Los anticoagulantes directos no conllevan aumento del riesgo de hemorragia en tromboembolia venosa

 

Los pacientes fueron elegibles para incluirse en el estudio si tenían un nuevo diagnóstico de tromboembolia venosa, definido como al menos un código diagnóstico de tromboembolia venosa en los últimos 30 días antes de la fecha de la primera prescripción de warfarina o uno de los nuevos fármacos anticoagulantes.

Cada paciente que recibió uno de los nuevos fármacos fue equiparado con hasta cinco pacientes que recibieron warfarina tomando en cuenta edad, género, fecha de entrada en la cohorte y una puntuación de propensión que refleja la probabilidad de tratarse con uno de los nuevos fármacos. La puntuación incluyó datos sobre información demográfica, trastornos concomitantes y prescripción de otra medicación.

En el estudio participaron 12.489 pacientes que recibieron uno de los nuevos fármacos anticoagulantes (95% ribaroxabán) y 47.036 pacientes que recibieron warfarina.

Los desenlaces comprendieron ingreso hospitalario o consulta en el servicio de urgencias por hemorragia grave y mortalidad por todas las causas en los 90 días subsiguientes al inicio del tratamiento.

Los resultados demostraron que 1.967 pacientes (3,3%) tuvieron hemorragia grave y 1.029 (1,7%) fallecieron durante una media de seguimiento de 85,2 días.

El riesgo de hemorragia grave fue similar (tendencia al beneficio) para los nuevos fármacos en comparación con la warfarina (hazard ratio [HR] combinado: 0,92; IC 95%: 0,82 – 1,03).

No se encontró diferencia en el riesgo de muerte (HR combinado: 0,99; IC 95%: 0,84 – 1,16).

Los resultados permanecieron sin cambio a los 180 días de seguimiento.

Dado que la mayoría de los pacientes a los que se prescribió uno de los nuevos fármacos recibieron rivaroxabán, los investigadores dicen que no pudieron evaluar las diferencias en la tolerabilidad entre los diferentes compuestos farmacológicos.

Sin embargo, no hallaron evidencia de heterogeneidad entre los centros, entre los pacientes con y sin nefropatía crónica, entre los grupos de edad, o entre pacientes de ambos géneros.

La Dra. Hemmelgarn comentó que se necesitan más datos sobre estos nuevos fármacos en pacientes con nefropatía crónica. “Se sabe que estos pacientes tienen alto riesgo de hemorragia, y los nuevos anticoagulantes orales no se han recomendado en este grupo, de manera que no hay suficientes pacientes para evaluar bien la tolerabilidad. Definitivamente necesitamos más estudios en este grupo”.

En el artículo, los autores puntualizan que un análisis sistemático previo que evaluó la tolerabilidad de los nuevos anticoagulantes en pacientes con una tasa de filtrado glomerular estimada inferior a 50 ml/min, reveló que los riesgos de hemorragia se relacionaban considerablemente con el porcentaje de excreción renal del fármaco.

Si bien rivaroxabán y apixabán (que tienen una excreción renal inferior a 50%) mostraron una reducción del riesgo de hemorragia grave frente a la warfarina, dabigatrán (que tiene una mayor excreción renal) no mostró reducción en el riesgo de hemorragia grave.

Este análisis es parte de los Canadian Network for Observational Drug Effect Studies (CNODES), que es financiado por los Canadian Institutes of Health Research. La Dra. Hemmelgarn ha declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.

 

https://espanol.medscape.com/verarticulo/5902008#vp_1

Páginas: 1 2