Métodos para detectar enfermedad mínima residual en leucemia linfoblástica aguda y su aplicación clínica
- netmd
- 27 de julio de 2018
- Hematología
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RESUMEN
En los últimos años se han logrado avances muy importantes en el tratamiento de niños y adultos jóvenes con leucemia linfoblástica aguda. En la última década, la aplicación de la enfermedad mínima residual en leucemia linfoblástica aguda se ha expandido significativamente de un número limitado de grupos de investigación en Europa y Estados Unidos a la aplicación en el resto del mundo. La enfermedad mínima residual es altamente predictiva de recaída en niños, adolescentes y adultos jóvenes en tratamiento contra leucemia linfoblástica aguda. Se han desarrollado muchas técnicas para complementar y refinar la morfología y evaluar la respuesta al tratamiento, que incluyen marcadores inmunológicos o moleculares, hibridación fluorescente in situ, etc. Este avance tecnológico ha permitido introducir el concepto de enfermedad mínima residual, que ha cambiado la definición convencional de “remisión”.
ANTECEDENTES
En los últimos años se profundizó en el conocimiento de la cinética de la respuesta temprana al tratamiento en pacientes con leucemia linfoblástica aguda para predecir riesgo de recaída; sin embargo, 20 a 25% de los pacientes que inicialmente responden al tratamiento y morfológicamente no muestran blastos en médula ósea recaen durante la consolidación o luego de finalizar la misma.1 La enfermedad mínima residual es el método utilizado para la detección de blastos en pacientes morfológicamente curados. La enfermedad residual se refiere a la existencia de enfermedad en pacientes que parecían estar en remisión completa por estudios convencionales.2 Esta herramienta es de alto valor pronóstico de recaída en niños, adolescentes y adultos jóvenes con leucemia linfoblástica aguda.3 Múltiples estudios en niños con leucemia linfoblástica aguda utilizan la enfermedad mínima residual para estadificar el riesgo y determinar la intensidad de la quimioterapia que se administrará después de la inducción.4 Se han identificado algunos factores de pronóstico que podrían predecir recaída y, de acuerdo con esto, se han introducido protocolos de tratamiento según el grupo de riesgo. Los factores de pronóstico tradicionales incluyen edad, cuenta de blastos al diagnóstico, inmunofenotipo y anomalías genéticas.5 La disminución lenta de las células de leucemia después del curso inicial de tratamiento, medido por morfología de sangre periférica o médula ósea una a tres semanas después del diagnóstico, predice alto riesgo de recaída, pero es inexacta porque los blastos de la leucemia linfoblástica aguda son muy parecidos a los precursores linfoides de la médula ósea (hematogonias) y, en algunos casos, a linfocitos maduros,6 aquí reside una de las principales utilidades.
¿Cuáles son los métodos de detección de enfermedad mínima residual?
Las células leucémicas se distinguen de las células hematopoyéticas normales por muchas características genéticas y celulares.7 La enfermedad mínima residual puede determinarse por reacción en cadena de la polimerasa (PCR) mediante la detección de rearreglos de genes de receptor T, inmunoglobulinas o ambos y por citometría de flujo.8
Cárdenas-Araujo D, Gutiérrez-Aguirre CH
Servicio de Hematología del Hospital Universitario, Universidad Autónoma de Nuevo León, México.
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