¿No desayunar podría fomentar la enfermedad cardiaca?

No realizar la comida matutina podría reducir la salud cardiaca y aumentar las probabilidades de diabetes, sugiere un estudio

 LUNES, 2 de octubre de 2017 (HealthDay News) — Los adultos de mediana edad que omiten el desayuno con regularidad son más propensos a tener arterias obstruidas que los que disfrutan de un buen desayuno, encuentra un nuevo estudio.

Los hallazgos son los más recientes en vincular el desayuno con una mejor salud cardiaca.

Sugieren que las personas que consumen el desayuno, sobre todo si es sustancioso, son menos propensas a tener placa en las arterias.

Las placas son depósitos de grasa, calcio y otras sustancias que pueden acumularse en las arterias, haciendo que se endurezcan y estrechen, una afección llamada aterosclerosis. La aterosclerosis puede conducir a ataques cardiacos, accidentes cerebrovasculares y otras complicaciones.

El nuevo estudio no prueba que saltarse el desayuno dañe las arterias de las personas directamente.

“No es que se desarrollen placas por no desayunar”, dijo el investigador principal, José Peñalvo, de la Facultad Friedman de Ciencias y Políticas de la Nutrición de la Universidad de Tufts, en Boston.

Pero, comentó, hay varios motivos por los cuales no hacer la comida matutina podría contribuir al riesgo de aterosclerosis.

En muchas personas, no desayunar forma parte de un “conjunto” de malos hábitos, dijo Peñalvo. Esa gente tiende a comer mucho fuera de casa, y a elegir comidas precocinadas con un valor nutricional dudoso, por ejemplo.

Encima, señaló Peñalvo, no desayunar podría tener efectos negativos en las hormonas que regulan el apetito, el azúcar en la sangre y la insulina (una hormona que regula el azúcar en la sangre).

Estudios anteriores han mostrado que a las personas que les gusta desayunar son menos propensas a ser obesas o a tener diabetes o enfermedad cardiaca.

Pero el estudio actual en realidad utilizó pruebas objetivas, dijo Peñalvo. Los investigadores usaron el ultrasonido para medir la aterosclerosis “subclínica” (una acumulación temprana de placa que no provoca ningún síntoma) en adultos.

El estudio incluyó a más de 4,000 adultos de 40 a 54 años de edad en España. Un tres por ciento prescindían del desayuno crónicamente, mientras que un 27 por ciento consumían un desayuno grande con regularidad. Eso significa que comían más de un 20 por ciento de sus calorías diarias en la comida matutina.

La mayoría de las personas (un 70 por ciento) comían un desayuno con relativamente pocas calorías.

Resultó que esos tres grupos también diferían respecto a sus probabilidades de aterosclerosis subclínica.

Casi un 75 por ciento de los que no desayunaban mostraban esa acumulación de placa. Esto es en comparación con un 57 por ciento de los que consumían un desayuno sustancioso, y un 64 por ciento de los que favorecían un desayuno ligero.

Los aficionados al desayuno tenían una mejor salud en varias áreas, encontró el estudio. Por ejemplo, en general comían más frutas y verduras, mariscos y pescado y carne magra. También era menos probable que fueran obesos o que tuvieran hipertensión, diabetes o niveles malsanos de colesterol.

Pero incluso tras sopesar todos esos factores, no desayunar en sí seguía estando vinculado con un riesgo más alto de aterosclerosis.

Kim Larson es dietista registrada y vocera de la Academia de Nutrición y Dietética (Academy of Nutrition and Dietetics).

Dijo que los hallazgos son importantes, en parte porque muchos adultos (más o menos un 30 por ciento) se saltan el desayuno de forma rutinaria.

Y algunas personas, anotó, descartan el desayuno a propósito cuando intentan perder peso.

Es una mala idea, explicó Larson, debido a los efectos en el apetito y en los hábitos alimentarios durante el resto del día.

“Las personas que no desayunan por lo general lo compensan más tarde en el día”, señaló Larson, que no participó en el estudio. Al final, dijo, por lo general consumen más calorías a lo largo del día, frente a las personas que desayunan.

El estudio actual no investigó la calidad nutricional de lo que la gente elegía desayunar. Pero para prevenir la enfermedad, “la calidad importa”, dijo Larson.

Un panecillo con un café es “mejor que nada”, anotó. Pero Larson recomendó que el desayuno incluya una mezcla saludable de proteínas, carbohidratos y grasas.

Reconoció que el tiempo es un obstáculo. Muchas personas tienen prisa en la mañana y al final se comen un panecillo en el coche.

Pero el desayuno no tiene que ser extravagante para ser saludable, dijo Larson. Algunas de sus sugerencias: avena con frutos secos y fruta, tostada de grano integral con una crema de frutos secos, granola mezclada con yogurt y fruta, y rodajas de manzana con mantequilla de cacahuate.

Peñalvo animó a la gente a verlo de esta forma: consumir un desayuno saludable es en realidad una forma agradable de controlar potencialmente el riesgo de enfermedad cardiaca.

“En realidad es un mensaje positivo”, dijo.

Por supuesto, el desayuno no es una solución en sí mismo. Peñalvo enfatizó que debe ser parte de una dieta saludable en general y de otros buenos hábitos, como el ejercicio regular.

Los hallazgos aparecen en la edición del 2 de octubre de la revista Journal of the American College of Cardiology.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor

FUENTES: Jose Penalvo, Ph.D., assistant professor, Tufts University, Friedman School of Nutrition Science and Policy, Boston; Kim Larson, R.D.N., spokesperson, Academy of Nutrition and Dietetics, and founder, Total Health, Seattle; Oct. 2, 2017, Journal of the American College of Cardiology

https://medlineplus.gov/spanish/news/fullstory_168836.html