Oncólogos destacan la evidencia generada en torno al valor terapéutico de los inhibidores de BRAF en cáncer colorrectal metastásico

27/10/2021  

Simposio Congreso SEOM 2021.

La terapia dirigida contra la mutación BRAF en cáncer colorrectal puede considerarse como un nuevo hito en el ámbito de la medicina personalizada de precisión”. Con esta afirmación ha concluido el Simposio ‘Avances en el tratamiento de los pacientes con cáncer colorrectal con la mutación BRAF’, organizado por Pierre Fabre en el marco del Congreso de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM 2021 VIRTUAL), celebrado del 18 al 22 de octubre.

La Dra. Pilar García Alfonso, oncóloga médica del Hospital Gregorio Marañón, así lo ha expresado durante el simposio, en el que se ha realizado un repaso exhaustivo de la evidencia generada en torno a esta nueva opción de tratamiento, basado en la combinación de un inhibidor de BRAF (encorafenib) y un inhibidor de EFGR (cetuximab) -con o sin inhibidor de MEK (binimetinib)-, y que cuenta ya con el aval de las agencias europea y americana, la EMA y la FDA, respectivamente, en pacientes que hayan recibido tratamiento previo.

En este sentido, la Dra. García Alfonso, coordinadora del simposio, ha indicado que los pacientes a los que va dirigido este avance terapéutico suelen presentar mal pronóstico, “con una mediana de supervivencia que se sitúa en torno a los 12 meses, y donde el 40% ni siquiera llega a recibir la segunda línea de tratamiento”. Por eso, al no existir a día de hoy, un tratamiento estándar para pacientes con BRAF V600E mutado en primera línea que haya demostrado un nivel de eficacia aceptable, “se necesitan segundas líneas de rápida incorporación”, según esta especialista.   

A esa escasa respuesta a los estándares existentes se ha referido también la Dra. Ana López, del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario de Burgos, quien ha calificado como “necesaria” la aportación que ha venido a hacer la terapia dirigida que combina un inhibidor de BRAF y un anti EFGR, con o sin inhibidor de MEK. A este respecto, aludió a la relevancia de los resultados del estudio 1BEACON, el cual, a su juicio, sirve para fijar “un nuevo estándar de tratamiento en pacientes con cáncer colorrectal con mutación en BRAF V600E, tras una primera línea de tratamiento”.

Este estudio, según ha afirmado, demuestra la superioridad tanto con la doble, como con la triple terapia dirigida, en supervivencia global frente a la estándar (9,3 meses vs. 5,9 meses), un beneficio que se mantiene “en la supervivencia libre de progresión y la tasa de respuesta”, ha subrayado. Y más allá de estos datos que sustentaron la autorización por parte de la EMA, ha apelado al análisis de posibles subgrupos donde se podrían maximizar los beneficios de la triple terapia dirigida, como pueden ser, según resultados presentados en ASCO 2021, los “pacientes con varias localizaciones metastásicas u otros datos que apunten a una mayor carga tumoral”. Asimismo, ha citado “un estudio molecular predictivo en pacientes con cáncer colorrectal con mutación de BRAF, del que se ha extraído una tasa de respuesta superior en aquellos con sobreexpresión de CSM4, BM1 y MAP3K8”.

La calidad metodológica del estudio BEACON

Por su parte, el Dr. Javier Zamora, de la Unidad de Bioestadística del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid, ha subrayado la “buena calidad metodológica del estudio BEACON”, tras su revisión pormenorizada, lo que implica que lleva asociado un “riesgo bajo de sesgos”, gracias al “proceso de aleatorización realizado, a la ausencia de datos perdidos, se han medido adecuadamente los desenlaces, y se han reportado adecuadamente los resultados del estudio”.

Además, resaltó el valor del análisis interino integrado en el protocolo, que incluía el establecimiento de los criterios para la detención del estudio en función de superioridad, daño o futilidad. Su conveniencia fue demostrada posteriormente con los datos de seguimiento más allá de los 12 meses, que confirmaron los hallazgos previos. 

Más allá de BEACON, el Dr. Vicente Alonso, del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario Miguel Servet de Zaragoza, ha hecho referencia a nuevos estudios que ya se han realizado o que están en marcha para analizar el impacto de la terapia dirigida en pacientes con cáncer colorrectal con BRAF V600E mutado en primera línea.

En este punto, ha mencionado, por un lado, el estudio 2ANCHOR CRC, en fase II, con un perfil de pacientes mayoritariamente femenino, con predominio del colon derecho y con afectación ganglionar y peritoneal, características que configurarían lo que calificó como “el perfil tipo”. El 75% de ellas, además, tenían dos o más localizaciones metastásicas. “Los hallazgos apuntan a una tasa de respuesta del 47%, por encima del objetivo marcado inicialmente, y una tasa de control de la enfermedad que rondaba el 88%.

También se ha referido a un estudio en marcha, 3BREAKWATER, con dos grupos experimentales: encorafenib y cetuximab, y encorafenib, cetuximab y quimioterapia, más uno de control, donde se medirá, como objetivo primario, la supervivencia libre de progresión, y como secundario, la supervivencia global; y a CONFIDENCE, un análisis retrospectivo de datos de vida real que se va a llevar a cabo en España con unos 50 pacientes tratados con encorafenib y cetuximab.

Con toda esta evidencia generada, la Dra. López considera que la terapia dirigida ha establecido ya “el nuevo estándar para los pacientes en segunda línea”, lo que supone “una revolución”. El Dr. Zamora, por su parte, añade el interés de realizar un “análisis confirmatorio” para afianzar la evidencia generada en torno a los beneficios adicionales que pueden aportar en algunos subgrupos de pacientes, así como “conocer la mejor secuencia de tratamiento en estos pacientes”, concluye la Dra. Alfonso.

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