Nutrición de Precisión, la clave del éxito en el manejo (y la prevención) de la diabetes

24/06/2020  

Una buena nutrición debe ser personalizada, incluyendo no solamente lo que se come sino también cuándo se toma.

La diabetes tiene un fuerte componente genético (conocido como heredabilidad), habiéndose identificado hasta el momento más de cien genes asociados con el riesgo de desarrollar diabetes. Como ha explicado el Dr. José Mª Ordovás en el transcurso de la mesa redonda que ha cerrado el XXXI Congreso Nacional de la Sociedad Española de Diabetes (SED), “en algunos individuos la carga genética (el número de variantes genéticas de riesgo que tienen en su genoma) es elevada, mientras que en otros es baja; en el primero de los casos el riesgo de que padezcan diabetes es muy alto, y no así en los segundos”.

Sin embargo, según ha matizado el experto que ha intervenido online desde su centro de investigación en Boston (Estados Unidos), incluso si el riesgo genético es alto, es posible evitar la aparición de diabetes mediante una dieta apropiada, un control cuidadoso del peso y un plan de actividad física personalizado que contribuya a mantener o recuperar un peso saludable”. Además, añade, “es muy importante la calidad y cantidad de sueño, ya que la falta de descanso (bien sea por pocas horas o por mala calidad) se asocia con un riesgo mayor de desarrollar enfermedades”.

Riesgo genómico

El riesgo genómico lo constituyen una o más mutaciones en el ADN, de manera que las personas que las poseen tienen un mayor riesgo de enfermedad. Si hay interacción gen-ambiente, la presencia de las mutaciones de riesgo en el ADN solo implica una mayor posibilidad de desarrollar la enfermedad, ya que son los factores ambientales los que modulan el riesgo genético e incluso pueden revertirlo; de esta forma, aunque una persona tenga mutaciones que le confieran un gran riesgo genético, si sus factores ambientales son correctos, puede llegar a tener un 0% de riesgo de desarrollar la enfermedad.

Por eso, como ha destacado Dolores Corella, investigadora del CIBEROBN (Centro de Investigación Biomédica en Red de la Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición), “es tan importante identificar tanto los factores de riesgo genéticos y disponer de buenos test genómicos como investigar los factores ambientales que son capaces de neutralizar el riesgo genético para aconsejar una prevención más precoz o un tratamiento  más intensivo en aquellas personas con mayor riesgo genético”.

La diabetes es una enfermedad multifactorial sobre la que inciden factores modificables (como la dieta y la actividad física) y no modificables (como la genética y la edad).  A nivel poblacional tanto los factores modificables como los no modificables tienen un peso equivalente, pero a nivel individual esta relación varía tremendamente; así, mientras que en algunas personas la genética puede tener un peso mucho mayor en otras los factores ambientales (como la dieta) pueden ser más determinantes.

Intervención sobre aspectos modificables

“Este conocimiento de los factores de riesgo individuales es esencial para una mejor prevención y terapia mediante la llamada Medicina de Precisión o, particularmente, la Nutrición de Precisión, ha indicado el Dr. Ordovás, quien ha recalcado que “una buena nutrición debe ser personalizada, incluyendo no solamente lo que comemos en general sino cuándo lo tomamos”. En este ámbito resulta especialmente prometedora la experiencia que está acumulando su grupo de investigación, que está utilizando recursos de inteligencia artificial  para identificar la respuesta individual a la dieta, “para así llegar a poder recomendar la dieta mas apropiada a una persona para prevenir la diabetes o sus consecuencias”.

En este contexto, y como ha señalado el Director de Nutrición y Genómica en la Universidad de Tufts (en Boston), “tampoco hemos de olvidarnos de la microbiota”. Se ha demostrado que una flora bacteriana poco saludable es responsable de un gran número de enfermedades, entre las que se encuentran la obesidad y la diabetes. Por esta razón, ha dicho, “el empleo de prebióticos y probióticos puede ser relevante en aquellas personas con una microbiota desequilibrada, un trastorno que es mucho más frecuente entre las personas mayores”.

Dieta mediterránea

La dieta mediterránea es uno de los factores ambientales que está mostrándose como más relevante en las denominadas interacciones gen-ambiente. “Estamos viendo cómo personas con la misma susceptibilidad genética desarrollan o no diabetes según tengan o no una mayor seguimiento de la dieta mediterránea, ha informado la Dra. Corella. Por este motivo, la investigadora del CIBEROBN y catedrática de Medicina Preventiva en la Universidad de Valencia recomienda seguir en todos los casos la dieta mediterránea, y con un especial énfasis “en aquellas personas que genéticamente sean más susceptibles para aquellas variantes genéticas que mejor responden a este tipo de dieta”.

Se ha comprobado como en personas que poseen variantes genéticas que confieren mayor riesgo de diabetes, o de otras enfermedades, el mayor cumplimento de una dieta mediterránea consigue disminuir su riesgo genético inicial de diabetes (o de otras enfermedades relacionadas) y neutralizarlo, o al menos retrasar unos años la aparición de la diabetes. “Esto es importante para intensificar más los esfuerzos de recomendaciones preventivas con dieta en estas personas, y formaría parte de lo que denominamos Nutrición de Precisión”, ha afirmado la Dra. Corella.

En el grupo de investigación de la Dra. Corella se están multiplicando las investigaciones en este ámbito. Entre otros aspectos, se están estudiando los factores genéticos que se asocian con mayor riesgo de diabetes, ya que cada vez se conocen más genes asociados con diabetes y aumentar la complejidad del cálculo de las denominadas puntuaciones de riesgo genómico. Paralelamente, investigan cuales de estas variantes genéticas tienen determinismo genético o se pueden modular por la dieta en general o por la dieta mediterránea en particular. También investigan la influencia que pueden tener otros factores, como el sexo, la edad, la actividad física, el sueño o la obesidad. “Todo ello entra dentro de la investigación en Nutrición de Precisión, para que en un futuro pueda tener aplicaciones clínicas o poblacionales relevantes”, según la Dra. Dolores Corella.

Durante la pandemia, reforzar hábitos saludables

En otro orden de cosas, durante esta mesa redonda el Dr. José Mª Ordovás también ha querido llamar la atención sobre la importancia de redoblar esfuerzos para optimizar los hábitos de vida saludables durante la actual pandemia de coronavirus. “La presencia en un individuo de otras enfermedades, entre las que se destacan la diabetes, la hipertensión  o la obesidad, se asocia con un mayor riesgo de consecuencias más serias en la COVID-19, incluyendo la muerte”, ha comentado.

Por esta razón, tal y como ha subrayado este experto, “ahora es todavía más importante mantener una glucosa y una presión arterial bien controladas, especialmente en las personas mayores que son las de más riesgo en esta pandemia”. Por supuesto, ha indicado, “hay que evitar ganar exceso de peso, ya que esto nos va a hacer también más vulnerables frente a las consecuencias de la COVID-19”.

Por lo tanto, como ha aconsejado el Dr. José Mª Ordovás, “en el momento actual hay que reforzar la buena nutrición y el control de la glucosa, debido a este riesgo añadido”, asumiendo que resulta más complicado “por las dificultades impuestas por el confinamiento para llevar a cabo una actividad física normal. Pero se han de redoblar los esfuerzos y deben ser una prioridad personal y social en aquellas personas con diabetes y obesidad, y más todavía si son personas mayores”.

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