Mantención de la anestesia general y monitorización de la profundidad anestésica en cirugía cardíaca con bypass cardiopulmonar

Resumen

El anestesiólogo cardiovascular, frecuentemente debe asumir el cuidado de pacientes de alto riesgo que serán sometidos a cirugías complejas e invasivas. Con el objetivo de garantizar la seguridad de los pacientes y facilitar la toma de decisiones, se han realizado grandes avances tecnológicos para monitorizarlos extensamente como, por ejemplo, la ecocardiografía transesofágica y sofisticados monitores hemodinámicos. Aunque los hipnóticos utilizados durante la anestesia general actúan en el cerebro, la monitorización de este órgano no fue considerada una conducta estandarizada por mucho tiempo. El electroencefalograma clásico (EEG) apareció como una herramienta útil para evaluar los cambios en la actividad eléctrica neuronal inducidos por la anestesia general y así detectar los diferentes estados de conciencia durante ésta, es decir, evaluar la profundidad anestésica (DoA). Sin embargo, su difícil interpretación intraoperatoria y la escasa evidencia disponible a su favor fueron las principales limitantes para el uso de esta herramienta como monitor de hipnosis. El EEG procesado (pEEG), derivado de la descomposición del EEG, surge como una alternativa fácil de interpretar para los anestesiólogos y útil para evaluar la profundidad anestésica. En cirugía cardíaca, y especialmente en bypass cardiopulmonar (CPB), lograr una hipnosis segura y estable corresponde un gran desafío, pues existen períodos críticos que suponen una serie de cambios en la fisiología de los pacientes y en la administración de los hipnóticos. Dado lo anterior, actualmente la monitorización de la profundidad anestésica en este escenario quirúrgico es respaldada por muchos autores, siendo los principales objetivos disminuir la incidencia de awareness con recuerdo intraoperatorio (AWR) debido a una sub-dosificación de hipnóticos, evitar los efectos adversos hemodinámicos y neurológicos secundarios a una sobre-dosificación de los mismos, y colaborar en la evaluación de la perfusión cerebral durante los períodos críticos.

Introducción

La cirugía cardíaca (CC) ha sido posible debido a la incorporación del bypass cardiopulmonar (CPB), una forma de soporte vital extracorpóreo, cuya asistencia hemodinámica y respiratoria facilita la intervención quirúrgica en el corazón y grandes vasos sanguíneos[1]. La primera CC exitosa en humanos con CPB fue desarrollada por John Gibbon en 1952, y consistió en el cierre de un defecto interatrial[2].

El manejo del paciente durante el CPB impone varios desafíos para el anestesiólogo cardiovascular, siendo uno de ellos lograr una adecuada profundidad anestésica (DoA). La exclusión de los pulmones de la circulación, y las alteraciones farmacocinéticas y farmacodinámicas que ocurren durante el CPB, dificultan la administración y dosificación óptima de los agentes anestésicos durante el período de asistencia[3]. Lo anterior puede resultar en una DoA inadecuada, la cual en múltiples estudios ha sido calificada como factor de riesgo para complicaciones perioperatorias[4].

La población que requiere de CC se caracteriza por ser añosa, frágil, con múltiples comorbilidades y clasificación ASA de alto grado, es decir, altamente susceptible de complicaciones relacionadas a una DoA excesiva, como inestabilidad hemodi- námica o delirium posoperatorio. Por lo tanto, la subdosificación de agentes anestésicos es una tendencia entre los anes- tesiólogos[5]. Sin embargo, una DoA superficial también se asocia a complicaciones como el despertar intraoperatorio, movimientos involuntarios, hipertensión intraoperatoria y sangrado perioperatorio[6]. Por lo tanto, resulta fundamental lograr un balance adecuado en la dosificación de agentes anestésicos para evitar estas complicaciones.

Con la intención de mejorar los outcomes de los pacientes sometidos a CC, presentamos a continuación una revisión de la bibliografía disponible respecto a las técnicas de anestesia general en CPB y a la motorización de la DoA durante este período

Cristopher Araya G. 1 ,Fernando Aranda G. 2

1 Anestesiólogo, Hospital Dr. Gustavo Fricke. Viña del Mar, Chile.

2 Anestesiólogo Cardiovascular Hospital Dr. Gustavo Fricke. Viña del Mar, Chile.

Para descargar la investigación completa haga clik a continuación:

https://revistachilenadeanestesia.cl/revchilanestv5130061501/