Los expertos advierten de la fragilidad de los pacientes de esclerosis múltiple frente al COVID
- netmd
- 25 de enero de 2021
- Neurología
- 0 Comments
18/12/2020
Se trata de pacientes inmunodeprimidos y por tanto más vulnerables frente al virus.
Hoy se celebra el Día Nacional de la Esclerosis Múltiple (EM). Bajo este paraguas, el jefe de Neurología de Quirónsalud Huelva, Antonio Parralo quiere poner el foco en la fragilidad de los pacientes que padecen esta enfermedad frente a la infección por COVID. El tratamiento que reciben va dirigido a debilitar su sistema inmunológico, convirtiéndoles en personas “inmunodeprimidas” que están más indefensos frente el ataque del virus. Al mismo tiempo el especialista recuerda que la discapacidad derivada de esta enfermedad, como la falta de movilidad, lleva asociados factores de riesgo cardiovascular —hipertensión, diabetes, colesterol, sobrepeso— que también les hace vulnerables frente a cualquier tipo de infección y tendrían un peor pronóstico de la enfermedad.
La EM es una enfermedad neurológica crónica de tipo autoinmune que provoca una inflamación del tejido del sistema nervioso central, tanto a nivel cerebral como en la médula espinal, afectando a la mielina —envoltura protege los nervios—, afectando a su funcionamiento normal. Según Antonio Parralo, “se trata de una disfunción del sistema inmunitario que se agrede a sí mismo, reconociendo como extraño lo propio”.
El neurólogo explica que numerosos estudios relacionan la enfermedad con el déficit de vitamina D, la falta de exposición solar podría ser uno de los factores que explicaría su mayor incidencia en los países nórdicos. Pero existen otros factores que podrían influir como el tabaquismo, o el componente hereditario, que tampoco es una causa fija, no existiendo en la actualidad pruebas genéticas disponibles en la práctica clínica diaria. Otra teoría que está cobrando mucha fuerza, refiere el doctor Parralo, es la de la “permeabilidad intestinal aumentada o intestino permeable”, que permite el paso incontrolado de sustancias a la sangre (virus, bacterias, toxinas, alimentos no digeridos…), lo que puede provocar la respuesta anormal del sistema inmunitario.
La esclerosis múltiple puede manifestarse con multitud de síntomas, refiere el especialista, tanto es así que antiguamente a la EM se la conocía como la ‘enfermedad de las mil caras’. Por lo tanto, según a que afecte la inflamación, las consecuencias serán unas u otras, falta de movilidad de un miembro, déficit visual, visión doble o falta de coordinación entre otros.
Por otro lado, se manifiesta normalmente “por brotes”, es decir, uno o varios síntomas agudos que van a durar más de 24 horas. Y esos brotes esporádicos son los que van generando discapacidad en el paciente, ya que afecta cada vez a una función diferente.
El especialista manifiesta que la EM afecta en mayor medida a personas entre los 20 y 45 años de edad con mayor incidencia en mujeres y que la mayor complicación que presenta es la discapacidad que poco a poco va generando en distintas funciones, que puede llegar a ser visual, afectar a la capacidad motora e incluso a funciones cerebrales como la atención, la memoria o la cognición.
“La forma más habitual de detección es la pérdida de visón en pocas horas de uno de los ojos”, continúa Parralo, “lo que se conoce como ‘neuritis óptica’, que no es más que la inflación del nervio óptico, que deriva en una pérdida parcial o completa de la visión del ojo afectado, que puede recuperarse total o parcialmente a partir de las 24 horas, aunque como he comentado los síntomas son diversos”.
Además, es importante no demorar la consulta, pues cuanto antes se diagnostique, antes se podrá empezar el tratamiento y, por tanto, menor probabilidad de sufrir un nuevo brote. Incluso, puede ser necesario acudir a urgencias para diferenciarla de otras patologías neurológicas.
Hoy en día existe un gran arsenal terapéutico para los pacientes que padecen esclerosis múltiple. Los nuevos fármacos son cada vez más potentes y efectivos, y logramos cambiar la evolución de la enfermedad de una forma drástica. De hecho, un elevado número de pacientes actualmente puede llevar una vida normal, tanto personal y familiar como profesional y esto se debe, indudablemente, al avance tan exponencial del tratamiento de la enfermedad.
En el campo farmacológico, existen brillantes estudios sobre el uso de anticuerpos monoclonales para combatir la esclerosis múltiple, al igual que ya existen tratamientos muy efectivos en primera y segunda línea (inmunomoduladores, inmunosupresores, etc.) afirma el especialista.
Por último, el doctor apostilla que en aquellos casos en los que la EM afecte a la capacidad motora, a la motricidad, es fundamental complementar el tratamiento farmacológico con la rehabilitación o terapia ocupacional, en aras de recuperar las funciones perdidas.