Perfil sociodemográfico y morbilidad de la población adulta mayor
Resumen:
A nivel mundial, el perfil sociodemográfico de la población ha sufrido transiciones de gran impacto con respecto al incremento poblacional; el fenómeno demográfico que está ocurriendo concuerda con la realidad de Ecuador, donde la pirámide poblacional muestra una disposición vertical. El presente estudio tiene como objetivo describir el perfil sociodemográfico y morbilidad del adulto mayor de las ciudadelas Alcides Pesantes y Jaime Roldós Aguilera de la ciudad de Machala. Se realizó un estudio descriptivo, cuantitativo de corte transversal. La muestra poblacional del estudio fueron 130 pacientes adultos mayores, captados a través de la elaboración de la ficha familiar que incluye parámetros sobre el perfil sociodemográfico. La ficha familiar fue realizada por el equipo de atención integral de salud (EAIS), previo consentimiento informado de los participantes.
Los adultos mayores representan el 18% del total de la población; donde se evidencia un predominio del sexo femenino. Al evaluar el nivel de instrucción se encontró que la educación secundaria fue la de mayor prevalencia.
Con estos resultados se puede evidenciar un perfil sociodemográfico acorde con la población de Ecuador; donde existe una proporción mayor de mujeres, así mismo el nivel educativo para la población mayor de 60 años es por debajo de la educación media, con esto se ratifica que este grupo etario va en aumento, por lo que el sistema de salud debe realizar estrategias encaminadas a mejorar la calidad de vida, fomentar la participación laboral y autonomía de los adultos mayores.
Introducción:
A nivel mundial, el perfil sociodemográfico de la población ha sufrido transiciones de gran impacto con respecto al incremento poblacional. A partir del siglo XX hasta la actualidad, se ha reportado un incremento en el número de personas, pasando de 2 mil millones a 7 mil millones de habitantes, dando como resultado un evidente envejecimiento poblacional. (Organización mundial de la salud, 2017).
La Organización Mundial de la Salud, define que toda persona a partir de los 60 años de edad sea considerada como adulto mayor; y estima que entre el año 2015 y 2050 habrá un incremento del 11% al 22% de adultos mayores en todo el mundo. Actualmente, esta población está representada por el 12% a nivel mundial distribuido en Europa con el 24% y América del Norte con el 21%. (Organización Mundial de la Salud, 2018) (Organización mundial de la salud, 2017) (Aranco N, Stampini M., 2018).
Sin embargo de acuerdo a la constitución del Ecuador del año 2008, en el artículo 36, define a toda persona mayor de 65 años como adulto mayor, basándose en este corte de edad por las diferentes condiciones políticas, sociales y educativas que existen en el país. (Constitución de la República del Ecuador, 2008). (Consejo de Igualdad Intergeneracional, 2019).
En América Latina y Caribe existen aproximadamente 652 millones de habitantes, de los cuales la población mayor de 60 años corresponde a 76 millones lo que representa el 11.8% de su población, estimando que para el año 2037 se alcance los 147 millones de habitantes, llegando a igualar a la población menor de 15 años (Comisión Económica para América Latina y el Caribe, 2018), lo que ha generado un incremento en la esperanza de vida en estas regiones alcanza los 75 años (Rodríguez Quintana, Tamara; Ayala Chauvini, Marco; Ortiz Rosero, María; Ordoñes Paccha, Mayra; Fabelo Roche, Justo; Iglesias Moré, Serguei;, 2019), siendo más alta que en otras regiones como Asia y África, existiendo una brecha aún más amplia entre Oceanía y Europa donde la esperanza de vida alcanzo los 78 años (Comisión Económica para América Latina y el Caribe, Observatorio Demográfico , 2019).
El envejecimiento es una etapa de la vida en la que produce cambios a nivel psicológico, biológico y funcional; que se asocia significativamente con el padecimiento de enfermedades crónicas no trasmisibles (Barreto Annes, Laryssa ; Soares Mendonça, Helena ; Maria de Lima, Fábia; Souza Lima, Maria do Amparo; Maria de Aquino, Jael;, 2017). Aproximadamente el 80% de las personas mayores de 60 años padecen alguna patología crónica no transmisibles, las cuales se asocian a algún tipo de discapacidad (Vásquez Morales, Andrea; Horta Roa, Luisa;, 2018).
Así mismo en Latinoamérica, el 15% de las personas mayores de 60 años padecen diabetes, con mayor incidencia en hombres, el 25% padece de hipertensión arterial llegando a incrementarse en un 40% en edades mayores a los 70 años. Según la Organización Mundial de la Salud el 75% de las defunciones en América Latina y Caribe son debido a estas causas (Comisión Económica para América Latina y el Caribe, 2018).
Este fenómeno demográfico que está ocurriendo en América Latina concuerda con la realidad de Ecuador, donde la pirámide poblacional muestra una tendencia vertical, demostrando que el envejecimiento en esta región ha ido en aumento en las últimas décadas. De acuerdo al último censo; realizado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC 2010), el 6,7 % de habitantes corresponde a personas mayores de 60 años, siendo el 53,4% mujeres y el 46,6% hombres (Ferreira, 2010), con una esperanza de vida de 78.2 años y 72.3 años para el sexo femenino y masculino respectivamente (Rodríguez Quintana, Tamara; Ayala Chauvini, Marco; Ortiz Rosero, María; Ordoñes Paccha, Mayra; Fabelo Roche, Justo; Iglesias Moré, Serguei;, 2019).
Los adultos mayores son parte importante de la sociedad y contribuyen activamente al desarrollo de la misma (Monroy Rojas, A; Contreras Garfias, M; García Jiménez, M; García Hernández, M; Cárdenas Becerril, L; Rivero Rodríguez, L;, 2016), a medida que la edad aumenta, su independencia se ve afectada para realizar las actividades instrumentales de la vida diaria (Santamaría Peláez, Mirian; González Bernal, Jerónimo; González Santos, Josefa;, 2019). Es por esto que este grupo etario constituye un desafío para los servicios de salud, que deben adecuarse a las necesidades específicas de esta población; por ello, es transcendental determinar las características sociodemográficas y poder realizar intervenciones pertinentes que garanticen el acceso a los servicios de salud, con políticas encaminadas a la promoción y prevención de acuerdo a lo establecido en el modelo de atención integral de salud familiar y comunitario, garantizando un envejecimiento poblacional digno y exitoso. (Ferreira, 2010)
Liseth Estefanía Carrión Arias1, Amarilis Lisseth Villa2, Andrea Karina Arriciaga3, Andrés Leonardo Pérez Zambrano4, Tamara Rodríguez Quintana5 Ximena Elizabeth Muñoz Jadán6, Yiset Mora O Reilly7,
1Universidad Técnica Particular de Loja. Ecuador.
2Universidad Técnica Particular de Loja. Ecuador.
3Universidad Técnica Particular de Loja. Ecuador.
4Universidad Técnica Particular de Loja. Machala. Ecuador.
5 Coordinadora del Postgrado de Medicina Familiar y Comunitaria, Universidad Técnica Particular de Loja. Ecuador.
6 Tutora Comunitaria de la Especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria, Universidad Técnica Particular de Loja. Ecuador.
7 Yiset Mora O Reilly. Delegada de la Coordinación del Posgrado de Medicina Familiar y Comunitaria, Universidad Técnica Particular de Loja. Ecuador.
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