Nuevo protocolo facilitaría diagnóstico de infecciones bacterianas en bebés recién nacidos
18 de febrero de 2019
Un nuevo protocolo podría ayudar a los médicos de las salas de emergencias a descartar infecciones bacterianas que ponen en peligro la vida de los bebés de hasta 2 meses de edad que padecen cuadros de fiebre, lo que eliminaría la necesidad de punciones lumbares, tratamientos con antibióticos innecesarios o estadías hospitalarias costosas. Investigadores de la Red de investigación aplicada de atención de emergencia pediátrica (PECARN), en Utah, Estados Unidos, desarrollaron el protocolo a partir de un estudio de más de 1,800 bebés atendidos en 26 departamentos de emergencia de todo el país. Su estudio fue financiado por dos agencias del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos: el Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano Eunice Kennedy Shriver (NICHD), que forma parte de los Institutos Nacionales de Salud, y la Oficina de Salud Materna e Infantil, parte de la Administración de Servicios y Recursos de Salud. PECARN, una red de investigación de 18 departamentos de emergencia pediátrica y 9 agencias de servicios médicos de emergencia, está financiada por la Oficina de Salud Materna e Infantil. Los hallazgos se publicaron en la revista JAMA Pediatrics.
Estudios previos sugieren que entre el 8 y el 13 por ciento de los bebés de hasta 2 meses de edad que tienen fiebre pueden tener una infección bacteriana grave (IBG). Estas incluyen infecciones del tracto urinario, bacteriemia (bacterias en la sangre) y meningitis bacteriana (infección bacteriana de la membrana que alberga el cerebro y la médula espinal). A menudo, un médico deberá confirmar un diagnóstico con una punción lumbar (punción lumbar), en la que se extrae una pequeña cantidad de líquido del canal espinal. Aunque las complicaciones del procedimiento son raras, incluyen inflamación del canal espinal, sangrado y dolor de cabeza. Además, a un bebé se le pueden administrar antibióticos cuando se sospecha una infección bacteriana y puede ser ingresado en un hospital para observación.
El nuevo protocolo mide los niveles de bacterias en la orina, de la procalcitonina (una sustancia producida en respuesta a una infección bacteriana) en el suero y de los neutrófilos (un glóbulo blanco que combate las infecciones). Los investigadores descartaron una IBG si las pruebas mostraban niveles bajos de bacterias y procalcitonina y un recuento de neutrófilos normal. Asimismo, pudieron descartar con precisión todos menos tres de los 170 casos de IBG que se detectaron en última instancia, incluidos todos los casos de meningitis. Los autores señalan que sus hallazgos deben verificarse en una muestra más grande antes de que puedan aplicarse a la práctica médica.