Los biomarcadores, futuro de la individualización del tratamiento de pacientes con Edema Macular Diabético
- netmd
- 20 de diciembre de 2021
- Endocrinología y Diabetes
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24/11/2021
El 7,6% de los pacientes con diabetes en el mundo sufre Edema Macular Diabético. Una enfermedad que surge como consecuencia de la diabetes y que es la principal causa de pérdida de visión en personas con esta enfermedad.¹
Los avances en el estudio de biomarcardores inflamatorios facilitan la individualización del tratamiento del paciente con edema macular diabético, tal y como se ha dado a conocer en la Reunión RedTEN “10 años tejiendo redes en Retina”, organizada por Allergan, an AbbVie company, donde se han presentado los últimos avances científicos en el ámbito de la Oftalmología. La reunión ha contado con la participación de más de 100 especialistas de toda España, con presencia de expertos nacionales e internacionales, como los doctores Dr. Pearse Keane y Dr. Matías Iglicki y la moderación de la jornada de la mano de la Dra. Maribel López Gálvez, del Hospital Clínico Universitario de Valladolid y el Dr. Francisco Cabrera López, del Complejo Hospitalario Universitario Insular Materno Infantil Gran Canaria.
El edema macular diabético (EMD) es la principal causa de pérdida de visión en personas con diabetes. Esta enfermedad ocular se debe a un trastorno inflamatorio en la mácula del ojo, consecuencia de los cambios metabólicos secundarios provocados por el mal control de la glucemia en los pacientes diabéticos.4 El EMD no presenta síntomas hasta estadios avanzados, cuando el paciente empieza a tener visión borrosa, una percepción “descolorida o desteñida” de los colores y distorsión de imágenes. El reto es que el paciente reciba el tratamiento más adecuado al estadio concreto de su enfermedad, tanto si es de nuevo diagnóstico como ya previamente tratado. El tratamiento del EMD es la terapia intravítrea, una técnica mínimamente invasiva -mediante inyecciones- cuyo objetivo es reducir el nivel de edema y prevenir la afectación de la visión. 4
En este sentido, en la reunión RedTEN, la Dra. Maribel López Gálvez ha asegurado en la ponencia “Perfil de eficacia en pacientes con marcadores inflamatorios” que actualmente se ha identificado la existencia de biomarcadores que pueden utilizarse para seleccionar la estrategia terapéutica más adecuada, ya que han demostrado su valor predictivo sobre la respuesta al tratamiento por parte del paciente. 2,3 “Debería tenerse en cuenta el uso de biomarcadores que permiten realizar una evaluación del proceso inflamatorio del edema macular que sufre el paciente con el fin de establecer las necesidades terapéuticas de forma individualizada”, señala la doctora. Para ello, es necesario el uso de la tomografía de coherencia óptica (OCT), prueba que permite detectar estos biomarcadores inflamatorios en el ojo del paciente, determinando el estado de salud ocular y permitiendo que el especialista pueda tomar decisiones terapéuticas en función de cada caso y ofrecer el tratamiento más adecuado a cada paciente.2,3
Entre los biomarcadores de tomografía de coherencia óptica detectados como factores predictivos relevantes en el diagnóstico del EMD se encuentran el desprendimiento neurosensorial (DNS), los puntos hiperreflectivos (HRDs) y los quistes.3 “Estos biomarcadores pueden ayudar a los médicos a predecir el efecto de la terapia intravítrea y a elegir el agente farmacológico más adecuado”.
Tratamiento individualizado y también temprano
Asimismo, la evidencia científica señala que los pacientes que logran una mayor ganancia visual son los tratados más tempranamente y de forma individualizada. De ahí, la importancia de que el paciente reciba el tratamiento más adecuado en fases iniciales de la enfermedad. Ello se traduciría en que los pacientes tendrían una menor carga de tratamientos, reducirían el número de visitas, y, por ende, su adherencia al tratamiento y sus resultados de agudeza visual mejorarían.
Por ello, analizar la presencia de biomarcadores inflamatorios en pacientes naïve podría permitir la individualización del tratamiento y optar al tratamiento con el implante intravítreo de dexametasona (OZURDEX), que proporciona mejoras significativas de la agudeza visual y reduce el número de inyecciones a dos al año desde el primer momento del diagnóstico, tal y como comentó el Dr. Iglicki en su ponencia y ha sido publicado por otros autores.3 Además, en pacientes no respondedores o respondedores subóptimos a la terapia antiangiogénica, que se estima en un 40%,5 todos los ponentes han estado de acuerdo en que realizar un cambio temprano al implante de dexametasona permitiría obtener un mejor resultado funcional.
La visión perdida a causa de los daños aparecidos en la retina no se puede recuperar y puede derivar en el desarrollo de ceguera irreversible. De hecho, se estima que, tras 15 años con diabetes, dos de cada cien pacientes se quedan ciegos y uno de cada diez sufren un deterioro grave de la visión.6 Por ello, el último fin de actualizar los conocimientos de los profesionales en Oftalmología es incrementar el diagnóstico precoz y mejorar la salud visual de las personas con diabetes, ya que, como la Dra. López Gálvez apunta, “ante el cambio de paradigma en el tratamiento del Edema Macular Diabético y el desarrollo de avances tecnológicos en las pruebas diagnósticas es necesario reconsiderar la atención sanitaria en torno a la identificación de la enfermedad para lograr un tratamiento personalizado”.7,8,9
Mejorar los circuitos de atención sanitaria del paciente con EMD
La reunión también ha dedicado un espacio al análisis de la importancia de implementar estrategias en la atención oftalmológica del paciente con diabetes que contemplen el próximo reto que llega con el envejecimiento poblacional y el incremento de enfermedades crónicas. Ejemplo de ello es que se calcula que para 2040 habrá un aumento de un 50% en el número de personas en el mundo que necesiten un examen rutinario para la detección de una enfermedad ocular a causa de la diabetes.10
El Dr. Francisco Cabrera López expuso en la ponencia “Eficiencia en los circuitos de oftalmología”, en el marco de la reunión RedTEN, que para hacer frente a la carga asistencial en oftalmología y ofrecer un proceso eficaz a los pacientes es necesario desarrollar circuitos de atención al paciente con edema macular diabético que sean ágiles y efectivos. Para logar una remodelación adecuada del proceso asistencial es primordial que exista una interacción fluida y adecuada entre Atención Primaria y Oftalmología. “El papel de Atención Primaria es clave a la hora de garantizar una derivación rápida a oftalmología ante los primeros síntomas del Edema Macular Diabético para frenar la evolución de la enfermedad y conservar la visión y la calidad de vida del paciente” indica el Dr. Cabrera. “Por eso debe existir una coordinación eficaz entre Atención Primaria y Atención Especializada, desde la detección por parte del médico de familia hasta la consulta con el oftalmólogo, que garantice el diagnóstico y tratamiento precoz del paciente y facilite un adecuado control y adherencia al tratamiento.”
El Dr. Cabrera incide en que para lograrlo “existe la necesidad de crear Unidades de Terapia Intravítrea que optimizan la eficiencia del circuito sin perder la calidad asistencial”.
Algunas fórmulas para mejorar este proceso son el acto único y la administración del tratamiento intravítreo en una sala limpia. Este tipo de prácticas logran que en una única visita al oftalmólogo el paciente logre una asistencia integral, lo que reduce futuras visitas médicas y agiliza los procesos. “Es muy importante planificar el acto único, facilitando la gestión a farmacia y a control de citas, para que de forma coordinada se pueda rentabilizar el flujo del paciente. Esto mejora la adherencia al tratamiento y los resultados” explica el Dr. Francisco Cabrera.
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