Nuevos Tratamientos para el Cáncer de Vejiga
- ComiteNetMD
- 5 de agosto de 2024
- Urología
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El cáncer de vejiga sigue representando un reto importante en los EE.UU., con una estimación de 83.190 nuevos casos en 2024 y unos costes de atención cada vez mayores.1 Durante décadas, la columna vertebral del tratamiento del cáncer de vejiga ha girado en torno al bacilo de Calmette-Guerin (BCG), seguido de la cistectomía radical para aquellos pacientes en los que la enfermedad no respondía. Ahora nos encontramos en el precipicio de una era apasionante en la que podemos ofrecer a los pacientes varias opciones para retrasar o, en última instancia, eliminar la necesidad de una cistectomía radical en una cohorte de pacientes. El desarrollo de un tratamiento eficaz, seguro y duradero sigue siendo una necesidad insatisfecha crítica para esta población. Debido a la abundancia de ensayos y aprobaciones recientes, nos centraremos en los avances en el ámbito de las enfermedades no músculo-invasivas.
Aproximadamente el 80% de los nuevos diagnósticos de cáncer de vejiga se sitúan en este espacio y el tratamiento de riesgo intermedio/alto comienza con la resección transuretral seguida de BCG. Las tasas de recurrencia siguen siendo considerables y hasta el 50% de los pacientes que responden inicialmente experimentan una recaída.3 En última instancia, el 20% de los pacientes con cáncer de vejiga no músculo-invasivo (CCNMI) de alto riesgo evolucionarán a enfermedad músculo-invasiva.4 Tradicionalmente, estos pacientes que no responden a la BCG se han visto abocados a decidir entre tratamientos intravesicales de rescate o cistectomía radical.
En la primera oleada de tratamientos emergentes, la monoterapia con pembrolizumab recibió la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) en 2020, mostrando por primera vez su eficacia en KEY- NOTE-057, con una respuesta completa (RC) del 41% a los 3 meses en pacientes con carcinoma in situ (CIS) que no respondían al BCG.5 Otro inhibidor del punto de control, el atezolizumab, se investigó en SWOG S1605 y se descubrió que tenía una RC del 27% a los 6 meses, con un 56% de respuestas duraderas durante al menos 12 meses.6 Aunque mostraba potencial para un impacto clínico significativo, la modesta eficacia y el importante perfil de efectos secundarios impulsaron los esfuerzos para explorar agentes más localizados que pudieran reducir los efectos sistémicos.
A continuación se utilizó nadofaragene firadenovec, un adenovirus recombinante que se instila por vía intravesical y libera directamente la proteína interferón alfa-2b en las células uroteliales, lo que favorece la oncolisis. Un ensayo de fase 3 (NCT 02773849) en pacientes con enfermedad papilar +/– CIS, sin respuesta a BCG demostró una RC del 53,4% a los 3 meses, mantenida en el 45,5% de los pacientes a los 12 meses.7
Cretostimogene grenadenorepvec (CG-0070) es otro inmunoterapéutico oncolítico que se replica en las células defectuosas de la vía génica del retinoblastoma, presentes en la mayoría de los carcinomas uroteliales. Actualmente se está investigando en varios ensayos, entre ellos PIVOT-006, BOND- 003 y CORE-001. Los datos preliminares de BOND-003 se presentaron en AUA2024, mostrando que en el NMIBC de alto riesgo no respondedor a BCG, el 75% de los pacientes alcanzaron la RC, y el 83% de los respondedores la mantuvieron a los 12 meses. También se destacó la importancia de los tratamientos múltiples en la respuesta inmunitaria adaptativa, ya que el 54% de los que no respondieron al primer tratamiento, respondieron a la reinducción.8
Mikolaj Filon, MD
Huntsman Cancer Institute, University of Utah, Salt Lake City
Bogdana Schmidt, MD, MPH
Huntsman Cancer Institute, University of Utah, Salt Lake City
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