Neumomediastino espontáneo idiopático. Primer caso pediátrico en Colombia
Resumen
El neumomediastino espontáneo idiopático es la presencia de aire en el mediastino, sin ninguna causa aparente, siendo descrito en 1939 por el Dr. Hamman. Se atribuye a una fuga dinámica de aire desde los alvéolos a través del intersticio de personas jóvenes (efecto Macklin). La clínica no es específica, pero el dolor torácico agudo retroesternal y la tos, son los síntomas más orientativos; los signos más específicos son los crépitos precordiales (signo de Hamman) y el enfisema subcutáneo. La radiografía de tórax es suficiente para el diagnóstico, aunque otras técnicas de imagen sirven para evaluar causas secundarias. El tratamiento es reposo, analgésicos y, opcionalmente, oxígeno suplementario. Se presenta el caso de un niño en edad escolar con neumomediastino espontáneo sin ningún desencadenante identificable, siendo el primer caso pediátrico colombiano reportado de esta variante.
Reporte de caso
Se presenta el caso de un niño de 9 años sin antecedentes médicos de importancia, quien inició de manera súbita (se encontraba en reposo en su casa), con accesos de tos seca metálica, disnea y dolor torácico intermitente en región retroesternal. Los síntomas ocurrieron concomitantemente, persistieron durante el día y no hubo desencadenante identificable. Consultó el día en que iniciaron los síntomas al servicio de urgencias en su hospital local, siendo interpretada su sintomatología como laringitis obstructiva y recibiendo tres nebulizaciones con 1 mg de epinefrina, con poca mejoría al egresar ese mismo día. Persistió sintomático y reconsultó a urgencias al día siguiente, por lo que le realizaron un electrocardiograma que mostró un trazado normal y fue mantenido en observación. Al siguiente día presentó dolor torácico constante que aumentaba con el movimiento y apareció odinofagia. Fue evaluado por médico general, encontrándosele crépitos bifásicos en hemitórax izquierdo y ruidos interpretados como frote pleural; por este motivo se sospechó derrame pericárdico asociado a posible neumonía, siendo remitido para evaluación por pediatría en tercer nivel de atención.Al ingreso a urgencias de pediatría, en su tercer día de enfermedad, no se documentó tos ni estridor; sin embargo, se auscultaron crépitos en región precordial, se documentó dolor en la región cervical anteroinferior y se palparon crepitaciones en esa zona. Ante estos hallazgos se realizó una radiografía de tórax evidenciando enfisema subcutáneo en cuello y neumomediastino global, por lo que se hospitalizó sospechando perforación esofágica versus ruptura de vía aérea. Se inició ampicilina sulbactam que se sostuvo por 7 días.En ese mismo día, se obtuvo una tomografía de cuello y tórax observando neumomediastino que comprometía las tres regiones mediastinales (anterior, media y posterior) y se extendía a tejidos blandos del cuello con enfisema subcutáneo supraclavicular laterocervical derecho y en zona paraesternal (Ver Figura 2).Figura 2. Tomografía cérvico-torácica. Fuente: autoresPosteriormente, se le realizaron controles radiográficos durante la primera semana de estancia con disminución del neumomediastino y enfisema (Ver Figura 3). En el día primero se observaron imágenes radiolúcidas, que separaban la silueta cardiaca de una línea radiopaca que corresponde al pericardio separado por la presencia de aire tanto en la proyección AP como lateral. En los días siguientes desaparecieron gradualmente los hallazgos.Cirugía pediátrica valoró tras 12 horas luego del ingreso a tercer nivel de complejidad y consideró manejo conservador con oxigenoterapia de alto flujo. En el quinto día de enfermedad se le practicó nasofibrolaringoscopia por otorrinolaringología, con resultado normal. Neumología valoró en el sexto día de enfermedad e indicó tomar Alfa-1-antitripsina, con reporte dentro de límites normales (138 mg/dl), y descartar linfangioleiomiomatosis como causas de enfermedad pulmonar intersticial que ocasionaran la fuga de aire. Ante esta sospecha diagnóstica, por indicación de gastroenterología, se le realizó ecografía abdominal (noveno día de enfermedad) y una esófagogastroduodenoscopia (duodécimo día de enfermedad), con reportes normales. Ante reporte endoscópico normal, tomografía de tórax no compatible, sexo masculino y grupo etario no frecuente, se excluyó la linfangioleiomiomatosis. Finalmente, no se identificó ningún desencadenante del neumomediastino, por lo que se estableció el diagnóstico de síndrome de Hamman y no se consideró requerido hacer más exámenes fuera de los controles radiológicos.Egresó al décimo día de estancia (décimo tercero de enfermedad). Un mes después asistió a consulta con neumología pediátrica, con examen físico y radiografía de tórax normales, por lo que fue dado de alta.
Jessica Natalia Archila – Diaz *Jenifer Walteros – Cárdenas **Víctor Manuel Mora – Bautista ***
*Médica UNAB. Médico urgencias Clínica Materno Infantil San Luis. Bucaramanga, Santander – Colombia.
**Médica UDES. Médico urgencias Clínica Materno Infantil San Luis. Bucaramanga, Santander – Colombia.
***Médico y cirujano UIS. Especialista en pediatría UIS. Pediatra urgencias Clínica Materno Infantil San Luis. Bucaramanga, Santander – Colombia.
Para descargar la investigación completa haga clik a continuación:
https://revistas.uis.edu.co/index.php/revistamedicasuis/article/view/9947/9993