Microbiota en alergia alimentaria: prebióticos, probióticos y simbióticos

Resumen

La estrecha relación entre la microbiota y las enfermedades alérgicas es conocida desde hace varios años, particularmente la alergia alimentaria. Aunque la microbiota mejor estudiada es la relacionada con las bacterias, también son constitutivas de esta los virus, parásitos y hongos, aun con un rol no definitivamente esclarecido. El mundo microbiano interactúa con el cuerpo humano constantemente, estamos en contacto diario con una cantidad infinita e innumerable de variedades de microbios en nuestro entorno, algunos de ellos pueden pasar a través del cuerpo sin causar ningún daño, mientras que otros generan riesgo indeseable para la salud. La alteración de la composición original de la microbiota (disbiosis) se asocia con alergia alimentaria. Esta disbiosis se relaciona con los cambios de hábito, vía de finalización del embarazo (parto o cesárea), sustitución de la lactancia o interrupción en edades tempranas; disminución del tamaño de las familias; pérdida de contacto con animales de granja o mascotas; prescripción inadecuada o abuso de antibióticos. La transición de una dieta basada exclusivamente en leche a otra con alimentos sólidos se asocia con aumento drástico en la diversidad microbiana. Los componentes inmunomoduladores de la microbiota (polisacáridos de la superficie celular), los factores dietéticos (vitamina A) y la producción de metabolitos secundarios (ácidos grasos de cadena corta y metabolitos secundarios de ácidos biliares) promueven la diferenciación de la población de células RORyt + Treg. La ILC3 produce IL-2, que desempeña un papel decisivo en el mantenimiento de la homeostasis intestinal.

Main Text

La estrecha relación entre la microbiota y las enfermedades alérgicas es conocida desde hace varios años, particularmente la alergia alimentaria.

La alergia alimentaria es una reacción adversa a un antígeno alimentario específico, normalmente inofensivo para la población sana, mediada por mecanismos inmunológicos, que aparece en un individuo susceptible a ese alérgeno específico.

La alergia alimentaria afecta al 6% de los niños menores de 5 años y al 3% de los adolescentes y adultos.1

Aunque la microbiota mejor estudiada es la relacionada con las bacterias, también son constitutivas de esta los virus, parásitos y hongos, aun con un rol no definitivamente esclarecido.

El mundo microbiano interactúa con el cuerpo humano constantemente, estamos en contacto diario con una cantidad infinita e innumerable de variedades de microbios en nuestro entorno, algunos de ellos pueden pasar a través del cuerpo sin causar ningún daño, mientras que otros generan un riesgo indeseable para la salud.

La alteración de la composición original de la microbiota (disbiosis) se asocia con alergia alimentaria.2 Esta disbiosis se relaciona con los cambios de hábitos, vía de finalización del embarazo (parto o cesárea), sustitución de la lactancia o interrupción en edades tempranas; disminución del tamaño de las familias; pérdida de contacto con animales de granja o mascotas; prescripción inadecuada o abuso de antibióticos.3

El aumento de las enfermedades alérgicas en los últimos 100 años se ha convertido en una carga económica cada vez mayor para los sistemas de salud en todo el mundo. Es poco probable que la predisposición genética, por sí sola, explique el aumento de la prevalencia de enfermedades alérgicas en tan poco tiempo. En 1989 se introdujo un concepto de “hipótesis de higiene,”4cuando los investigadores indicaron que el aumento de las enfermedades alérgicas resultó por una exposición microbiana inadecuada, debido a mejores prácticas de desinfección después de observar una menor incidencia de infecciones durante el primer año de vida de pacientes alérgicos. Aunque la evidencia aún apoya que las interacciones microbio-huésped impulsan la regulación inmunológica, los datos emergentes sugieren que la interacción con ambos microbios que habitan el ambiente externo, así como la propia microbiota humana, tiene participación importante en la modulación este proceso.4

Pablo Moreno

Especialista en Alergia e Inmunología clínica. Fundación para el Estudio del Asma y Otras Enfermedades Alérgicas, Buenos Aires, Argentina., Argentina

Para descargar la investigación completa haga clik a continuación:

https://revistaalergia.mx/ojs/index.php/ram/article/view/1334/2124#content/contributor_reference_1