Perforación gástrica secundaria a hernia congénita de Bochdalek en un adolescente. Reporte de un caso

RESUMEN

Las hernias congénitas son padecimientos que es posible diagnosticar en forma prenatal por medio de USG y dar un manejo oportuno; de éstas, la hernia de Bochdalek es la más común, cuando no se detectan en forma temprana se pueden diagnosticar en la adolescencia o vida adulta como hallazgos en estudios de imagen o por presentar complicaciones por migración de órganos abdominales a través de éstas. Se presenta el caso de un adolescente de 14 años con preforación gástrica secundaria a necrosis por una hernia de Bochdalek y su manejo en un centro de referencia en cirugía de tórax.

Caso clínico

Paciente masculino de 14 años de edad, dentro de sus antecedentes prenatales está: producto de embarazo normoevolutivo sin control prenatal por USG, obtenido por cesárea. Niega antecedentes personales patológicos de relevancia. Refiere un mes de evolución con dolor en hipocondrio izquierdo intensidad 4/10 por lo que acude con facultativo particular quien le diagnostica colitis manejándolo con amoxicilina, con mejoría parcial. Un día previo a su ingreso se exacerba el dolor, además de vómito de contenido gástrico, acude con médico quien refiere gastritis y lo maneja con inhibidor de bomba de protones y protector de mucosa gástrica; sin mejoría acude con gastroenterólogo quien le realiza radiografía de tórax (figura 1) donde se observa presencia de aire en espacio pleural, con sospecha de neumotórax o bulla gigante. Por la presentación clínica del paciente, el médico decide realizar radiografía de abdomen con contraste oral (figura 2) donde se observa cámara gástrica en hemitórax izquierdo decidiendo su traslado inmediato al Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias Ismael Cosío Villegas. A su ingreso, el paciente presenta dificultad respiratoria, taquicardia y datos de abdomen agudo, se le realiza radiografía de tórax posteroanterior (figura 3) donde se observa presencia de nivel hidroaéreo en hemitórax izquierdo. Ante la alta sospecha de una perforación gástrica se decidió realizar laparotomía de forma inmediata, este abordaje era el más óptimo porque la principal sintomatología del paciente era a nivel abdominal, así como al presentar mejoría de la misma a la colocación de sonda de levin por vía nasal. Los hallazgos de la laparotomía fueron hernia de Bochdalek con contenido estómago, bazo, epiplón mayor y colon transverso, cara anterior de estómago con perforación de 6 cm en curvatura mayor (figura 4), y otras tres de 1-2 mm alrededor de la mayor de tamaño con 2,100 ml de contenido gástrico en cavidad torácica.

Se realizó resección de bordes de perforación gástrica incluyendo las perforaciones de menor tamaño y rafia con engrapadora lineal GIA 60, invaginando línea de grapas con puntos invaginantes con seda 00, se realizó lavado de cavidad torácica por incisión abdominal con solución estéril tibia y se colocó sonda pleural 34 Fr, se cerró defecto diafragmático con sutura no absorbible monofilamento (polipropileno) de 1 punto separados tipo colchonero. Se comprobó rafia diafragmática y se realizó lavado de cavidad abdominal con solución estéril tibia, se colocó drenaje cerrado tipo blake 19 en corredera parietocólica izquierda, espacio subdiafragmático izquierdo y cierre gástrico (figura 5). El paciente evolucionó de forma satisfactoria, iniciando dieta líquida al tercer día y retiro de sonda pleural, posterior a tolerar en forma adecuada la dieta blanda se retiró drenaje abdominal al quinto día. El paciente presentó tres picos febriles aislados, sin identificar foco infeccioso se decide egresar al paciente.

Jesús Carranza-Sarmina, Silviano Ríos-Pascual, Juan Carlos Vázquez-Minero

Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorios Ismael Cosío Villegas, Ciudad de México.

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