Neoadyuvancia en cáncer de vejiga y cáncer urotelial de tracto superior

RESUMEN

El espectro clínico del cáncer de vejiga se divide en 3 escenarios de diferente pronóstico, manejo y tratamiento (no músculo invasivo, músculo invasivo y metastásico). Dentro de ellos, se ha observado el claro beneficio de la quimioterapia neoadyuvante basada en cisplatino en cáncer de vejiga músculo invasivo (MIBC) EC II o III-A, tanto en sobrevida libre de
progresión y sobrevida global, siendo actualmente considerada el estándar de tratamiento en este escenario. Similar resultado se observa en el tratamiento del cáncer urotelial de tracto superior (UTUC). Esta revisión se centra en el tratamiento neoadyuvante del MIBC y UTUC, incluyendo las recomendaciones actuales de las guías de práctica clínica internacionales, así como el uso de nuevos agentes terapéuticos (inhibidores de puntos de control) y la investigación de potenciales biomarcadores predictivos de respuesta a inmunoterapia.

INTRODUCCIÓN

El cáncer de vejiga, según Globocan 2018, se encuentra en el décimo lugar en frecuencia de cánceres en todo el mundo. Para el año 2018, se estimó una incidencia de 549 000 nuevos casos y aproximadamente 200 000 muertes, con tasas de incidencia y mortalidad de 9,6 y 3,2 por 100 000 en
hombres, respectivamente.1 En Latinoamérica, Globocan estimó para el año 2018 una incidencia de 29 098 nuevos casos y una mortalidad de 11 772
casos. Con respecto al sexo, es más frecuente en varones que mujeres (con una proporción de 4:1 en todo el mundo: incidencia estandarizada por edad de 9,6 en varones y 2,4 en mujeres) y una edad media de 73 años al diagnóstico.2 Aproximadamente el 75% de los pacientes diagnosticados de cáncer de vejiga presentan al diagnóstico enfermedad limitada a la mucosa o submucosa (estadio T1a o carcinoma in situ). Es raramente diagnosticado en pacientes menores que 40 años; sin embargo, estos pacientes se
diagnostican con mayor frecuencia en etapas tempranas de la enfermedad, obteniendo mejores resultados de supervivencia a largo plazo y menor
riesgo de mortalidad.3,4 El síntoma más frecuente de presentación en
pacientes con cáncer de vejiga (> 80%) es la hematuria microscópica o macroscópica, que podría estar acompañada por infecciones urinarias u
obstrucción del tracto urinario superior, más común en pacientes con enfermedad avanzada. Si se documenta una lesión mediante cistoscopia, el
paciente debe ser sometido a una resección transuretral del tumor en la vejiga (TURBT, por sus siglas en inglés) para confirmar el diagnóstico y
determinar la extensión de la enfermedad.5 En el plan de trabajo se incluyen imágenes para determinar la extensión de enfermedad (gangliona a distancia) que consisten en solicitar tomografía computarizada abdomino-pélvica y resonancia magnética de abdomen.

Patricia Rioja1, Guillermo Valencia1, Zaida Morante1,2, Roberto Paz-Manrique2, Hugo Fuentes1, Silvia Neciosup1

1, Departamento de Oncología Médica – Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas
2, Dirección Científica y Académica, Oncosalud – AUNA

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https://www.oncosalud.pe/sites/default/files/2021-09/Carcinos%20V10%20N2.pdf