Nuevos modelos predictivos de bacteriemia en el servicio de urgencias: un paso adelante

RESUMEN

La atención de pacientes con sospecha de un proceso infeccioso en los servicios de urgencias hospitalarios (SUH) se ha incrementado en la última década hasta suponer alrededor del 15-20 % de todas las atenciones diarias. En la valoración inicial de estos enfermos se toman muestras para los distintos estudios microbiológicos en un 45% de los casos, donde predomina la obtención de hemocultivos (HC), en el 14,6% de todos ellos. La rentabilidad diagnóstica de estos HC es muy variable (2-20%). Los focos o procesos infecciosos más frecuentes sospechados o confirmados de las bacteriemias verdaderas (BV) en los SUH son la infección del tracto urinario (45%) y la infección respiratoria (25%). Por todo ello, la sospecha y confirmación de la BV tiene un relevante significado diagnóstico, pronóstico y obliga a cambiar algunas de las decisiones más importantes a tomar en el SUH. Entre otras, indicar el alta o ingreso, extraer HC y administrar el antimicrobiano adecuado y precoz. La intención de esta revisión es poner de manifiesto las evidencias científicas publicadas en los últimos cinco años, aclarar las controversias existentes actuales y comparar la capacidad para predecir bacteriemia de los últimos modelos predictivos publicados desde el año 2017 con los ya existentes en esa fecha, año en el que se publicó una revisión que dejaba abierta la propuesta de seguir buscando un modelo con un rendimiento adecuado para los SUH. Y así, a partir de ella, generar distintas recomendaciones que ayuden a definir el papel que pueden tener estos modelos o escalas en la mejora de la indicación de obtención de los HC, así como en la toma inmediata de otras decisiones diagnóstico-terapéuticas (administración precoz y adecuada del tratamiento antibiótico, solicitud de estudios complementarios y otras muestras microbiológicas, intensidad del soporte hemodinámico, necesidad de ingreso, etc.)

INTRODUCCIÓN

Impacto de la infección grave en el Servicio de Urgencias Hospitalario.

La atención de pacientes con sospecha o confirmación de un proceso infeccioso en los servicios de urgencias hospitalarios (SUH) españoles se ha incrementado significativamente en la última década hasta suponer alrededor del 15-20% de todas las atenciones diarias en estos dispositivos [1,2]. Además, la gravedad de su presentación clínica (aquellos que cumplen criterios de sepsis, pacientes con comorbilidad relevante, inmunodeprimidos, ancianos o ante la sospecha de bacteriemia) y la mortalidad intrahospitalaria y a corto plazo (30 días), también han sufrido un incremento en la última década [1,2]. Incluso, durante el último año donde los SUH se han visto muy presionados por la pandemia de COVID-19 [3], tanto estos pacientes como los atendidos por infección bacteriana han aumentado su tasa de ingresos, la necesidad de cuidados intensivos y la mortalidad a corto plazo [4].

Agustín Julián-Jiménez1 Rafael Rubio-Díaz1 Juan González del Castillo2 Francisco Javier Candel González3

En nombre del grupo INFURG-SEMES (grupo de estudio de infecciones de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias)

1 Servicio de Urgencias, Complejo Hospitalario Universitario de Toledo, Universidad de Castilla La Mancha, Toledo, España.

2 Servicio de Urgencias, Hospital Universitario Clínico San Carlos, IDISSC, Madrid, España.

3 Servicio de Microbiología Clínica, Hospital Universitario Clínico San Carlos, IDISSC, Madrid, España

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