Perspectiva científica del uso medicinal de los cannabinoides

 

Resumen

Luego de más de cuarenta años de haberse descubierto el ingrediente activo del cannabis, ∆-9-tetrahidrocannabinoide, y diversos estudios clínicos que demuestran su potencial terapéutico, investigaciones en el área de ciencias básicas y clínicas quedan por explorar. Actualmente se ha recopilado información histórica muy valiosa relacionada a la botánica de las distintas especies del cannabis, su uso como planta medicinal y farmacología en diversas enfermedades y en el manejo de síntomas tales como dolores crónicos provocados por la esclerosis múltiple. Con el descubrimiento del sistema endocannabinoide que incluye sus receptores CB1 y CB2, y sus ligandos naturales derivados de anandamida, se ha podido adjudicar el mecanismo de acción de los ingredientes activos del cannabis, así como sus metabolitos y derivados sintéticos. Debido a las investigaciones relacionadas a la estructura química de los cannabinoides y sus derivados, se ha podido establecer una relación estructura-actividad entre estos compuestos y sus receptores. Estos estudios proveen una perspectiva del futuro científico hacia el diseño innovador de fármacos derivados del cannabis con potencial terapéutico en enfermedades y efectos adversos de terapias combinadas. Este artículo repasa los distintos derivados de cannabinoides naturales y sintéticos, y su relevancia científica para el mejoramiento del potencial terapéutico.

 

Introducción

El cannabis, también conocido como marihuana, pertenece a la familia de las Cannabáceas, del género Cannabis, y la especie Cannabis sativa, es una planta medicinal que ha sido cultivada desde aproximadamente 6000 años a.C. Aunque existen varias especies del cannabis, las tres más estudiadas son las Cannabis sativa, Cannabis indica y Cannabis ruderalis. Las propiedades medicinales del cannabis han sido objeto de amplio debate en diversos foros desde el punto de vista científico y político. El tema ha generado mucho interés en los pasados años desde que se aprobó el uso de algunos de sus derivados con propósito medicinal en varios estados de los Estados Unidos. En 1964 se descubrió el constituyente activo primario del cannabis, (-)-trans-∆9-tetrahidrocannabinol , y varios ensayos clínicos se llevaron a cabo para determinar su efectividad como analgésico, antiemético, antidepresivo, supresor/estimulante de apetito, para tratar glaucoma, y para el manejo de náuseas y vómitos provocados por la quimioterapia.

Actualmente existen más de 70 compuestos provenientes del cannabis llamado cannabinoides, de los cuales el THC es el que posee los mayores efectos medicinales que conocemos hoy día, y es utilizado como base para determinar la potencia de otras sustancias nuevas derivadas del cannabis que han sido descubiertas. La investigación en el área del uso del Cannabis sativa para propósitos medicinales ha ganado un gran interés mundialmente gracias al descubrimiento del sistema endógeno endocannabinoidal que interacciona con los constituyentes de la planta. En este sistema endógeno se incluye los receptores cannabinoidales CB1 y CB2, y ligandos endógenos que actúan como agonistas y antagonistas de estos receptores.

Los receptores CB1 se encuentran principalmente en el cerebro, tejido nervioso periferal y sistema nervioso autonómico, mientras que los receptores CB2 se encuentran en ambos en las neuronas y el tejido asociado con el sistema inmunológico del cuerpo. Debido a que el THC se encuentra en altas concentraciones (>20% por peso) en las especies de la planta del cannabis y sus propiedades medicinales son de gran importancia, el desarrollo de nuevas investigaciones para descubrir nuevas sustancias derivadas del cannabis y su potencial desarrollo como nuevos fármacos provee oportunidades de investigaciones de alta relevancia en el uso medicinal del cannabis y sus derivados.

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