Metformina y su rol en la enfermedad renal: estado del arte

Resumen

La metformina por su amplio perfil de seguridad y alta eficacia clínica se continúa prescribiendo como terapia de primera línea para pacientes diabéticos, sin embargo, el desarrollo de acidosis láctica asociada a su uso, que se relaciona directamente con el deterioro de la tasa de filtrado glomerular (TFG), requiere un adecuado seguimiento cuando se utilice este medicamento en individuos con enfermedad renal crónica (ERC). El efecto hipoglucemiante del fármaco mediado por inhibición de los procesos de gluconeogénesis a nivel hepático y sus diversas dianas terapéuticas generan efectos pleiotrópicos a nivel renal evidenciados en modelos animales y humanos que la convierten en una opción de tratamiento en pacientes con ERC con ajuste de dosis de acuerdo con la TFG, tal como indican las guías de práctica clínica (GPC) en la actualidad. A continuación se realiza una revisión de la farmacocinética y farmacodinamia de la metformina con énfasis en su mecanismo de acción, el riesgo de padecer acidosis láctica asociada a su uso y una revisión de la utilidad del fármaco en ERC de diversa etiología con énfasis en enfermedad renal diabética resaltando las recomendaciones actuales de las GPC para su uso en pacientes con ERC.

Introducción

Desde su descubrimiento, hace más de 60 años, la metformina se ha consolidado como pilar en el tratamiento para la diabetes mellitus tipo 2 (DM2), constituyéndose como terapia inicial y fármaco de primera línea con estudios clínicos que comprueban su efectividad y su amplio perfil de seguridad. Más allá del adecuado control de la glucosa que se logra con su uso, se han descrito algunos efectos pleiotrópicos en varias enfermedades que comprometen órganos diferentes como síndrome de ovarios poliquísticos1, cáncer, trastornos neurológicos2 y enfermedad renal de diversa etiología3; estos efectos están mediados por los diferentes mecanismos de acción y dianas terapéuticas que se han descrito a lo largo del tiempo para esta biguanida.

En 1998, el estudio prospectivo de diabetes de Reino Unido UKPDS 34 demostró la seguridad y eficacia de la metformina en pacientes obesos con DM2 para el adecuado control de las complicaciones macrovasculares y microvasculares4; con una asignación aleatoria de 1,074 pacientes con sobrepeso y DM2 de reciente diagnostico a uno de tres brazos (terapia convencional con dieta, terapia intensiva con metformina o terapia intensiva con agentes hipoglucemiantes de primera generación) se demostró que aquellos individuos que recibían metformina presentaban una reducción de las complicaciones relacionadas con DM y la mortalidad por todas las causas en comparación con los otros brazos de tratamiento y que además estos beneficios persisten a los 10 años de tratamiento5. Estos hallazgos establecieron el papel fundamental de la metformina en el tratamiento de la DM2, en particular con respecto a la atenuación de las complicaciones de la enfermedad.

En los últimos años, cada vez más investigaciones se centran en el efecto benéfico de la metformina en las enfermedades renales, con un impacto de gran importancia en la enfermedad renal diabética (ERD), sin embargo, la aparición de acidosis láctica asociada a metformina (MALA) ha puesto en dudas el uso de este medicamento en pacientes con enfermedad renal crónica (ERC) y sugiere a los clínicos precaución en su utilización en este escenario clínico.

La presente revisión tiene como objetivo actualizar el conocimiento sobre la metformina, su mecanismo de acción a nivel de diferentes vías moleculares y, finalmente, revisaremos los efectos fisiopatológicos renales del uso de metformina con evidencia clínica y preclínica del efecto nefroprotector de la aplicación del medicamento principalmente en la enfermedad renal diabética.

Jorge Rico-Fontalvo1*, Rodrigo Daza-Arnedo1, María Raad-Sarabia2, Nehomar Pájaro-Galvis3, Isabella Uparella4, Daniel Porto-Corbacho2, Alonso Pomares-Lara5, Blanca Meza-Santiago6, Juan Montejo-Hernández1, María Cardona-Blanco7

1Comité de Nefrodiabetes, Asociación Colombiana de Nefrología, Bogotá;

2Departamento de Medicina Interna, Facultad de Ciencias de la Salud, Universidad del Sinú, Cartagena;

3Departamento de Medicina Interna, Nuevo Hospital de Bocagrande, Cartagena;

4Departamento de Medicina, Facultad de Ciencias de la Salud, Universidad del Sinú, Cartagena;

5Departamento de Medicina Interna, Asociación Colombiana de Medicina Interna, Cartagena;

6Departamento de Medicina Interna, Clínica Cardiovascular Jesús de Nazareth, Cartagena;

7Servicio de Nefrología, Asociación Colombiana de Nefrología, Bogotá. Colombia

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