Los médicos de atención primaria tienen dudas sobre las guías para la vacuna antineumocócica

Los médicos de atención primaria tienen dudas sobre determinados aspectos de las guías para la vacunación antineumocócica aun cuando las apoyen con entusiasmo, revela una encuesta a nivel nacional.[1]

Los resultados, publicados en el número de enero-febrero de Journal of the American Board of Family Medicine, señalan que incorporar avisos en los registros médicos electrónicos podría mejorar las tasas de vacunación antineumocócica.

“La confusión identificada aquí parece indicar que contar con un sistema de apoyo activo a la decisión clínica para identificar a los pacientes adultos que necesitan vacunas antineumocócicas en una consulta, y no basarse en el conocimiento del médico, podría ayudar a implementar las recomendaciones para la vacuna antineumocócica”, afirman la primera autora Dra. Laura Hurley, maestra en salud pública, del University of Colorado Anschutz Medical Campus y el Children’s Hospital Colorado, en Aurora, Estados Unidos, y sus colaboradores.

La neumonía neumocócica puede causar enfermedad grave. La infección produce alrededor de 445.000 hospitalizaciones cada año y ocasionó la muerte de 3.350 estadounidenses en el 2015. Pese a las recomendaciones prolongadas para la vacunación, solo 64% de adultos de edad igual o mayor a 65 años, y solo 23% de los adultos con alto riesgo de 19 a 64 años fueron vacunados en el 2015, señalan los autores.

Estas tasas bajas son resultado en parte de una confusión en torno a quiénes vacunar, tal vez relacionada con las revisiones recientes de las guías. En el 2012, el Advisory Committee on Immunization Practices (Comité Asesor sobre Procedimientos de Inmunización) recomendó que los adultos con riesgo de 19 años de edad o más, que todavía no se han vacunado deberían recibir primero la vacuna conjugada de 13 serotipos (PCV13), seguida de la vacuna neumocócica polisacárida de 23 serotipos 8 semanas más tarde.

En el 2014, el Advisory Committee on Immunization Practice expandió estas recomendaciones para incluir a adultos de edad igual o mayor a 65 años que nunca se habían vacunado. Estos pacientes deberían recibir primero la vacuna conjugada de 13 serotipos y de 6 a 12 meses después, la vacuna neumocócica polisacárida de 23 serotipos. Y en el 2015, el Advisory Committee on Immunization Practice modificó estos intervalos recomendados a 1 año.

Para explorar lo que los médicos piensan acerca de estas recomendaciones y cómo las utilizan, la Dra. Hurley y sus colaboradores llevaron a cabo una encuesta a través de correo electrónico y correo postal entre médicos de atención primaria de Estados Unidos entre diciembre de 2015 y enero de 2016.

La encuesta tuvo una tasa de respuesta de 66%, y el análisis incluyó respuestas de 602 médicos. Más de 95% de los encuestados reportó valorar sistemáticamente el estado de vacunación de los pacientes, así como recomendar las dos vacunas.

En general, 50% de los encuestados dijeron que las recomendaciones actuales son “muy claras” y 38% dijeron que eran “un poco claras”. La mayoría también ha informado que las recomendaciones son fáciles de implementar (48% dijeron que era “muy fácil” y 34% que era “un poco fácil”).

Aun con este entusiasmo reportado, los médicos mostraron un conocimiento variable acerca de las recomendaciones. Estaban más familiarizados con el hecho de que la vacuna conjugada de 13 serotipos se debería administrar primeramente a adultos de edad igual o mayor a 65 años que nunca se habían vacunado (83% contestaron correctamente). Sin embargo, solo el 21% sabía el intervalo recomendado correcto entre la vacuna conjugada de 13 serotipos y la vacuna neumocócica polisacárida de 23 serotipos en individuos menores de 65 años con alto riesgo.

“A pesar de darles la opción de decir que necesitarían buscar la respuesta, aproximadamente un tercio o más de los médicos respondió incorrectamente la mitad de las preguntas”, escriben los autores.

Los principales obstáculos para administrar las vacunas en serie consistieron en problemas económicos, sobre todo por lo que respecta al reembolso por el seguro, y problemas para obtener los antecedentes de vacunación antineumocócica de los pacientes. Los encuestados reportaron que los avisos en el registro médico electrónico podrían ayudar a aclarar las recomendaciones, aunque la mayoría dijo que no los tenían.

Los autores señalan que, aunque la encuesta fue ideada para representar a los miembros de la American College of Physicians y el American Academy of Family Physicians, las opiniones de esta muestra pueden no representar del todo a los médicos de atención primaria de Estados Unidos.

Dra. Veronica Hackethal

Para descargar la investigación completa haga clik a continuación:

https://espanol.medscape.com/verarticulo/5902344