Más de dos décadas de investigaciones de los NIH dan las respuestas sobre un conjunto de dos enfermedades raras que afectan los huesos, la piel y el sistema endocrino.
- ComiteNetMD
- 30 de julio de 2024
- Pediatria
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junio 27, 2024
La displasia fibrosa y el síndrome de McCune-Albright son enfermedades genéticas que no tienen cura.
¿Por qué se fracturan los huesos con tanta facilidad los pacientes con displasia fibrosa y el síndrome de McCune-Albright? ¿Por qué llegan a la pubertad en la infancia? ¿Por qué pierden la visión y la audición a veces? Durante décadas, los médicos han tratado de responder estas preguntas.
Hace 26 años, los NIH comenzaron a armar este rompecabezas. Hoy en día, los médicos tienen tratamientos más eficaces para estas enfermedades raras y los pacientes tienen más formas de obtener la ayuda necesaria.
¿Qué es la displasia fibrosa y qué es el síndrome de McCune-Albright?
La displasia fibrosa (DF) y el síndrome de McCune-Albright (SMA) son afecciones separadas con la misma variación genética. Es posible tener solamente una de ellas, pero cuando se presentan juntas se llaman DF/SMA. La DF es una afección de los huesos y el SMA afecta la piel y el sistema endocrino (que regula la producción de hormonas en el cuerpo).
La DF y el SMA son enfermedades genéticas (pero no heredadas) que ocurren durante el desarrollo del feto en el vientre materno. Algunas señales preliminares de ellas incluyen grandes marcas de nacimiento en el cuerpo y el comienzo de la pubertad en la infancia. Las complicaciones pueden ser leves o graves. Entre ellas cabe citar dolor crónico, debilidad o deformación de los huesos y una alta tasa de recambio óseo (los huesos se fracturan y luego se reestructuran). Las lesiones óseas también pueden crecer y ejercer presión contra órganos y nervios. A veces, esto causa trastornos de la visión, la audición o la respiración.
La DF y el SMA también pueden causar hipertiroidismo, que es una producción excesiva de hormonas en la glándula tiroidea, así como otros trastornos endocrinos.
Estas afecciones pueden ser dolorosas y menoscabar la calidad de vida de una persona. Los tratamientos incluyen cirugía, hormonoterapia e implantes de dispositivos médicos.
Las investigaciones de los Dres. Allen Spiegel, Janice Lee, Pamela Robey, Michael Collins y Mara Riminucci ayudan a los científicos a entender y tratar mejor la DF y el SMA.
Revelación de la fuente de información sobre DF y SMA
La displasia fibrosa y el síndrome de McCune-Albright se registraron por primera vez en revistas médicas en 1937, pero los científicos no sabían cuál era su causa. En 1991, el Dr. Allen Spiegel, M.D., del Instituto Nacional de la Diabetes y las Enfermedades Digestivas y Renales, dirigió un grupo de investigación que hizo un gran descubrimiento. Ese grupo encontró que una mutación de una proteína específica causa los problemas de la piel y los efectos hormonales de la FD y del SMA. ¿Pero qué causa los síntomas óseos?
Para averiguarlo, el Dr. Spiegel le llevó muestras de huesos de pacientes con DF y SMA a la Dra. Pamela Robey, Ph.D., del Instituto Nacional de Investigación Dental y Craneofacial (NIDCR). La Dra. Robey es bióloga especializada en células madre de los huesos. Descubrió que la misma mutación que causa los problemas de la piel y las hormonas causa las lesiones de los huesos.
Seguimiento de la DF y del SMA durante el curso de vida
En 1998, los científicos iniciaron un estudio de la historia natural para obtener más información sobre la forma en que la DF y el SMA cambian durante la vida de una persona. La Dra. Robey y el Dr. Michael Collins, M.D., endocrinólogo del NIDCR, dirigieron esta investigación. Más de 300 pacientes de 1 a 102 años de edad han ingresado al estudio. Los investigadores tienen todavía abiertas las inscripciones de participantes. Para este estudio, los médicos le hacen un examen general al paciente. Registran sus síntomas, hacen tomografías de los huesos, toman muestras de tejidos y anotan la forma en que los pacientes responden a los tratamientos.
Lo que sabemos a partir del estudio
El estudio ayudó a los médicos a crear planes de tratamiento más individualizados para la atención de los pacientes. En el 2015, el Dr. Collins y la Dra. Alison Boyce, M.D., investigadores de afecciones de los huesos en el NIDCR, publicaron guías para la adopción de decisiones clínicas con un flujograma y listas de verificación. Los médicos pueden poner en el sistema los síntomas específicos de un paciente y recibir información sobre un plan de tratamiento apropiado. Los grupos de abogacía a favor de los pacientes han compartido las guías con estos últimos para que se las entreguen a sus proveedores de atención de salud. El estudio también ayudó a los médicos a entender mejor cuándo convendría realizar una cirugía y cuando no.
Otro descubrimiento reveló que las células de displasia fibrosa producen una cantidad excesiva de RANKL, una proteína que aumenta la tasa de recambio óseo. El recambio óseo es necesario y sucede durante la vida de una persona, pero una alta tasa de recambio óseo, como sucede en casos de FD y SMA, puede aumentar el riesgo de fracturas. Los investigadores descubrieron que el bloqueo de la proteína RANKL podría reducir el recambio óseo en los pacientes. En estudios con animales, también evitó nuevas lesiones de los huesos.
Las tomografías de los huesos de un paciente antes (izquierda) y después (derecha) de un tratamiento de seis meses con denosumab muestran una reducción en el recambio óseo dentro de las lesiones causadas por displasia fibrosa (manchas de color oscuro).
¿Qué se desconoce todavía sobre la DF y el SMA?
Aunque hay medicamentos aprobados para tratar los síntomas hormonales de la DF y del SMA, aún no hay forma de detener el crecimiento de las lesiones de los huesos. El equipo de la Dra. Boyce estudia un medicamento llamado denosumab—un bloqueador de la proteína RANKL normalmente empleado para tratar la osteoporosis—con el fin de determinar si puede prevenir la formación de lesiones óseas en los niños con DF y SMA. Se espera que ese estudio termine en el 2026. Otro equipo de investigación apoyado por los NIH en los Países Bajos estudia el mismo medicamento en adultos con DF y SMA.
La Dra. Boyce también dirige un estudio de otro medicamento llamado burosumab para determinar si puede mejorar los niveles de fosfato en la sangre de pacientes con DF y SMA. Estos pacientes tienden a presentar bajos niveles de fosfato en la sangre. Los fosfatos son minerales importantes para tener huesos y dientes fuertes. Se espera que ese estudio finalice en el presente año.
*Este artículo fue adaptado de un informe más extenso preparado por el NIDCR. Para más información sobre la DF, el SMA y los investigadores del estudio se puede leer el artículo original en este enlace.