Manejo del dolor posoperatorio en el anciano. Revisión de la literatura

Resumen

El manejo oportuno del dolor en la población anciana durante el periodo posoperatorio es de vital importancia. Este grupo de pacientes, dado sus cambios fisiológicos y comorbilidades, requieren un manejo diferente al resto de la población. Es relevante conocer cuáles medicamentos son potencialmente inapropiados para su uso (criterios de Beers) ante las comorbilidades de esta población. Si bien el acetaminofén continúa siendo seguro, los antiinflamatorios no esteroideos causan varios efectos adversos que ameritan consideración antes de su uso; por su parte, los opioides siguen siendo uno de los pilares analgésicos, teniendo en cuenta sus efectos adversos y valorando la necesidad de ajuste de dosis e interacciones. El adecuado manejo del dolor posoperatorio previene desenlaces adversos y el riesgo de cronificación.

INTRODUCCIÓN

Cada día aumenta la cantidad de adultos mayores y sus demandas de atención en salud. Según datos de la OMS 1, para 2017 la proporción de habitantes mayores de 65 años en la población general era del 13,5% y se estima que para 2050 aumentará hasta un 21,4% 2.

De manera paralela a este cambio demográfico, aumentará la demanda de los servicios quirúrgicos, pues un número importante de ancianos será sometido a procedimientos, bien sean urgentes o electivos 2,3. Los pacientes mayores de 65 años constituyen la mayor proporción de la carga quirúrgica, específicamente en procedimientos cardiotorácicos, cirugía general, oftalmología, ortopedia y urología 4.

En referencia al manejo y tratamiento del dolor en dicha población se pueden enfrentar dos escenarios: el infra o el supratratamiento analgésico. El primero trae consigo dolor mal controlado, delirio, aumento de la estancia hospitalaria o una mayor predisposición a desarrollar dolor crónico; el segundo, acarrea sedación, caídas, delirio inducido por medicamentos, retención urinaria, entre otras complicaciones 5. La aparición de estas complicaciones, si bien se relaciona con el proceso de envejecimiento en forma general, se desarrolla de manera independiente en cada persona y por lo tanto, hace que el manejo del dolor agudo posoperatorio en estos pacientes sea un acto complejo 6.

La evaluación del dolor en esta población es compleja, especialmente en aquellos pacientes con diagnóstico de demencia avanzada, en quienes es necesario utilizar herramientas que objetiven este síntoma. Entre las herramientas para su valoración se ha descrito que la escala Pain Assessment in Advanced Dementia (PAINAD, por sus siglas en inglés) para valoración del dolor en pacientes con demencia es fiable y válida, al igual que la Escala de Descripción Visual (VDS, por sus siglas en inglés) 7. Por otra parte, si se evalúa a un paciente anciano sin alteración cognitiva, se puede usar la Escala Visual Análoga (EVA) o la Escala Numérica Verbal (ENV), teniendo en cuenta que los pacientes de edad avanzada pueden parecer más estoicos y menos dispuestos a expresar espontáneamente la intensidad de su dolor 8.

El objetivo de esta revisión narrativa es presentar de una manera práctica el abordaje del dolor agudo y posoperatorio en el paciente anciano basados en la evidencia actual.

a Juan Felipe Vargas-Silva

b Santiago Guzmán-Martínez

c Alejandra Fernández-Cardonab 

d María Alexandra Arbeláez-Esoobar

e Sara Uribe-López

f Andrea Catalina Echavarría-Barboza

a Dolor y Cuidados Paliativos, Hospital Pablo Tobón Uribe. Medellín, Colombia.

b Anestesiología, Hospital Alma Mater de Antioquia. Medellín, Colombia.

c Medicina Interna y Ceriatría, Universidad de Caldas. Manizales, Colombia.

d Facultad de Medina, Universidad de la Sabana. Chía, Colombia.

e Medicina General, Fundación Universitaria San Martín. Medellín, Colombia.

f Dolor y Cuidado Paliativo. Clínica de Especialistas en el Alivio del Dolor (CEAD). Medellín, Colombia.

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http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0120-33472023000300070&lng=en&nrm=iso&tlng=es