lesiones del CPMM. La incidencia para las lesiones del CPMM o de lesiones meniscocapsulares posteromediales (MCPM), se ha calculado en 9,3%–16,9%.[1] [2]

Strobel en 1988[3] describe por primera vez una lesión meniscal longitudinal que involucra la unión periférica del cuerno posterior del menisco medial, que típicamente está asociada a lesiones del LCA, y la llamó “Ramp lesion” para distinguirla de otras lesiones posteriores. Eso porque identifica la zona posteromedial con aspecto de rampa, a la que llamó “ramp zone,” cuando se mira desde el surco intercondileo hacia el compartimento posteromedial ([Fig. 1]). Describe que la mejor manera de diagnosticarla es con una visión del compartimento posteromedial pasando el artroscopio por el surco intercondíleo, y girando la óptica a las 1:00 o a las 11:00, según lateralidad. Recomienda además como tratamiento la reparación mediante suturas, antes que meniscectomía.

Roberto Negrín

1 Departamento de Traumatología y Ortopedia, Clínica Las Condes, Santiago, Chile

Nicolás Reyes

1 Departamento de Traumatología y Ortopedia, Clínica Las Condes, Santiago, Chile

2 Servicio de Traumatología y Ortopedia, Hospital Dipreca, Santiago, Chile

Magaly Iñiguez

1 Departamento de Traumatología y Ortopedia, Clínica Las Condes, Santiago, Chile

Mauricio Wainer

1 Departamento de Traumatología y Ortopedia, Clínica Las Condes, Santiago, Chile

Jaime Duboy

1 Departamento de Traumatología y Ortopedia, Clínica Las Condes, Santiago, Chile

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