Leucocitosis con neutrofilia: más allá de la infección

Los fármacos

Varios medicamentos pueden producir una elevación moderada del recuento de neutrófilos en sangre. Los glucocorticoides son los principales fármacos que producen una neutrofilia moderada. Esto gracias a que prolongan el tiempo de sobrevida de los neutrófilos y además tiene un efecto estimulante sobre el G-CSF (28-30). El litio es un medicamento utilizado en psiquiatría como estabilizador del ánimo, que también produce neutrofilia, incluso se ha documentado su uso en estados de neutropenia severa; así también, este medicamento eleva las plaquetas y células CD34+ (31,32). La heparina produce una leucocitosis con linfocitosis y neutrofilia en el 0,44% de los pacientes, esta última por inhibición de las selectinas y demarginación vascular. Dado su amplio uso en la clínica, es un dato a tener en cuenta para determinar estados verdaderamente infecciosos (33). Las catecolaminas y los Beta-agonistas pueden producir neutrofilia por demarginación vascular, como en la liberación de catecolaminas inducida por el ejercicio (34). 

Factores recombinantes como la IL-6 recombinante humana, producen neutrofilia por demarginación y liberación acelerada de la médula ósea (35). El G-CSF recombinante humano también produce una elevación de los neutrófilos y se usa como tratamiento para neutropenias severas (36-37). Además, drogas ilegales como la cocaína y las anfetaminas también se han asociado a neutrofilias leves (38).

Los trastornos metabólicos, inflamatorios y autoinmunes

Trastornos metabólicos como la cetoacidosis diabética se ha relacionado con un aumento en el número de glóbulos blancos sin evidencia de infección (39,40). Se considera que esto es producto de un estado de hipercortisolemia y aumento de la secreción de catecolaminas (41). Inclusive se han reportado casos de reacciones leucemoides (42,43). Sin embargo, un aumento mayor a 25.000 leucocitos o un porcentaje mayor a 10% de cayados hace necesario descartar un proceso infeccioso concomitante (44). La tormenta tiroidea, una alteración severa de la función tiroidea, que tiene como origen múltiples causas, entre ellas las crisis hiperglicémicas, también muestra dentro de sus hallazgos leucocitosis con neutrofilia (45).

Dentro de las enfermedades inflamatorias crónicas, la enfermedad de Still del adulto, una enfermedad reumática de etiología desconocida, se presenta en un 80-90% con leucocitosis y neutrofilia (46,47). El síndrome de Sweet, considerado como el prototipo de las dermatosis neutrofílicas, hace referencia a un grupo de patologías dermatológicas que se caracterizan por placas sensibles o dolorosas, con un infiltrado neutrofílico, fiebre y leucocitosis con neutrofilia (48,49). La enfermedad de Kawasaki, una vasculitis que afecta a vasos pequeños y medianos, también se ha asociado a un incremento en el número de leucocitos a expensas del aumento de formas inmaduras de los granulocitos (50,51). Se destaca también, la presencia y el rol fisiopatológico de la leucocitosis con neutrofilia en patologías crónicas como la hepatitis alcohólica (52). Los trastornos autoinmunes, entre los que resaltan el Lupus Eritematoso Sistémico (LES) y la Artritis Reumatoide, se asocian con un aumento en el número de neutrófilos con alteración en sus funciones, lo cual juega un papel importante en la fisiopatología de estas enfermedades (53,54).

La Asplenia

La leucocitosis con neutrofilia se puede presentar posterior a una esplenectomía o trauma esplénico (55,56). El mecanismo es poco entendido, se cree que es por disminución de su salida a los tejidos periféricos. El hallazgo de neutrofilia es común, pues se piensa que es el primer cambio reflejado en el recuento de glóbulos blancos, al menos durante los primeros 3 meses, luego de lo cual el recuento decrece y el predominio será de linfocitos (57-59). En los pacientes con esplenectomía postraumática la complicación más temida es la sepsis. Se ha demostrado que en estos pacientes el recuento de leucocitos es alto en los primeros días, tanto en quienes desarrollan sepsis como en quienes 
no. A partir del quinto día, el recuento de leucocitos es mucho mayor en quienes si desarrollan sepsis, particularmente en el rango de 15.000 a 20.000 células/ uL, por lo que no se debe considerar como un evento fisiológico (60).

Las Neoplasias

Las neoplasias hematológicas y no hematológicas se pueden presentar con leucocitosis con neutrofilia. En tumores sólidos como el cáncer gástrico, de mama y de cuello uterino, la leucocitosis se puede presentar hasta en el 25,6% de los casos e incluso en el cáncer de cuello uterino es un factor pronóstico independiente (p = 0,007) (61). En Neoplasias mieloproliferativas como la Leucemia mieloide crónica (LMC), la leucocitosis es un hallazgo común, generalmente con un recuento de leucocitos mayor a 100.000 células/µL a expensas de formas inmaduras de neutrófilos. En las series reportadas para LMC infantil, los recuentos varían entre 250.000 y 750.000 células/µL (62-64).

El Tabaquismo

El fumar cigarrillo es tal vez la causa más frecuente de leucocitosis con neutrofilia en adultos. La neutrofilia leve se observa en 11,5% de los fumadores, en comparación con el 1,5% de los no fumadores (65). El número de cigarrillos consumidos al día y la duración del consumo, especialmente un consumo mayor a 5 años, se presenta como un mayor recuento de leucocitos (p <0,05) (66). El conteo aumentado de leucocitos puede persistir incluso de 2 a 5 años después del cese del consumo (67,68).

La Obesidad

La obesidad se asocia a neutrofilia crónica (69), se considera como un estado inflamatorio de bajo grado donde los adipocitos producen y liberan citoquinas proinflamatorias como IL-1, IL-6, TNF-alfa, las cuales generan un estado inflamatorio que es causa de neutrofilia (70).

 Conclusiones

La leucocitosis con neutrofilia se asocia con causas infecciosas y no infecciosas, así como con enfermedades benignas o malignas que la convierten en un real desafío diagnóstico para el clínico. Éste debe elaborar en primera instancia, una adecuada historia clínica y un prolijo examen físico a fin de determinar un correcto estudio de la misma y así establecer su causa para, de esta manera, establecer un adecuado tratamiento. Sin embargo, en muchas ocasiones su causa no se puede identificar. De modo que en esta situación, el manejo debe ser multidisciplinario y referenciando a un centro de mayor complejidad, lo que resultará en un mejor pronóstico para el paciente.

Fabricio Andrés Lasso Andrade1, Diego Fernando Dorado2, Tomás Omar Zamora3

1 MD. Universidad del Cauca, Facultad Ciencias de la Salud. Popayán, Colombia. 
2 MD. Universidad del Cauca, Facultad Ciencias de la Salud. Popayán, Colombia. 
3 MD. MSP. Universidad del Cauca, Facultad de Ciencias de la Salud. Popayán, Colombia.

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