Microcarcinoma papilar de tiroides de bajo riesgo, ¿tratar o vigilar?

Resumen

Los cambios epidemiológicos del cáncer de tiroides indican un importante aumento de la incidencia del microcarcinoma papilar. Esta tendencia ha originado el replanteamiento del abordaje de dicha variedad. La vigilancia activa, la cual requiere una evaluación y estratificación adecuada de los pacientes, consiste en realizar un seguimiento estrecho del tumor, aplazando el tratamiento hasta que haya evidencia de progresión de la enfermedad. Esta alternativa se fundamenta en el crecimiento lento que presenta este tipo de tumores, en su baja morbimortalidad y en las posibles complicaciones asociadas a un tratamiento quirúrgico. Aunque la evidencia que apoya a la vigilancia activa cada vez es más robusta, se requiere generar ensayos clínicos y un protocolo específico para cada población. El objetivo de este artículo es exponer el fundamento de la vigilancia activa del microcarcinoma papilar de tiroides, sus indicaciones y la evidencia generada hasta el momento.

INTRODUCCIÓN

De forma global se estima que el cáncer de tiroides (CT) representa el 2.1% de todos los cánceres diagnosticados, por lo que es la neoplasia endocrinológica más frecuente1. Aunque la mayoría de los pacientes con CT tienen un pronóstico favorable, esta enfermedad se presenta con un comportamiento heterogéneo, por lo que existen herramientas para estimar el riesgo de recurrencia y la mortalidad de cada caso2,3. Adicionalmente, en las últimas décadas se ha observado un rápido aumento de la incidencia del CT. Algunos autores han propuesto que en ciertas poblaciones este comportamiento epidemiológico se explica por un sobrediagnóstico debido al avance tecnológico de los estudios imagenológicos y como resultado de programas de escrutinio poblacional, como es el caso de Corea del Sur4-6. Este sobrediagnóstico se entiende como la detección incidental de tumores subclínicos que nunca hubieran causado morbimortalidad si no hubieran sido diagnosticados. Ante este escenario, se inició en 1993 en el Hospital Kuma, Japón, el primer estudio para evaluar el uso de la vigilancia activa (VA) en pacientes con microcarcinoma papilar (MCP) de tiroides7. Este método, que ya se utilizaba en pacientes con cáncer de próstata8, consiste en realizar un seguimiento del tumor de por vida en lugar de someter al paciente al tratamiento tradicional con cirugía, yodo radioactivo y tratamiento supresivo con hormonas tiroideas, evitando el sobretratamiento de cánceres que probablemente no representarán un riesgo para el paciente durante toda su vida por su lento crecimiento9. Desde entonces ha aumentado la evidencia respecto al uso de la VA en el CT y ha sido causa de debate. El objetivo de este trabajo es exponer el fundamento de la VA para el cáncer papilar de tiroides (CPT), sus indicaciones y la evidencia generada hasta el momento

Pedro Gómez Romero, Facultad Mexicana de Medicina, Universidad La Salle, México, D.F.

Coralys Abreu-Rosario, Servicio de Endocrinología, Centro Médico Nacional 20 de Noviembre, Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, Ciudad de México, México

Regina Cano-Saldaña, Departamento de Medicina Interna, Hospital Ángeles Pedregal, Mexico City, Mexico

Diana Hernández Juárez, Facultad Mexicana de Medicina, Universidad La Salle, México, D.F.

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